1. Propósitos y destino
El año 1982 fui invitado al Primer Encuentro Americano de Especialistas
en Lectura y a las Séptimas Jornadas Argentinas de Lectura, programadas
para realizarse ambas actividades en Buenos Aires, entre el 20 y 24 de
septiembre de aquel año.
Al consultarme el tema que abordaría en mi conferencia mi respuesta fue:
«Niveles de comprensión lectora». Y no porque supiera algo o mucho
sobre ese tema ni porque tuviera ideas bien estructuradas, novedosas o
impactantes, o porque hubiera acumulado experiencia sobre el asunto; ni
mucho menos porque tuviera ya algún escrito listo y bien elaborado.
Era porque el concepto, y más aún la frase, rondaban siempre en mi mente
y principalmente porque pese a venir trabajando desde hacía años sobre
el tema de la lectura, no conocía nada todavía sobre los niveles de
comprensión lectora y ya era hora de que lo supiera. También, porque
consideraba que era fundamental manejar ese conocimiento para orientar la
lectura de modo preciso y eficaz.
Además, porque a mí me pareció siempre que la lectura era una actividad
no horizontal sino con altibajos y relieves; con escalas y graduaciones;
con facetas diversas y hasta accidentes en su realización; como una
travesía incitante, misteriosa y llena de suspenso. Viaje en que no solo
llegamos al centro de una ciudad sino que en el recorrido encontramos un río,
una llanura, casas desperdigadas a la vera del camino o pueblos por donde
nos lleva la ruta, pero también de repente hay el encuentro de lo
inesperado y donde los propósitos, destino y manera de ser de cada uno de
los pasajeros son únicos, diferentes e impredecibles.
Tres meses antes de viajar me dispuse a estructurar y redactar el tema de
mi conferencia. Pero, cuál sería mi sorpresa, asombro y estupor al no
encontrar nada ordenado y claro que se hubiera escrito sobre la materia.
Pese a que laboraba en el Centro Nacional de Documentación e Información
Educativa, organismo que formaba parte de la estructura del Instituto
Nacional de Investigación y Desarrollo de la Educación, INIDE, en donde
contábamos con las colecciones más actualizadas y exhaustivas acerca de
todos los tópicos educativos y pedagógicos, la verdad es que ubiqué muy
poco de bibliografía que fuera pertinente.
Incluso, en los principales repositorios de microfichas de América
Latina, USA, Canadá y España no ubiqué prácticamente nada sobre el
tema, así como tampoco colegas míos dedicados al campo de la lectura, y
a pedido mío, pudieron conseguirme algo significativo sobre el asunto.
Conclusión: no había ninguna claridad y nada estructurado acerca de los
niveles de comprensión lectora. Lo tratado sobre el tema era escaso,
disparejo y confuso. No existía ni sistema ni taxonomía ni por último
planteamientos acerca de todo ello.
Como el compromiso estaba hecho y los programas publicados tuve que hacer
un esfuerzo por ordenar, precisar y proponer una tesis y una estructura
acerca de este campo.
2.
Lectura total y libre
Viví semanas tensas antes del viaje para participar en dicho certamen
tratando de perfilar una explicación y de desentrañar lo poco que se había
intuido sobre el tema.
Gran parte de lo que se podría decir serían necesariamente intuiciones,
reflexiones y, a lo más, proponer un intento de sistematización. Llegar
a desbrozar este campo fue un trabajo arduo, sufrido y agotador.
Con ese bagaje asistí y cada minuto anterior a mi exposición era
intentar dar orden y precisión al material y a las ideas que sobre lo señalado
se podrían decir y sustentar.
Fue una recompensa muy grande eso sí el beneplácito de la comunidad académica
allí reunida al escuchar la exposición, así como posteriormente los
comentarios y el reconocimiento entusiasta por las propuestas que presenté
en sesión plenaria y ante un público de especialistas de América
Latina. Posteriormente la ponencia se publicó en parte en el Nº 4, Vol.
4, del año 1983, de la revista «Lectura y Vida», de la Oficina para América
Latina de la International Reading Association, IRA.
Han pasado más de 25 años de dicha participación y cada día recibo más
consultas de personas interesadas que vienen investigando sobre este
importante ámbito. Y, sobre todo, aplicando el modelo que expusiera en la
oportunidad referida.
