Trujillo ha inaugurado recientemente su I
Feria del Libro Infantil, realizada entre el 21 y 23 de junio en el Mall
Aventura Plaza de esa ciudad, al norte del Perú.
La organización de este certamen ha estado a cargo de la Dirección
Regional de Cultura La Libertad, contando con el apoyo de la Gerencia
Regional de Educación y de múltiples organismos públicos como de
empresas privadas.
La I Feria del Libro Infantil de Trujillo ha nacido para quedarse, como
lo ha prometido Teresita Bravo Malca, quien tiene bajo su
responsabilidad la Dirección Regional de Cultura La Libertad, mujer
joven, dinámica y poseedora de todo el empuje y el coraje para sacar las
cosas adelante.
El subtítulo de esta gran actividad lo expresa así: “La aventura empieza
con los libros”, lema bajo el cual han desfilado legiones de niños
conducidos por sus maestras y padres de familia, los mismos que han
participado en presentaciones de libros sesiones de animación a la
lectura, cuentacuentos, conciertos de música, títeres, como lectura de
cuentos a cargo se los propios autores de literatura infantil.
Toda ciudad que se precie, se respete y se quiera, deberá instituir su
feria anual del libro para niños, como acaba de dar ejemplo, digno de
imitar, Trujillo, ciudad enjundiosa de cultura y blasonada de tanta
historia vivida y ahora convertida en leyenda para los niños, tal y como
debe de ser la vida.
1. Tierno
y visceral
Si pensamos en quién o quiénes son las cumbres de la literatura infantil
en el Perú encontraremos a dos atalayas o alminares indiscutibles.
Ellos son: Carlota Carvallo de Núñez y Francisco Izquierdo Ríos, quienes
además fueron muy cercanos amigos y juntos emprendieron acciones de gran
envergadura y significado para el desarrollo de este arte para niños en
la mitad del siglo XX y décadas posteriores.
Sin embargo, el año 2010 celebramos el centenario del nacimiento de
Francisco Izquierdo Ríos y los homenajes que le rendimos fueron
multitudinarios, abarcando un congreso internacional. En junio del año
2011, se realizaron actividades abarcando una peregrinación a Saposoa,
su pueblo natal. Y este año, 2012, ya se anuncian diversos actos de
conmemoración.
En cambio, en al año 2009 se cumplieron cien años del nacimiento de
Carlota Carvallo y no hubo sino nuestro solitario acto de homenaje, que
lo seguimos ofreciendo a través de estas líneas conmovidas, como un
ritual en soledad, se preguntarán: ¿Por qué?
Porque Rutsí, el Pequeño Alucinado, es una obra suya fundacional de la
literatura infantil y juvenil peruana. Porque esta obra es en esencia y
presencia el Perú, porque trae o contiene el genio de la tierra, es
nuestra geografía dulce y a la vez implacable. Es lo tierno y visceral
del Perú lo que allí tiembla y aparece.
2. Shambi,
la niña
Rutsí, fue la primera novela y magna incursión de Carlota Carvallo en el
campo de la literatura infantil y juvenil, pues con esta obra ganó el
concurso para representar al Perú en la competición por el Premio de la
Editorial Farrar & Rinehart de New York, el año 1943.
En ella trepida, se estremece y exhala todo aquello que somos y que
Carlota recoge, penetra y se compromete con esa honda realidad y ese
destino supremo que nos ha tocado cumplir, de manera irrenunciable.
Rutsí es un travieso espíritu de la selva, un diminuto geniecillo de los
ríos, inquieto y burlón, quien ruega al padre río ser convertido en ser
humano para conocer la experiencia del mundo y tratar con Shambi, la
niña de la cual se ha enamorado.
Shambi es secuestrada, convertida en esclava y por quien Rutsí
incursiona en la gran ciudad de la costa a fin de lograr un remedio para
su mal sufriendo en este transcurso mil peripecias.
Finalmente Shambi antes de morir fue convertida por el padre río en una
maravillosa orquídea.
3. Hondo
y oculto
Rutsí..., es un recorrido por la geografía física, humana, social y
anímica del Perú, puesto que en todo su transcurso se cuentan leyendas,
relatos, historias, mitos, creencias y supersticiones y prevalece el
espíritu de la selva, la flora y la fauna de la Amazonía.
Rutsí… refleja el Perú con sus tres regiones, con sus dolores como con
sus esperanzas, con su gente real y con sus luces y sombras fascinantes
al fondo de las cuales palpita trémula una gran esperanza.
