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Capulí,
Vallejo y su Tierra Construcción y forja de la utopía andina |
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11 de junio de 1940, nace: |
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1. Fue
además Rendir homenaje a José Respaldiza Rojas es honrar a un linaje de artistas, maestros y personajes de una honda emoción social, entregados a las causas nobles de la vida, actitud que deviene más directamente de don Ricardo Respaldiza Martínez, escritor y artista plástico que la mayoría de sus escritos y obras de arte quedaron inéditas y sin alcanzar a ser presentadas, pero cuya actitud vibrante y consecuente en el magisterio, la expresión artística y abrazando las causas nobles del pueblo. Las legó a su progenie inoculadas en la sangre y conformadas en el alma de sus hijos, como son José, Luis y Alfonso, este último fallecido en lo mejor de su carrera como artista gráfico. Sin embargo han quedado testimonios de este artista consumado, como son en la escultura: la hermosa estatua a Miguel Iglesias, situada en el Morro Solar; el busto a Túpac Amaru ubicado en la ciudad de Chosica, el busto a José de la Riva Agüero, que luce en el Instituto Riva Agüero de la Universidad Católica del Perú. Y como pintor dejó realizados los murales en la Casa Luza. Fue, además de catedrático universitario, fundador y director de la Escuela Regional de Bellas Artes Felipe Guamán Poma de la ciudad de Ayacucho. 2. Laurel de honor Su hijo, José Respaldiza Rojas, quien motiva esta nota, es un hombre valioso y a la vez valeroso, porque sus principales obras las ha escrito y publicado después que le sobreviniera un derrame cerebral que lo dejó hace unas tres décadas sin habla e incapaz de movilizarse por sus propios medios. Por eso, también nuestra admiración extensiva a Elvira, su abnegada esposa quien durante años le viene consagrando un amor atento y devoto. Presencias como la de ellos no solo ennoblecen y le ciñen de un laurel de honor a la literatura sino que nos dejan una lección para hacer del al arte y la cultura no solo fascinación y deliquio sino hazaña de coraje y ejemplo de vida, valido para cualquier pueblo y comunidad de personas. Sin embargo, él es tan modesto que cuando ya anteriormente le rindiéramos un homenaje me preguntó ingenuo a través de un papel en el cual escribe sus notas y observaciones, interrogándonos a la vez con la mirada: – ¿Y por qué todo esto? 3. Luego que pasan por sus manos Entonces yo, para que no se sienta incómodo, le digo: – José, no solo lo hacemos por ti. Aunque tú lo mereces y es justo, nos empeñamos también al hacer estos honores porque la sociedad necesita saber más de personas y situaciones concretas que representen valores, a los cuales hay que dar la máxima proyección. Y eso es cierto: con estos apuntes queremos ir dejando registros para que se fijen y se graben fechas como ésta del 11 de junio en la cual él naciera, a fin de rendir merecido homenaje a autores como él. A todo esto él suma otro mérito: cual es la virtud de hurgar en aquello que nadie hace caso, en fascinarse por aquello en lo cual nadie mira cuando pasa a su lado, y hasta desechan. Porque él es un recopilador consumado de piezas y objetos verbales prodigiosos como adivinanzas, fábulas, jitanjáforas, jitancuentos. Y de toda muestra a las cuales nadie otorga valor, pero que luego que pasan por sus manos resultan piedras preciosas de nuestra literatura infantil. 4. Por cuenta propia Él es profesor universitario, periodista y ensayista de temas pedagógicos, magister en ciencias de la educación. Dirigió la cátedra de literatura infantil en la Universidad Nacional de Educación. Nació el 11 de junio de 1940, un mes después del terremoto que asoló la ciudad de Lima, y vino al mundo en una casona situada en la Plazuela de la Buena Muerte, en los Barrios Altos, en el sector más intenso y tradicional de la ciudad de Lima. Ingresó a estudiar en el nivel superior y egresó como Profesor de Educación Primaria de la Escuela Normal Superior. A los veinticuatro años, se inició como catedrático en la Universidad Nacional de San Cristóbal de Huamanga. Dos años más tarde, cuenta él, que por querer diferenciarse de su padre, quien era un gran conversador, se inició como escritor haciendo sus primeros escarceos en el periodismo por cuenta propia. 