El Ministerio de Educación del Perú ha sintetizado en tres la escala que
yo diseñara, haciendo constar que la extrae del trabajo mío, explicando
que hace dicha síntesis por razones de orden pedagógico, usando un
lenguaje más asequible y con el fin de que los maestros cuenten con una
herramienta funcional, simple y directa que no presente mayores
dificultades en su aplicación.
En la normatividad pedagógica del Perú se han resumido los siete niveles
que yo propugno en tres dominios, cuales son:
1) Nivel de análisis,
2) Nivel de inferencia, y
3) Nivel crítico–valorativo.
Debo hacer hincapié en que ya antes el profesor Wilfredo Gonzáles Flores
hizo parecida adecuación, comunicándome acerca de ello y haciendo
constar en sus libros la fuente de donde extraía las nociones básicas
para su planteamiento.
La preocupación por los niveles de comprensión lectora estará siempre
bien en la perspectiva de formar lectores libres, intensos y entusiastas.
El objetivo valedero en este espacio es lograr que la lectura sea una práctica
asumida por niños, jóvenes y personas en general, de manera natural.
feliz y espontánea.
En tanto utilicen el máximo de su sensibilidad e inteligencia en consumar
el hecho verdaderamente prodigioso de la lectura viva y libre, el enfoque
de la teoría y práctica de la lectura será siempre bienvenida porque de
ser así será cabal y acertada.
3.
Los niveles de realización de la lectura
Ahora bien, la lectura es un proceso por el cual el lector percibe
correctamente los signos y símbolos escritos, organiza mediante ellos lo
que ha querido decir un emisor, infiere e interpreta los contenidos allí
expuestos, los selecciona, valoriza, contrapone y aplica en la solución
de problemas y en el mejoramiento personal y colectivo.
Es decir, la lectura es un proceso dinámico, continuo y diferenciado, en
el cual hay facetas y estadios nítidamente definidos, diferentes unos de
otros, y hasta contrapuestos, en donde interactúan: lector, texto y
contexto.
Los niveles que adquiere la lectura se apoyan en las destrezas graduadas
de menor a mayor complejidad, hecho que a su vez supone la ampliación
sucesiva de conocimientos y el desarrollo de la inteligencia conceptual y
emocional y las múltiples inteligencias identificadas y no identificadas.
De allí la necesidad de cultivar habilidades de comprensión por ser éstas
fundamentales en todo el proceso de asimilación de la lectura.
El desarrollo del lenguaje es un aspecto fundamental en el aprendizaje, en
la evolución y en el dominio pleno de la lectura. El lenguaje oral y el
lenguaje escrito de la persona guardan una relación casi simétrica, así
como ambos tienen correspondencia con el cúmulo de experiencias que
alcanza a desarrollar la persona humana.
Los niveles de realización de la lectura que identifico y preciso son los
siguientes:
– Literalidad
– Retención
– Organización
– Inferencia
– Interpretación
– Valoración
– Creatividad
Sin embargo, debemos advertir que un debido y auténtico proceso de
aprendizaje de la lectura empieza con el nivel de la creatividad y avanza
progresivamente por el orden inverso al que he anotado hasta llegar a la
literalidad. Y es así porque la creatividad es el nivel de textos libres,
abiertos y connotativos, que se dan en la literatura infantil, aquellos
que deben estar al inicio del proceso de aproximación del niño o la
lectura debiendo incorporarse en esta realización toda práctica de la
lectura en su fase de oralidad.
Los siete niveles de comprensión lectora que hemos enunciado se ordenan
en tres grandes momentos o etapas del proceso.
Nivel textual, o de análisis, integrado por los niveles: literal, de
retención y organización.
Nivel inferencial. Único.
Nivel contextual, o de síntesis, que integra el nivel de interpretación,
valoración y creatividad.
Para apreciar la densidad y complejidad de cada uno de estos niveles basta
decir que la alfabetización, ardua y laboriosa, abarca uno solo de los
niveles, cual es el de la literalidad.
