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Abel Posse : Un escritor en Letra grande
por Horacio Semeraro
horacio.semeraro@hotmail.com 

 
 

 

“Acaso la literatura sea la verdadera crónica humana y la historia una ficción”
 

Destacado escritor, ensayista, diplomático de carrera Abel Posse  es autor de quince novelas y cuatro ensayos con los que realizó un valioso aporte a las letras hispanoamericanas .Tuvo una destacada actuación en los países en los que ejerció su carrera de diplomático, la que le permitió, además, conocer a filósofos y escritores destacados.

Nacido en Córdoba. Creció y se educó en Buenos Aires. Vivió años en Moscú, Venecia, París, Israel, Praga, Lima, Copenhague y Madrid. Algunos de sus  libros merecieron importantes premios. Así,  Los perros del paraíso,  obtuvo en 1987 el premio Internacional Rómulo Gallegos, máximo galardón literario de América Latina; El largo atardecer del caminante, fue distinguido en 1992 con el Primer Premio de la Comisión Española del V Centenario; El viajero de Agartha, fue galardonado con el Premio Diana de México, y El inquietante día de la vida,  mereció el Premio Trienal de Novela de la Academia Argentina de Letras en 2003. Sus obras han sido traducidas a diecisiete idiomas. Su último libro ensayístico La santa locura de los argentinos, publicado en el año 2006, al igual que el anterior En letra grande (2005) recibieron  elogiosas críticas, lo mismo ocurrió con su reciente novela y excelente novela Noche de lobos.
     
Pero la frase bíblica “Nadie es profeta en su tierra” puede ser tranquilamente aplicada al reconocimiento, la difusión y a las reflexiones de una parte del público lector y de cierta crítica en Argentina respecto a su obra. Exceptuando el premio Premio Trienal de la Academia Argentina de letras mencionado, los otros premios provienen de España y de Méjico, mientras que en países como España, Italia y los Estados Unidos, su obra es reconocida, ampliamente elogiada y difundida. Y estamos hablando de un escritor que con las novelas premiadas aludidas,  realizó el mayor aporte argentino- el más difundido internacionalmente- a la  novela histórica latinoamericana
    
Con sus ensayos, ocurre algo similar. En Letra Grande, por ejemplo, es un libro digno de ser leído, meditado y premiado.Y si bien recibió de parte de la crítica literaria el elogio que se merece, esta postura no se extendió a los premios y a la venta de ejemplares.

El leit motiv del libro, es la exaltación de los escritores y filósofos -que el autor considera amigos o maestros - merecedores de relevancia por sus méritos, pero a la que no siempre accedieron. Considerado así, el libro en su conjunto más que un alegato es un clamor realizado con la lucidez e inteligencia que caracterizan su obra , para que dicha consigna se cumpla.

¿Acaso no es lo que ocurre con su obra, también?  Casi se nos ocurre que bien podría pensarse en agregar su propio nombre a los autores que merecen tal distinción.
           
Intercalando valiosas, memorables experiencias de vida con escritores a quienes tuvo ocasión de tratar personalmente como J.L.Borges, Nalé Roxlo,R. Arlt, Di Benedetto, Carpentier, Neruda, Sarduy, Nabokov, Heidegger, Cortázar, Cioran, aborda temas tales como reflexiones sobre escritores en “Ser escritor” la novela y sus autores en “Del lado de la novela”; J.LBorges en “El planeta Borges”, la poesía y sus autores, en “Luz de poetas” y finalmente, los filósofos, en “Filósofos emboscados”. Estos  temas estructuran las  cinco partes que compones la obra.  Logra así, un conjunto homogéneo y erudito: un ensayo sobre la subvaloración cultural, la economía de mercado,el exitismo, la búsqueda de réditos editoriales en muchos casos que condujeron al secular olvido de escritores magistrales que el autor rescata de la letra chica.Esto,entre infinidad de factores que el Abel Posse trata sin tibiezas y con mano firme, aplicando un exhaustivo análisis.
 
Se pregunta el autor en su prólogo, si “la ficción, la poesía, el pensar, no serán la verdadera crónica humana, y la historia,-la realidad-una ficción que usurpa los prestigios de la verdad”. Quizás sea una exageración que pueda llegar a irritar a los historiadores, jamás un sofisma: es que Abel Posse es un apasionado de la literatura , y por ello, a veces, en el extenso temario que trata el libro ,entre sus innumerables y lúcidas opiniones aparecen algunas aseveraciones que pueden parecer exageradas.   
     
