El
tema de la literatura infantil en relación a la literatura adulta –o
adulterada, suelo llamarla, porque si resulta prohibitiva para todo
aquello que caracteriza al alma infantil ya no es auténtica
literatura– es terreno peligroso. Este es campo minado, que hasta
ahora se ha evitado cruzar a fin de no ser devorado por sus aguas
estancadas, movedizas o turbulentas. O por las víboras que se agazapan
en los lugares poco frecuentados y que con breñales.
Quizá lo recomendable incluso sería evitarlo o no entrar ni enzarzarse
en este asunto. Y prudentemente soslayarlo, hacerse a un lado,
esquivando el cuerpo y el alma.
Sin embargo, es importante enfocarlo y dilucidarlo.
No solo para ubicarse mejor en una comprensión del acontecimiento artístico
y cultural que constituye la literatura en general, sino que también es
básico y fundamental debatirlo para la pedagogía.
A fin de lograr una identificación, compromiso y una adhesión a este
acervo constituido por páginas brillantes y obras gloriosas que
constituyen lo mejor de la literatura, que reconozco como literatura
universal, a la denominada para niños y jóvenes, porque ¿qué más
universal que estas esencias?
2.
La obra literaria auténtica y total
Es
a este ámbito, que se lo reconoce ahora como primordial para
desarrollar en niños y jóvenes sensibilidad, valores, imaginación e
inteligencia.
También para lograr formar hábitos lectores arraigados, asiduos y
permanentes; a fin de ser selectivos, críticos y creativos en la
perspectiva de realización de la lectura.
Aunque necesariamente teórico y doctrinario este tema podría alcanzar
a tener animación a través del debate y la ejemplificación, para lo
cual debemos partir explicando qué es aquello que caracteriza a una
obra literaria auténtica y total.
Para tal propósito se puede visualizar hasta un cuádruple enfoque o
perspectiva: a) desde el creador literario de obras para adultos, sea en
los géneros de poesía, narrativa o teatro; b) desde el ángulo del
escritor de obras para niños; c) desde el análisis lingüístico; y d)
desde las nociones que nos ofrezca la práctica de la lectura.
3.
Un universo único, original e insospechado
En
principio, se vislumbra que el texto o discurso literario es producto de
un autor dirigido hacia un lector supuesto, para lo cual se hace uso de
un código estético que refiere acerca de un universo único, original
e insospechado, que ese autor recrea con destreza y animosidad.
En dicho texto u obra literaria se activan las seis funciones lingüísticas
básicas, tanto aquellas tres iniciales que formulara Karl Bühler, por
un lado, y las tres restantes que son los aportes del maestro Ramón
Jakobson.
Ellas son respectivamente: la función referencial, expresiva y
apelativa. Y las funciones fáctica, poética y metalingüística, por
otro.
Planteado
así el problema y estando activas todas las funciones lingüísticas,
la premisa es que predomina en el fenómeno de la literatura de adultos
la función expresiva o emotiva. Y de parte del autor de literatura para
niños la función conativa o apelativa, sin dejar de estar presentes y,
a veces de modo prevalecente, las otras funciones, principalmente la poética.
4.
Identificando coincidencias y diferencias
A
modo de ejemplificación presentamos en los numerales siguientes unos
textos representativos que nos permiten identificar en este marco las
diferencias entre la literatura infantil y la literatura adulta o
general.
De un lado, es un fragmento del mito de Pachacámac, como del cuento
"El caballero Carmelo" del autor peruano Abraham Valdelomar.
De otro, nada menos que dos textos con que se inician dos obras
representativas de la literatura adulta, el inicio de la obra
“Conversación en la Catedral” de Mario Vargas Llosa y de “Cien
anos de soledad” de Gabriel García Márquez.
Esta muestra de pasajes tomados casi al azar en parejas de textos de
literatura adoptada y preferida por niños y jóvenes, y otra de obras
reconocidas y ya consagradas que forman parte de la literatura adulta.