Bastaría con Rutsí, el Pequeño Alucinado, para hacer de Carlota Carvallo
una de las más destacadas escritoras de literatura infantil y juvenil de
América Latina, quien con otra de sus obras: Oshta y el Duende, obtuvo
el Premio Doncel de España.
Lo curioso es que Rutsí, el Pequeño Alucinado fue escrito por esta
autora en su diario personal, como una confidencia que se desahoga en un
diario íntimo.
Es un libro cuyo nacimiento es del mundo de adentro, del ámbito interior
y entrañable, de allí entonces que tiene todo ese secreto de lo que es
hondo y oculto, del subconsciente y del alma.
4. Amor
por el Perú
¿Cómo era entonces Carlota Carvallo para haber plasmado una obra como
esta?
Lo diré: era una persona que impresionaba por un rasgo muy especial,
cuál era su manera de escuchar: entre abierta, amplia e ingenua. Y
siempre que lo hacía cruzaba las manos sobre el vientre en una actitud
inocente, maternal y que todo lo adivinaba.
Era a la vez una persona graciosa, que se reía de muchas cosas, quien le
volvía a poner nombres a las cosas, y sobre todo a los platos de comida.
Era franca, sincera, muy directa al enfocar los asuntos de la realidad.
Le gustaba caminar por las calles de Barranco en donde residía.
De apariencia era alta, faz redonda y ojos grandes. Siempre usó el pelo
corto y era hermosa. Ella misma ha dejado un autorretrato donde deja
traslucir su vitalidad
Apreciaba los hechos y los temas significativos, nada de trivialidades.
Con un gran amor por el Perú y sobre todo por su gente.
5. Flores
del jazmín
Nació Carlota el 26 de junio del año 1909 en una casa situada en la
céntrica y emblemática Plaza Bolognesi, en el centro de Lima. Sus
nombres reproducen el de sus dos abuelas: Carlota y Clara. Y sus
apellidos son: Carvallo y Wallstein:
Una niña linda
vendrá a nuestra casa,
antes que en los campos
se dore el maíz,
antes que perfume
las huertas del mango
y cante en las tapias
el tuctupillín.
Y olerá su carne
como la magnolia
y será morena
como el capulí
y tendrá los ojos
como la vicuña
y el cuerpo tan fino
como el colibrí…
¡Ay la cuidaremos
a la niña linda
hasta de la brisa
que la pueda herir!
Haremos la cuna
cogiendo en el campo
plumas de las aves
flores del jazmín.
6. Cariño
a manos llenas
Cuando tenía apenas tres años de edad su familia se trasladó a la ciudad
costeña de Huacho, situada a dos horas si se viaja en ómnibus al norte
de Lima.
En aquel lugar su padre tenía que atender asuntos de negocios, aldea que
resultó fundamental porque le dio el sustrato para su creación
artística, al vivir en ella intensamente en contacto con la naturaleza y
la gente más auténtica.
Su padre era agente de aduanas, de ascendencia portuguesa y su madre era
de ancestros húngaros.
La casa en Huacho era amplia y en ella había profusión de animales,
árboles y flores, haciendo una realidad tan pródiga que coadyuvaron a
desarrollar la imaginación de la niña.
Fue en ese contexto que absorbió lo popular, el folclore, la visión de
un mundo amplio, rico y colmado de significados. También la noción de
que todo está por hacer.
Y, sobre todo, recibe el cariño a manos llenas tanto de sus familiares
como de la gente sencilla y hacendosa, cordial y con un sentido amplio y
positivo de la vida.
7. Pintar
la realidad
El pueblo y su contorno y el vivir en ese lugar intensamente, resultó
fundamental para su obra, tanto por la naturaleza en la cual se sumerge,
como por la gente con la cual comparte la vida a diario, así como por la
cultura popular que allí absorbe.
Pero ella, asimismo, es producto esmerado de la educación que le
prodigan sus padres. Estudió la educación primaria en un colegio privado
regentado por religiosas del lugar. La educación secundaria bajo la
dirección de maestros particulares, estudios que luego los revalida ante
un jurado especial de profesores.
Sin embargo, lo paradójico es que pese a esta acuciosidad, no alcanzó a
terminar formal y oficialmente sus estudios secundarios.
Un día formuló esta pregunta al autor de sus días, quien siempre estaba
atento a su lado:
– ¿Papá, los árboles se pintan hojita por hojita?
Aquel día su padre, quien se desvelaba porque su hija tuviera una
formación de primera clase, comprendió por aquella pregunta que su hija
le estaba formulando un anhelo, cual era acerca de cómo pintar la
realidad.