Entre los temas que trata el libro en profundidad, merecen citarse: el balance del siglo XX –“La literatura occidental y el siglo terrible”; un acertado análisis realizado además con admirable poder de síntesis; el rescate de la primacía creativa de los poetas; la generación de 98 en España, con autores como Valle Inclán, Eugenio d’Ors, Gómez de la Serna, y el “Agónico dios huidizo que es Azorín”. En “Ser escritor” se introduce en el alma y en la piel del escritor con matices poéticos, rememorando su propia historia de manera conmovedora En el capítulo “Del lado de la novela dedica su análisis a los escritores que crearon lenguaje sentando precedentes :los estilistas del siglo XX, cuyo lenguaje perdura hasta el presente, como ocurre con Flaubert o con Proust, liberados de la simplicidad de la novela francesa de entonces. Así, resalta la suntuosidad parnasiana de Carpentier, con su lenguaje hecho de luces y sombras, de vericuetos mágicos. Analiza la obra maestra de Vladimir Nobokov Ada o el ardor, una de las novelas más bellas y cuidadas de su época .La obra fue reconocida por los críticos ingleses y norteamericanos como una obra maestra, a diferencia de los críticos de otros países que tardaron en encontrar sus valores. Otro tanto ocurrió con Hermann Broch y La muerte de Virgilio y en España con Gómez de la Serna y Valle Inclán.

Mientras tanto, Latinoamérica se desperezaba de su larga siesta y escribía la segunda parte del Siglo de Oro, con Borges, Carpentier, Rulffo ,Lezama Lima, Guimaraes Rosa, o Hemingway con su mejor obra El viejo y el mar. En el libro, Faulkner –quien como lo manifestaron Camus y Malraux,”enalteció el género novelístico con un dejo de tragedia griega” está analizado por Abel Posse con perfección detallista y visionaria. También lo están Scorza,  la evocación de Severo Sarduy, el reconocimiento de la excelencia de Roberto Arlt-cuya obra, como la de Nietzsche o de Rimbaud ,parece tan actual como cuando fue escrita-y sus costados criticados, la evocación de Juan Rulffo que supo darle brillo a la literatura iberoamericana con uno dos libros: Pedro Páramo y El Llano en llamas. Evalúa a Cortázar, a quien trató en París y efectúa el análisis de su obra, en particular su inolvidable Rayuela. Entre otras menciones destacables del libro, se encuentran las semejanzas y diferencias entre Martín Fierro y Don Quijote, el idealismo y la originalidad de dos grandes. La transcripción de un revelador diálogo con Borges, Rilke y su mística de lo real (frase que parece una aporía), sus recuerdos y encuentros con poetas ya aludidos, particularmente Heidegger, estudiado –y recordado emotivamente-con maestría. Su encuentro con Cioran; Jünger y el nihilismo occidental y el universo de Nietzsche completan un libro brillante, emotivo y revelador. Si bien la sección destinada a los escritores argentinos e internacionales es parcial- notamos ausencias u omisiones de nombres importantes y reconocidos- no podía ser de otra manera tratándose de un tema tan amplio y subjetivo. Como compensación, son destacables los capítulos referidos a Emile Cioran y Francisco Umbral y el rescate estético de Conrado Nalé Roxlo. Resulta emotiva la alusión en Borges y yo al camino de la escritura como “el ascenso a una revelación materializada en los tres libros que se ubicaron en el centro de la vida del Escritor .Eran los libros de la voz, los libros que había esperado la mitad de su vida…”

Realmente, un autor que trata  temas y anecdotarios tan ricos en conocimientos y vivencias , merecería ser leído y valorado como corresponde. Pero el marketing , las simpatías y antipatías,  condicionan los merecidos reconocimientos. Ojalá llegue el día en el que se reflexione sobre su dicho “Acaso la literatura sea la verdadera crónica humana y la historia sólo una ficción” porque ella demuestra hasta qué punto ama este destacado escritor a la literatura, la filosofía, la vida, porque es un amor que compartimos los habitantes de este extraño país de la palabra escrita. 

 

Horacio Semeraro
horacio.semeraro@hotmail.com
 

 

Nota: Realizado en base a una nota del mismo autor publicada en La Gaceta Literaria de Tucumán.

Publicado por la Revista de Cultura “El grillo” Nº 60, Noviembre-Diciembre 2011

 

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