5.
Para burlarse de los otros dioses
Literatura
infantil. Ejemplo del folclore literario:
Allá lejos y hace tiempo cuando los dioses vagaban por el mundo
tomando a voluntad distintas apariencias, sucedió lo que voy a
contar:
Cuniraya Viracocha era el dios creador de todas las cosas y su
poder alcanzaba a todos los hombres. Con que solo lo mandara, se
ejecutaba inmediatamente andenes, acueductos, fortalezas, templos,
palacios.
Pero también era astuto y bromista; le gustaba aparecerse en los
pueblos como un miserable para burlarse de los otros dioses e ídolos.
Se vestía de andrajos y andaba tan sucio y desarrapado que sin
reconocerlo, lo llamaban “piojoso”.
(El misterio de las islas de Pachacámac).
Discurso
literario para niños de un autor contemporáneo:
Un día después del desayuno, cuando el sol comenzaba a calentar,
vimos aparecer, desde la reja, en el fondo de la plazoleta, un jinete
en bellísimo caballo de paso, pañuelo al cuello, que agitaba el
viento, sampedrano pellón de sedosa cabellera negra, y henchida
alforja, que picaba espuelas en dirección a la casa.
(Abraham Valdelomar, El caballero Carmelo).
6.
Muchas cosas carecían de nombre
Y
he aquí dos fragmentos de literatura adulta:
Desde la puerta de La Crónica Santiago miraba la avenida Tacna,
sin amor: automóviles, edificios desiguales y descoloridos,
esqueletos de avisos luminosos flotando en la neblina, el mediodía
gris. ¿En qué momento de había jodido el Perú? Los canillitas
merodean entre los vehículos detenidos por el semáforo de Wilson
voceando los diarios de la tarde y él echa a andar, despacio, hacia
La Colmena. Las manos en los bolsillos, cabizbajo, va escoltado por
transeúntes que avanzan, también hacia la plaza San Martín. Él era
como el Perú, Zavalita, se había jodido en algún momento. Piensa:
¿en cuál?
(Mario Vargas Llosa, Conversación en la catedral)
Muchos
años después, frente el pelotón de fusilamiento, el coronel Aureliano
Buendía habría de recordar aquella tarde remota en que su papá lo
llevo a conocer el hielo. Macondo era entonces una aldea de veinte casas
de barro y caña brava construidas a la orilla de un río de aguas diáfanas
que se precipitaban por un lecho de piedras pulidas, blancas y enormes
como huevos prehistóricos. El mundo era tan reciente, que muchas cosas
carecían de nombre, y para mencionarlas había que señalarlas con el
dedo.
(Gabriel García Márquez, Cien años de soledad)
7.
Ante todo la literatura infantil es obra de arte
¿Qué
es lo primero que resalta y se pone de manifiesto? Que ambas literaturas
son logradas en cuanto a valor estético. En segundo término, que en la
literatura infantil se confía y se afianza en la vida, predominando en
ella el valor, la virtud y la afirmación de la vida. En la otra se la
socava y solivianta.
La literatura infantil en cualquiera de sus expresiones –que son múltiples,
variadas, ricas y hasta insospechadas– es, ante todo, obra de
arte. Y este nivel debe garantizarse como cabal, completo y total.
No le debe faltar ni sobrar nada en relación a cualquier otro texto,
cualquiera sea. Goza y sufre de los mismos avatares en su proceso de
concepción que se da en todo arte.
En su fondo estructural y en su trámite, aunque con algunas variantes,
principalmente de enfoque, la literatura infantil es un arte incluso
mucho más acrisolado en cuanto a su decisión de desechar lo que no es
convincente estéticamente ni aceptable desde el punto de vista vital.
Los temas claves para identificar en donde se sitúa la literatura
infantil y cuál es la relación que establece con la literatura
general, son estos. Allí están las coincidencias y las diferencias que
se tienden entre una y otra.