8. Dos grandes
maestros
Y esa misma tarde su hija tenía profusión de lápices de colores,
acuarelas, paletas, brochas, hojas donde dibujar. Y un caballete en su
sala de estudios, en el cual pintar.
Pero, sobre todo, tenía a su lado a una profesora de dibujo y pintura en
su propia casa.
Y tanto fue así en relación a su desempeño como pintora que a los 16
años convenció a su familia que ya era hora de trasladarse a Lima a fin
de estudiar en la Escuela de Bellas Artes y dar plasmación a su anhelo
de hacerse una artista de los bastidores, pigmentos y pinceles.
Ingresa así a este centro de estudios el año 1923 y es alumna de dos
grandes maestros de dicho arte: Daniel Hernández y José Sabogal.
Egresa en 1933 con las más altas distinciones y honores. Pero, al mismo
tiempo se le solicitan sus servicios como docente de esa institución. Y
pronto se hace cargo allí precisamente de los cursos de dibujo y
pintura.
Presentó su primera exposición individual en noviembre de 1934, cuando
tenía apenas 25 años de edad.
Y participó en muestras colectivas de pintura peruana realizadas en
Santiago de Chile, Caracas, México, Montreal y Estocolmo.
9. Mundo
infantil
El 27 de diciembre del año 1934 se casa con el hombre de letras, crítico
literario y docente universitario más destacado de su época.
Él es el doctor Estuardo Núñez Hague. Son testigos de su matrimonio los
maestros José Sabogal y José Antonio Encinas.
Trabajó luego como profesora en los colegios secundarios María Alvarado,
Sagrados Corazones, San Jorge, Prescott, y otros.
Nacen sus primeros hijos y empieza a escribir más por un sentido
maternal antes que por una motivación profesional, por querer contar
algo a sus siete pequeños, cinco hombres y dos mujeres.
Hay diez volúmenes inéditos de lo que ella fue escribiendo acerca de sus
hijos, una especie de diario de ocurrencias, anécdotas, expresiones y
reflexiones que ella anotaba minuciosamente.
En esta práctica no dejaba pasar más de tres días en que no se sentara a
recordar y redactar lo que había sucedido con cada uno de sus hijos.
Hay en este gesto la evidencia de que escribe más que por llegar a un
público, por la fascinación que a ella le produce el mundo infantil.
10. Profundidades
de alucinación
Aquella práctica y vocación también la siguió igual respecto a cada uno
de sus nietos. El diario que escribió acerca de estos últimos abarca
diez volúmenes.
En ellos aparecen anotados con toda nimiedad los pasajes más graciosos,
intensos y significativos de lo ocurrido a cada uno de los niños de la
casa.
¿No es esto ejemplar y extraordinario? ¿No es esto muestra de una
vocación entrañable?
Destaca en ella una prosa límpida sin rebuscamientos ni falsos atuendos,
con una naturalidad extraordinaria en los diálogos.
Sus creaciones tienen un sustrato muy peruano, pues su ambientación se
da en realidades propias y genuinas del país.
Tienen la mayoría de sus cuentos y novelas un basamento folclórico,
perteneciente a las regiones de costa, sierra y selva
Sus relatos no se deslizan en una superficie fácil ni suave sino sobre
abismos del alma humana.
Y en ellos se ensaya siempre un descenso a profundidades de alucinación
y pavor, de miedo y a la vez de esperanza.
11. El valor
de la existencia
Otras obras destacadas de su producción, son:
El Arbolito y Otros Cuentos, donde se festeja la mirada que el niño
tiene del mundo, cual es: limpia, vital y en contacto con todo lo que es
honesto y lleno de valores.
Donde sus personajes superan sus dificultades y encuentran entre ellos
el valor de la vida en armonía.
Cuentos de Navidad, colección de cuentos inspirados por una de las
festividades católicas más importantes y quizás la favorita de los
niños, donde Carlota Carvallo se aferra en esta serie de relatos
principalmente a la esperanza y a la vida.
La autora encuentra en esta fiesta no el consumismo que nos ha alejado
de su verdadero sentido, sino la ocasión de darnos cuenta acerca del
valor de la existencia y los profundos significados de esta.
En 1952 obtiene el Premio Nacional de Fomento de la Cultura en el área
de la pintura Ignacio Merino.
En 1964 recibe el premio Doncel de España, por su cuento “Ojo de plata”
de su libro: Oshta y el Duende.
En 1972, veinte años después de obtener el premio en pintura, es
galardonada con el Premio Nacional de Literatura Infantil José María
Eguren.