4. Niveles: descripción e indicadores
A continuación presento una breve descripción de cada uno de los niveles
y los indicadores que los caracterizan, los mismos que sugieren a su vez
preguntas para elaborar tes de comprensión lectora, adecuándolos al
universo poblacional que se desee diagnosticar.
La aplicación de esta sistematización es de las más prometedora puesto
que nos permite conocer el nivel de realización de la lectura sea de
personas individuales como de grupos o colectivos sociales, a fin de
reorientar nuestras acciones en el aula o en cualquier otro espacio público
cuando se trate de comunidades más amplias.
A. NIVEL TEXTUAL
Literalidad
Decodifica los signos escritos de la palabra convirtiendo lo visual en
sonoro y viceversa. Recoge formas y contenidos explícitos del texto.
– Transposición de los contenidos del texto al plano mental del lector.
– Captación del significado de palabras, oraciones y cláusulas.
– Identificación de detalles.
– Precisión de espacio y tiempo.
– Secuenciación de sucesos.
Retención
Capacidad de captar y aprender los contenidos del texto.
– Reproducción de situaciones.
– Recuerdo de pasajes y detalles.
– Fijación de los aspectos fundamentales del texto.
– Acopio de datos específicos.
– Sensibilidad ante el mensaje.
Organización
Ordena los elementos y vinculaciones que se dan en el texto.
– Captación y establecimiento de relaciones.
– Descubrimiento de la causa y efecto de los sucesos.
– Captación de la idea principal del texto.
– Identificación de personajes principales y secundarios.
– Reordenamiento de una secuencia.
– Resumen y generalización.
B. NIVEL INFERENCIAL
Inferencia
Descubre aspectos implícitos en el texto.
– Complementación de detalles que no aparecen en el texto.
– Conjetura de otros sucesos ocurridos o que pudieran ocurrir.
– Formulación de hipótesis acerca de los personajes.
– Deducción de enseñanzas.
C. NIVEL CONTEXTUALInterpretación
Reordena en un nuevo enfoque los contenidos del texto.
– Formulación de una opinión.
– Deducción de conclusiones.
– Predicción de resultados y consecuencias.
– Extracción del mensaje conceptual de un texto.
– Diferenciación de los juicios de existencia de los juicios de valor.
– Reelaboración del texto escrito en una síntesis propia.
Valoración
Formula juicios basándose en la experiencia y valores.
– Captación de los sentidos implícitos.
– Juicio de verosimilitud o valor del texto.
– Separación de los hechos y de las opiniones.
– Juicio acerca de la realización buena o mala del texto.
– Juicio de la actuación de los personajes.
– Enjuiciamiento estético.
Creación
Reacción con ideas propias contrastando las ideas que ofrece el texto a
situaciones parecidas de la realidad.
– Asociación de ideas del texto con ideas personales.
– Reafirmación o cambio de conducta.
– Formulación de ideas y rescate de vivencias propias.
– Planteamientos nuevos de elementos sugerentes.
– Proposición de títulos distintos para un texto.
– Aplicación de principios a situaciones parecidas o nuevas.
– Solución de problemas.
5.
Niveles de comprensión lectora y textualidad
He aquí, a continuación, una pirámide invertida en la gradación de
niveles y su relación con el texto y el contexto, puntos de apoyo o
referencia en todo este desenvolvimiento:
1. ANÁLISIS (Texto)
– Literalidad (Análisis de los elementos) TEXTUALIDAD
– Retención (Análisis de la organización) INTRATEXTUALIDAD
– Organización (Análisis de la organización) INTERTEXTUALIDAD
2. INFERENCIA
– Inferencia (Inducción) EXTRATEXTUALIDAD
3. SÍNTESIS (Contexto)
– Interpretación (Comparación) SUPERTEXTUALIDAD
– Valoración (Juicio) TRANSTEXTUALIDAD
– Creación (Práctica) TRASCENDENCIA
Texto es textura, tejido y entramado. Y así como hay redes lingüísticas
hay diversidad de otras urdimbres que entrelazan signos y símbolos como
por ejemplo la naturaleza y en ella hasta la hoja de una planta o el pétalo
de una flor. Una calle o un paisaje son textos. Hasta la vida en sus múltiples
manifestaciones.