Lo que hace distinta y peculiar a una obra de arte para niños es la raíz
prístina, el énfasis en todo aquello que es verdad. En todo aquello
que defiende la vida y la hace significativa.
Es en aquel factor trascendental en donde recae su principal diferencia.
8.
Promover e incentivar a la lectura en niños y jóvenes
Casi
siempre una obra de arte es la expresión de un mundo interior
desconocido que se hace evidente a través del lenguaje, ígnea en un código
estético muchas veces en sorpresivo e inesperado, que apela a un mundo
referencial caracterizado de una manera muy genuina.
Pero a la vez, toda obra de arte está inserta en un contexto social,
político e histórico, obedeciendo siempre a una visión del mundo, a
una manera de pensar de la comunidad y hasta podríamos decir a una
ideología directa o indirectamente absorbida o adoptada, siendo el
reflejo de la historia vivida.
De estas categorías participan tanto las obras literarias en general
como las específicas obras de arte para niños.
En tal sentido, la literatura infantil no puede estar supeditada a ningún
otro fin que el esencialmente literario puesto que al serlo así ya
contiene y encierra a todos aquellos otros contenidos que a veces se lo
trata de hacer prevalecientes.
Estos hechos la deforman, tales como: a través de ella querer instruir
en algún aspecto de la realidad, dejar un mensaje moralizante, bien
intencionado pero equívoco en cuanto a que no es el lugar donde debiera
darse, como promover e incentivar hacia algunos contenidos pedagógicos
o formativos.
9. Reflexiones en relación al arte, la
literatura y los niños
Reproducimos
a continuación tres opiniones de las muchísimas que existen señalando
cómo la literatura infantil es un arte incluso con elementos de mayor
riqueza que la literatura general:
–
“ Se escribe para niños igual que para adultos, solo que hay que
escribir mucho mejor”
– “Los poetas para ser auténticos debemos intentar volver a
ser niños”.
– “El oficio de escribir para niños seria el oficio de
construir mundos y submundos con las palabras. Igual que escribir para
los adultos. Solo que, para niños, tiene que haber algo más, un
SUPERMUNDO: EL DE LA ESPERANZA. Sí no la tiene, que se limite a
escribir para adultos. Será más pobre pero más verdadero.”
10.
Tres citas desde mundos distintos
Estas
tres citas representan corrientes literarias opuestas y pertenecen a
mundos diferentes y a personas que provienen de continentes distintos.
Una es de Máximo Gorki, representante conspicuo de la literatura
realista y de compromiso social, autor de varios libros escritos bajo
las pautas de lo que era la literatura bolchevique.
Otra cita es de un representante de una corriente completamente opuesta
e inversa, la de un esteticista puro y nada menos que del padre del
surrealismo a nivel mundial, el poeta francés André Bretón.
Y la otra cita corresponde a la autora brasileña Ana María Machado,
ganadora del Premio Casa de las Américas de Cuba y del Nóbel de la
literatura infantil y juvenil, premio Hans Christian Andersen que le
fuera otorgado por el IBBY internacional el año 2000.
Nadie mejor que esta última para representar a nuestro continente en
esta reflexión, por provenir de un país como el Brasil que ostenta los
dos únicos premios mundiales de la literatura infantil y juvenil
latinoamericanos en las personas de Ligia Nojunga Nunes, ganadora del
Premio Hans Christian Andersen en el año 1982 y de Ana María Machado
en el año que hemos indicado.
11.
El niño como el asidero más auténtico y raigal
¿Qué
nos dicen y cuáles son las premisas básicas? Nos explican que el
proceso del arte en general y de elaboración de los textos literarios
en particular, atraviesa por lo que es ser niño. Dicha premisa es que
no hay relación más estrecha que entre el niño y la literatura o el
arte en general.
Nos deja también una conclusión importante en el propósito de hacer
que los estudiantes de educación y los maestros ejerzan una labor
docente asumiendo la literatura infantil como una misión de vida por
ser un arte de excelencia para formar al hombre integral, meta que se
preconiza como la principal en todos los sistemas educativos de nuestros
países.