12. Con los ojos
de cristal
Participó a nivel internacional como miembro del jurado que concede a
nivel planetario el Premio Hans Christian Andersen.
En La Niña del Espejo y Otros Cuentos, colección póstuma de cuentos que
a cualquier entendido en la materia es lo cabal y suficiente para
entender por qué Carlota Carvallo es considerada una de las voces
mayores de la literatura infantil a nivel mundial.
Sus historias nos conmueven por la esencialidad de sus temas, pero
además por la emoción y la calidad de su prosa y la presencia eficaz de
lo maravilloso en su narrativa, donde se funden la realidad y la
fantasía que nunca como en ella se imbrica, suelda y resana de manera
tan cabal.
Pero compuso también poesía, como he aquí una muestra:
Michirrita, Michirrona
mi gatita juguetona,
con los ojos de cristal,
no me muerdas,
no me arañes;
es mejor
que me acompañes
y empecemos a jugar.
13. Allí
tienen vida
Asimismo, escribió teatro. En su inicio lo hizo, declaró ella, para
deleitar a los amiguitos de sus hijos en sus cumpleaños o en las fiestas
que se realizaban en alguna casa. Ella misma, entonces, modelaba sus
propios muñecos de títeres: duendes, reyes, polichinelas, como este
Cachivache que en su obra de teatro “La Tacita de Plata”, se expresa
así:
¡Oh! allí todo el mundo se siente feliz
Verás los juguetes que dejan tirados
Niños que en la tierra son desordenados…
Trompos y muñecos, cosas y animales,
Allí tienen vida como los mortales.
Soldados de plomo, que libran batallas,
Cuidan el palacio desde las murallas.
Las muñecas finas en cajas lujosas,
Son allí señoras nobles y orgullosas,
Y las muñequitas de trapo cosidas
Son niñas del pueblo, pero más queridas…
Obtuvo tres premios de teatro escolar promovidos por el Ministerio de
Educación del Perú. Y tres premios en el concurso anual que convocaba
con tanto rigor el Teatro Universitario de la UNMSM, que dirigía el
maestro Guillermo Ugarte Chamorro.
14. Periodismo
para niños
En el campo del periodismo su ingreso es como caricaturista entre los 18
y 25 años, en las revistas “Semanal” y “Hombre de la Calle” dirigidas
por Federico More, así como en la Limeña, dirigida por Rosa Porras.
Hizo periodismo para niños.
Fundó y dio estructura a la revista Urpi, que significa en idioma runa
sini: paloma, por eso a ella la llamamos, en este homenaje a su memoria,
urpicha, es decir palomita.
Aquella revista Urpi se editaba y distribuía semanalmente como
suplemento del diario La Prensa.
De esta revista se editaron 49 números entre los años 1974 a 1975, y fue
muy importante por las siguientes razones:
– En ella se presentaban creaciones literarias de niños de todo el
ámbito nacional, quienes enviaban composiciones literarias así como
correspondencia, la misma que en la mayoría de casos se publicaba.
– Se presentaban dibujos de niños, en impresión a todo color.
– Se daba a conocer el país mediante una serie titulada: “Viajando por
el Perú”.
15. Significado
mayor
Además:
– En la revista Urpi se presentan amenidades, inventos, creaciones. A
través de ella se organizan certámenes de dibujo y pintura para niños.
– Se presentan vidas ejemplares de hombres ilustres.
– No faltan las tiras cómicas, ni páginas sobre ciencias.
– Se logra la colaboración permanente de los escritores más destacados
de la literatura infantil.
– Se logra un excelente desarrollo gráfico con la participación del
plantel más destacado de dibujantes para niños, como son: Rosario Núñez,
Jesús Ruiz Durand, Nobuko Tadokoro.
Es decir, abarca todo lo que de algún y otro modo tiene que ver con la
formación y desarrollo del niño.
Con ello, y de ese modo, se logra movilizar a los niños y hacerlos
participar en este órgano informativo cuyo significado mayor es el
dejarnos la evidencia de que su hechura es obra colectiva de los niños y
algunos excelentes adultos.
Pero, sobre todo, que puede haber un periodismo para niños de
extraordinaria factura y envolvente en cuanto al entusiasmo y la
participación.
16. Sitial
imperecedero
Pero no solo eso, Carlota Carvallo fue compositora de piezas musicales
de amplia difusión. Y de canciones destinadas a los niños.
La base para poder hacerlo es que tocaba el piano y las melodías las
susurraba en los oídos de sus propios hijos para hacerlos dormir.
