Instituto del Libro y la Lectura del Perú, y Capulí, Vallejo y su Tierra |
Marzo, mes del agua y los pastores |
“MARZO:
Este mes
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1. El cerro ya no podía vivir sin mirarla
Antes estos cerros no estaban uno junto al otro, sino separados.
Pero un día, ese cerro grande asistió a una fiesta y se quedó contemplando maravillado a esa colina párvida cuando bailaba.
2. Él la protege de todos los vientos y de todas las heladas
Mañana y tarde él se asomaba a contemplarla, sin saber que al hacerlo se encendía en brillos y fulgores que ella, más que nadie, advertía complacida.
3. Se tambalean en el puente de colores del arco iris
Cuando la neblina trepa por ese lado, ella aprovecha para pasar su ganado de una a la otra banda.
Mientras, ella va tocando, con una dulzura infinita, una tonada cristalina en su cuerno de oro.
Arriba, en el cielo azul los celajes son rebaños que plañen y en sus revoltijos contienen todos los matices, texturas, sonidos y aromas.
3. Alfombras de flores que se tienden en el suelo
Y todo eso ocurre ante el asombro y prodigio que se eleva y se hunde en lontananza.
Algunos son vellones de ovejas trasquiladas que buscan sus majadas vagando dispersas.
Sin saber que con sus hebras de colores los pastores vamos tejiendo los arco iris y las alfombras de flores que se tienden en el suelo al paso de las procesiones.
Cuando la pastora ve que la neblina se va despejando tiene el temor que ojeen a sus animales tiernos. Entonces silba y todos corren y entran por la boca de la cueva, donde ella los guarece.
4. Caen sus cabellos negros por su frente de alhucema y sus pechos de azafranes
La puerta por donde se ocultan está detrás de esa quebrada, junto a aquel riachuelo.
Allí ella se baña y peina sus cabellos negros que caen por su frente de alhucema y sus pechos de azafranes.
Cuando eso ocurre, el cerro le toca su tambor para ocultarla, por eso nosotros desde aquí lo sabemos.
De día, en ese sitio se ve una piedra grande en forma de carnero. Es Ylla, la guaca encantada, la cabeza del ganado que guía y después se queda vigilando afuera.
Ylla ¡es el enlace entre el mundo de adentro y el otro de viento!
Pero pronto el monte vuelve a cubrirse de neblina. Entonces se escucha la chirimía y se ven los cintillos de colores de las ovejas que salen con su pastora.
5. Rebaños que se ocultan allí dentro vivos y a la vez embrujados
Y, otra vez el ovillo de colores se lanza hacia arriba.
Hay vellones que se han vuelto fantasmas ululantes que se alejan hacia una luz difusa que apenas se esboza en el horizonte, recogiendo de alguien sus latidos o su vida.
En días despejados, la gente se acerca hasta Illa llevándole adornos, regando con chicha la piedra para que su ganado sea como el hermoso ganado de esa pastora.
Rebaños que se ocultan allí dentro, vivos y, a la vez, embrujados.
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Danilo
Sánchez Lihón
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