La literatura infantil y la adulta comparten los mismos atributos,
siendo el principal el del asombro. Tanto es así que uno de los poetas
más estimados de la vanguardia literaria como es André Bretón nos
dice que "Los poetas para ser auténticos deben intentar volver a
ser niños"
El arte en general tiene en el niño su asidero más auténtico y
raigal. Pablo Picasso siempre exclamaba que su mayor ambición era
pintar como lo hacen los niños, es decir con gracia, espontaneidad y
siempre rayando –decía él– en lo genial.
12.
Lectura asidua, selectiva, crítica y creadora
Otro
elemento importante que constituye una perspectiva intelectual y
actitudinal que enriquecerá mucho un paradigma valioso para el futuro
docente, es reconocer la importancia que tiene la literatura infantil en
relación a la formación de lectores.
Si no avizoramos la trascendencia de un campo como este, e intentamos
plasmar con ello un perfil de docente visionario, estaremos perdiendo
una oportunidad valiosa cual es que a través de la educación se forje
un hombre y una sociedad mejores.
Al respecto, se requiere de un docente que se identifique, que se
comprometa y ejerza una real militancia en este sendero, que es uno de
los factores probados para adoptar la lectura asidua, selectiva y
creadora, asegurando de tal modo una educación de calidad para niños y
jóvenes.
En tal sentido es un tema básico ubicar, comprender y proyectar la
literatura infantil, dada la confusión y hasta la ambigüedad
existente en relación a qué es lo que educa más y mejor.
Entrar en contacto con textos significativos es propiciar que el maestro
logre dos destrezas notables cuales son: ser un excelente lector oral y
un calificado narrador de cuentos, aspectos fundamentales para hacer que
su labor se torne trascendental.
13.
Otras preguntas para el debate
1.
¿Existe la literatura infantil? ¿Cuáles son las razones que sustentan
su aseveración?
2. ¿Es legitima la literatura infantil en relación al resto de
literaturas?
3.
¿Quiénes son los hacedores de la literatura infantil? ¿Los adultos o
los niños?
4. ¿Es o no es la literatura infantil un subproducto de la literatura
adulta? ¿Por qué?
5. ¿Cuáles son las razones para que haya un menosprecio desde la
literatura y el arte en general hacia la literatura infantil?
6. ¿Qué factores considera que hacen daño a la literatura infantil?
7. ¿La literatura infantil es un arte completo o tiene algo de más o
de menos en relación al arte en general?
8. ¿Qué argumentos sustentaría frente a quienes dicen que la
literatura infantil es un arte menor?
9. ¿Cree que los criterios o parámetros estéticos de la literatura
infantil son los mismos que para el resto de la literatura?
10 ¿Cuáles son los fines que considera que debe tener la literatura en
su país?
14.
Principios rectores de la enseñanza - aprendizaje de la literatura
infantil
Algunas
reflexiones más en relación a la ubicación de una asignatura como es
la literatura infantil en la formación de los futuros docentes nos
lleva a las siguientes consideraciones.
En todo proceso de enseñanza aprendizaje de la literatura infantil en
las escuelas de formación de maestros, debe tenerse en cuenta:
a) Partir de experiencias significativas de los alumnos
participantes.
b) Tomar como referente la cultura popular, el folclore y el
contexto social de las culturas regionales y locales tan ricas como
significativas.
c) Tender a que la vida del propio estudiante sea el
“significante” en todo el proceso de desarrollo de la asignatura de
literatura infantil.
d) Compartir experiencias, recrear la literatura en el aula.
El grado de compromiso y adhesión que esta manifestación artística y
cultural alcance a tener en el docente, desprenderá como corolario el
hecho de que alcanzara a reproducir en los niños una relación empática
o no con esta expresión del espíritu humano, como es la literatura.
De esa manera se engrandecerá al hombre, la vida y el mundo.
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