En un texto escrito hay palabras articuladas formando oraciones, las
mismas que se integran en otros valores semánticos al engarzarse formando
párrafos que tienen un orden, una jerarquía y estructura con su propia
secuencia. Comprender textos es también poder desmontar toda esta
arquitectura.
Estos ejercicios cubren una fase de la lectura que se centra más en lo
denotativo de un enunciado o un conjunto de ellos. Lo connotativo está
fuera del texto, con lo cual se establece una relación pero en donde lo
preponderante no es dicho vínculo. Lo connotativo más se da ya no en el
texto sino en la mente y en el alma del lector de manera expansiva y
libre.
6. Análisis y síntesis
Tres son las operaciones intelectuales y emocionales básicas que apoyan
el proceso de comprensión lectora, cuales son: el análisis y la síntesis;
y, entre ambas, la sutil y alada inferencia.
a) El análisis
Abarca el análisis en lectura tres niveles de comprensión lectora:
– Literalidad
– Retención y
– Organización
Interesa en él cada elemento del texto y la relación semántica que
hacen una totalidad, la conexión entre las partes, la coherencia al
interior del texto, los vínculos entre los componentes y cómo estos se
organizan.
El nivel de análisis no puede ni debe reducirse a la literalidad puesto
que aquel engloba lo que es retención y organización, y con ello
la construcción y desconstrucción del universo textual.
Tampoco se ocupa de los segmentos del texto sin integrarlos ni dejar de
interesarse por la totalidad. Abarca las relaciones que se dan en aquel
espacio que para el análisis es un mundo cerrado donde todo lo que se
asume está dentro y no fuera de él.
– Precisa la organización de los componentes.
– Subraya el fraccionamiento del todo en sus partes
– Destaca las relaciones prevalecientes entre dichas partes.
– Separa lo esencial de lo secundario, lo dominante de lo subordinado.
– Precisa la ubicación exacta de un elemento dentro de la estructura.
– Señala qué elemento es principal y cuál es secundario dentro del
conjunto.
OPERACIONES
1. Análisis de los elementos.
2. Análisis de las relaciones.
3. Análisis de la organización.
b) La síntesis
Operación mental y anímica de la mayor importancia y hasta excelencia
que une mundos y realidades diferentes; fusiona contrarios y opuestos en
una perspectiva nueva, vinculando lo estable e inconmovible que ofrece el
texto con la realidad inmediata, huidiza y efímera.
Junta el mundo del texto con la vida del lector y con la circunstancia
inmediata que se vive e interesa transformar.
La síntesis en lectura lo integran los niveles de:
– Interpretación
– Valoración y
– Creatividad.
Se dice que la historia avanza con una proporción de un océano de análisis
y apenas un milímetro de síntesis, queriendo significar con ello lo
valioso y trascendente de la síntesis, que cuando se produce de modo
trascendente devienen aquellos cambios de paradigmas que hacen posible los
saltos cualitativos que resultan revolucionarios en la historia humana.
– La síntesis combina elementos o partes, hasta constituir una nueva
estructura original e inesperada.
– Combina experiencias previas con el material nuevo integrándolo en un
todo.
– Implica la posibilidad de estudiar un todo para llegar a comprenderlo
mejor.
FASES Y OPERACIONES:
1. Comparación.
2. Generalización.
3. Abstracción.
4. Concepto.
5. Juicio.
6. Práctica y aplicación a la realidad
7.
La inferencia, concepción y práctica
Deviene del método inductivo que de la observación y estudio de los fenómenos
hace ascender el nuevo conocimiento, noción o entendimiento de los seres
y las cosas.
Aquí, es el proceso de comprensión lectora mediante el cual se induce y
desprende algo del texto, detalle que no estaba explícito pero que es
inherente, que está inmerso y relacionado directamente al texto.
Mediante la inferencia se extrae, devela y aclara algo que estaba
contenido aunque velado y oscuro en un escrito. Derivamos algo espontáneo
y pertinente del texto, refiriéndose a aspectos que están allí,
pero no de manera clara. En cambio, el nivel siguiente en el proceso de la
lectura, el nivel de la interpretación, se aleja del texto al punto de
poder contraponerse a él y hasta negarlo y destruirlo.
Ejemplos de inferencia en relación al poema Masa, de César Vallejo:
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