Narradora, poeta, dramaturga, promotora, periodista, compositora
musical, madre y maestra, Carlota Carvallo es una paleta de colores
múltiples o un diapasón de variados arpegios; es decir una intelectual
completa, íntegra, totalizante y totalizadora.
Es una de las grandes escritoras de nuestro pueblo, como también una de
las mujeres más destacadas de nuestra historia, personaje sobresaliente,
legendario y mítico si pensamos que ella ahondó en el folclore y se
adhirió a lo más auténtico de nuestra cultura.
Quien unió realidad y fantasía, creatividad y pedagogía, vida académica
y cotidianeidad compulsiva, aspectos caseros y proyecciones sublimes
hacia una entelequia o realidad imperecedera, como es el arte, ámbito en
el cual ella ha logrado un sitial imperecedero.
17. La liberó
de los prejuicios
Carlota Carvallo de Núñez escribió literatura infantil cuando esta era
considerada una expresión menor, desdeñable e ínfima, frente a la
literatura “seria”, “cabal” o “adulta”, la misma que era dirigida, se
supone, para un público letrado y “selecto”, y aquella otra para un
público por lo menos dudoso e incierto.
¿Cómo están de deformadas las realidades, no? La literatura infantil era
considerada ordinaria, pueril y de tercer orden, como se consideraba
también que eran los niños.
En tal contexto, su obra, junto con las de Francisco Izquierdo Ríos,
Luis Valle Goycochea, Abraham Arias Larreta y otros, cambió la opinión
con la que los círculos académicos tachaban a la literatura infantil.
Fue la calidad de escritura de estos autores el factor principal que la
liberó de los prejuicios y recelos con la que se la había tratado hasta
ese entonces.
Por eso, la obra de Carlota Carvallo empieza planteando una separación
de la nueva literatura infantil con aquella al servicio de las buenas
intenciones, llena de lugares comunes y prédicas moralizantes.
18. Emociona
y cautiva
Ella decidió hacer arte para niños sin utilitarismo: piezas literarias
hermosas y límpidas, donde cupieran los asuntos más acrisolados del alma
humana.
Se impuso escribir sin facilismos ni concesiones a los propósitos
funcionales, tampoco para instruir en tal o cual aspecto de la realidad,
ni siquiera por altruismo.
Este cambio de sensibilidad al momento de escribir para niños fue
radical y de un enorme poder transformador hacia quienes eran devotos
seguidores de su trabajo.
A partir de entonces, se escribe para los niños planteándose temas,
asuntos y problemas que los motivan a preguntarse sobre el ser, nuestro
lugar en el mundo y sobre las incógnitas de la vida.
Para ello, Carlota Carvallo utilizó un lenguaje claro, terso y sencillo
que no confundiera el logro estético adocenándole figuras rebuscadas o
adornos innecesarios.
Su prosa y su verso fluyen de una manera fina, con riqueza musical y
plasticidad en la imaginación que conmueve, emociona y cautiva.
19. Bueno
y valioso
Temáticamente, la autora escoge dos vertientes de inspiración, cuales
son: el folclore, por un lado, y la pura imaginación y fantasía, libre
de ataduras, por otro.
En su rico y prodigioso universo narrativo presenta personajes de la
costa, del ande y la amazonía, llenos de vitalidad, de carisma y todos
ellos decididos a cumplir su destino, si es posible enfrentándose a
riesgos supremos.
Los desafía casi siempre con problemas que rescatarán sus sentimientos,
cualidades y valores más auténticos.
Utiliza la imaginación no como un refugio para distraer al niño de su
realidad sino para volver a plantearla, renovada por la reflexión.
Muy lejos y ajenos quedan en su universo narrativo los estereotipos de
su época.
Así, nos demuestra su amor por los niños, al dedicarles una obra llena
de franqueza y solidaridad, escrita desde sus plenas y cabales
convicciones, pero asumiendo aquello que siente bueno y valioso para
todos.
20. Guarda
semillas
Sus obras sorprenden y maravillan porque nos planteen problemas
esenciales de la existencia y el destino que hay que encarar sobre la
faz de la tierra. Así:
Ya viene el viejo
muy paso a paso…
Guarda semillas en un bolsón.
Dicen se lleva
a los chicos malos.
Pero mentira es un buen señor…
Yo soy valiente
y una mañana,
de mi ventana le dije: “¡Adiós!”
Y él muy amable,
movió su mano
y sonriendo me contestó…
Todo es mentira
de la Rufina.
¿No ha de llevarnos
verdad, mamá?
Y el pobre viejo
de las semillas
me ha sonreído,
¡mi amigo es ya!
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