Instituto del Libro y la Lectura del Perú y Capulí, Vallejo y su tierra |
18 de agosto |
1. Amante mítico
El poeta César Calvo murió el 18 de agosto del año 2000, cuando yenía 60 años, pero fue como si muriera un adolescente o un poeta siempre joven; y esto indudablemente porque su espíritu era esencialmente de júbilo, exaltación y de brazos abiertos.
2. Tremolando
Maya, la esposa de Ricardo Luna, embajador del Perú en Estados Unidos, contaba que cuando lo alojaban en su departamento de Londres era increíble la atracción que ejercía a las hermosísimas muchachas inglesas que pasaban por la avenida central, hasta donde él bajaba del piso en que vivían justamente para hacer esa caza diaria de amor y seducción.
3. Pedestal para nadie
Sin embargo, este poeta carnívoro e insaciable tenía niveles más profundos que aquella aparente sinvergüencería y frivolidad.
4. Un trapecio vacío
El poema se titula: “Para Elsa, poco antes de partir”. Y es de aquellos que se escriben al borde de un abismo, en la orilla más cruel del desamparo, donde el decurso ya no se da como una prolongación de algo sino como una cuerda que se rompe o como un cuchillo que cercena y que divide.
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Porque vivo hace siglos en
el aire |
5. En la noche infinita
Un trapecio vacío es lo mismo a decir: una huida, un caer a plomo, un vendaval.
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Porque
cruzo los días como un puñal la cara del que huye,
Porque
escribo estas líneas no solamente con mi vida
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6. El vino fúnebre
Aquí sobresale trémula esa voz que mendiga y suplica, confidente y coloquial a veces; y otras en bramido, herida el alma, como un oleaje hablando y hablando, un corazón que palpita en la mano.
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ayúdame a quedarme cuando
me encuentre lejos En todo cuerpo que mis manos conduzcan a la hoguera, en todo cuerpo que mis manos alejen de la orilla, tú seas el reverso de esa inútil victoria, la única copa que no desdeñe después del vino fúnebre |
¿Quién es el reverso de toda inútil victoria? ¿Cuál es la única copa que no hemos de desdeñar después del vino fúnebre?
7. Ayúdame
O son todos estos hechos, seres y fantasmas juntos. Es el centro de todo y la aventura suprema: |
Nada
puede aprisionar el viento sino la libertad
Ayúdame
a prescindir de esos fantasmas que amo |
¡Ayúdame, ayúdame!, es la imploración de quien carga el peso del mundo. A la vez es el recuento de todo lo vivido que estalla en una despedida, es el testamento ológrafo, las imágenes que invaden nuestra mente segundos antes de morir.
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Porque
yo he recorrido las colinas de Francia Y
he cruzado el Pont Neuf con los ojos vueltos Los
días pasan por tu rostro como una cicatriz |
9. La sed en tu cuello
¿No se siente acaso el terrible trance de la bifurcación de caminos que se mezclan y apartan? ¿Y la separación de las aguas y de las almas que en algún momento se han querido? |
Me había olvidado de algo
tan simple y verdadero como beber un vaso de agua, levantarme en la sombra de los cuartos prestados, dejar correr el tiempo todavía entre sueños y luego despertarme con la sed en tu cuello Me había olvidado que la vida también está hecha de todos estos ínfimos, esos heroicos acontecimientos que se cumplen a tientas entre un cuerpo desnudo y otro cuerpo desnudo, entre el cauce del río y el vaso de la boca |
¿En qué abismo se encuentra para haberse olvidado hasta de algo tan simple y verdadero como beber un vaso de agua?
10. Olvido
Quizá en aquel punto muerto, en donde a veces caemos, en donde la vida y la muerte ya no importan nada, trepados en el arco y la flecha de lo inútil, o en la ola de la peor amargura. De pie en el trapecio que se mece en el vacío, yendo y viniendo, mientras abajo el agua se hace espuma y brama el torrente: |
Me había olvidado de
escribir simplemente, como quien bebe o ama, sin que el Olimpo se me suba a la cabeza Me había olvidado que un poema se prepara con minuciosa alegría como un regalo que ya nadie espera, y se moldea con urgencia y violencia, con irrepetible, con irremediable ternura, como hacerle el amor a una mujer que va a morir mañana Me había olvidado que te vas a morir mañana Ayúdame a ser el caminante que no pide nada Me había olvidado que me voy a morir mañana que no pide nada sino un poco de camino ..... pero que yo no me dé cuenta ..... que no husmee tu mano me había olvidado el receloso animal que me habita ..... |
11. Abierta la puerta |
...ayúdame a no olvidarte y la pesada piedra que me amarra hacia el fondo sea una pompa de jabón, las alas de un dulcísimo castigo Ayúdame a ser el caminante que no pide nada sino un poco de camino, un tronco de sombra junto al fuego Pero que yo no me de cuenta, que no husmee tu mano el receloso animal que me habita el desolado animal que me habita en la noche y en el día deja abierta la puerta para que tú regreses o me vaya |
¿A quien tiende sus brazos? A aquello que aviva o apaga la vida. A una mujer.
Lo evidente es que comprobamos en toda la poesía de César Calvo, y especialmente en este poema, que la mujer es sobre todo para él una compañía fundamental y protectora en el intento de cruzar el infierno, como sombra amada, añoranza e ideal.
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Ayúdame a quedarme cuando
me encuentre lejos cuando me encuentre lejos de la memoria que me devuelves sin proponértelo como quien llena un vaso de agua simple y en el gesto de su mano extendida caben todos los mares ..... Ayúdame a quedarme cuando yo haya pasado cuando yo haya pasado sobre el papel en blanco como un cuchillo por el rostro de estos días en donde tú ya eres la sonrisa que insiste cuando los labios cesan El mar se abrirá entonces y ha de pasar en medio de las olas ese niño indefenso y en su mano nosotros como el último fósforo |
13. Lo que nunca ocurrió
Para Elsa, poco antes de partir, es su carta de navegación, la confesión de su último enigma y uno de los poemas más hermosos e intensos de la poesía universal.
Y, como una marca de fuego y dolor a esta cita, quiero poner otra inscripción que es el reverso de esta medalla, cual es esta otra enunciado o confesión, que conmueve profundamente por su significado y por venir de quien viene, y porque corrobora lo que decíamos antes: que la mujer amada pudo ser solo una sombra en el muro y un vacío en el alma, mucho peor de aquello que más ocurre y duele tanto: la felicidad que se esfuma entre las manos. Dice él:
14. Campana de palo
Él tenía todas las condiciones para ser un personaje envanecido y soberbio, desenvolverse como un favorito del sistema, un despectivo y áulico arrimado al poder señorial y virreinal que subsiste e incluso ahora tiene aún más mando e imperio en nuestro medio.
15. Ser genuino
Sin embargo él, pese a que su columna no entraba a prensa, la seguía haciendo puntualmente.
Por eso, muy pronto se apartó del mundo complaciente, hedonista y maloliente de las relaciones públicas en función de cofradías, de favores que se prestan o se alquilan.
16. No debió haber muerto
Muy pronto se curó de no inquietarse por ostentar un premio, ni tener un programa en la televisión para desde allí sembrar obsecuencia e impostura.
17. Todos juntos
Meses ante de su muerte se tuvo que recurrir a una colecta pública para curarlo de una enfermedad al oído.
18. Cargan su ataúd
Y luego, en aquel sitio adonde ha llegado su heroico catafalco ha sido cargado por los grandes de nuestra patria que lo han acogido emocionados como hermano de batalla.
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Danilo
Sánchez Lihón
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