5. Dedicación a escribir Artículos suyos aparecieron publicados en La Prensa, Expreso, Oiga, Eco Sucrence (Cajamarca), Solidaridad (México), Barca de Papel (Argentina), Archivos del Sur (Argentina). En 1973 gana el primer lugar de los Juegos Florales convocado por la Universidad de Piura, en el género narrativo. A los treinta años, viajó a Europa como corresponsal. Su primer libro vio la luz en el año 1985, titulado Las fabulosas fábulas. A la par de obtener la Maestría en Educación, salió su segundo libro La maestra adivinanza, en el año 1986. En 1981 ocupó el Decanato de la Facultad de Pedagogía de la UNE y, al sufrir un infarto cerebral, se jubiló dedicándose íntegramente a escribir. Es miembro de la Asociación Peruana de Literatura Infantil y Juvenil, APLIJ; del Centro de Documentación e Información de Literatura Infantil y Juvenil, CEDILIJ; como del Centro de Investigación y Difusión de la Literatura Infantil Andina y Amazónica. Ganó el Premio Nacional de Promoción a la Lectura, en 1997. En 1998, la Biblioteca Nacional del Perú lo galardonó por su creatividad literaria. 6. Algunas de sus obras Algunas de sus obras son: Las fabulosas fábulas. Lima, 1986. Colección de breves relatos que tienen al buen humor como fuerza que los cohesiona. José Respaldiza Rojas demuestra una facilidad para el relato breve, además de un alma cálida y muy en contacto con el niño. La maestra adivinanza. Lima, 1991. Contiene, como fuentes de procedencia, su existencia actual, su valor educativo, su empleo en las Actividades de Apertura, su uso como Motivación de Asignaturas, como Reforzamiento en la Matemática. Su definición. Ejemplos en orden alfabético. Fuentes utilizadas. Las jitanjáforas en el mundo infantil. Lima: Instituto del Libro y la Lectura, 1991. Libro valioso e iluminador para padres de familia y profesores de educación básica y para todas aquellas personas interesadas en el lenguaje, la comunicación, la belleza y la formación de niños y jóvenes a través del arte. Este es un estudio y una recopilación de pequeñas composiciones poéticas de jitanjáforas en el idioma español. El autor, en colaboración con Luis Salazar Orsi, entrega no sólo un importante material de estudio sino que logra hacer de esta colección un manjar para niños, quienes leerán una y otra vez estas páginas. 7. Otras obras Otras obras suyas son: Jitancuentos. Lima: Tarea, 1995. Recopilación de jitancuentos en prosa de países como: Inglaterra, Rusia, Holanda, jitancuentos en verso de España, Italia, USA, Puerto Rico, Venezuela, Colombia, Brasil (en portugués y su traducción) Argentina, Perú, País Vasco (en vasco y su traducción) de Cataluña (en catalán y su traducción) de USA (en inglés y su traducción) en quechua de Ancash, en quechua del Cusco (y la traducción de ambos dialectos) y una en un idioma de esclavos negros. Jitanjáforas, adivinanzas y otros juegos de palabras. Lima: Peisa, 1997. Como su nombre indica, este libro es una colección de diferentes juegos de palabras que reúne e inventa el autor. La poesía es subordinada al juego infantil, quedándonos un libro que el niño verá siempre como juguete. Calcular con fantasía. Lima: Ministerio de Educación del Perú, 2003. Son breves historias que se leen y se desarrollan con indicaciones que se deben ejecutar en una calculadora. El desenlace se lee en la pantalla de la calculadora puesta al revés. 8. Obras inéditas Como obras inéditas, orgánicas y terminadas, cuenta con: Mil aventuras de Nasrudín y otras historias, recopilación de muy breve historias jocosas de Nasrudín (un personaje de la literatura oral del mundo árabe) y otras como las historias gallegas, de Otto y Fritz, del tío Lino, de Artola, Del Castillo, de huantinos, arequipeños, piuranos, camanejos, lamistos. Las adivinanzas de Noé Delirante, ensayo que demuestra la utilidad de las adivinanzas de Arturo Corcuera. La adivinanza como parte de la creación literaria, la literatura japonesa y española, adivinanzas de Germán Bardiales, José Ruiz Rosas y Ángela Lago. Las licencias poéticas como la sinalefa, la reduplicación, la anáfora, la onomatopeya, la paradiástole, la dilogía, la antítesis, la prosopografía, el símil y otras, en las adivinanzas de Corcuera. Cigarra, cigarro, guijarro, ensayo analizando dos fábulas de Esopo: La cigarra y la hormiga y el escarabajo y la hormiga, la cigarra y la hormiga de Fedro, de Antonio Mirademescola, Félix Samaniego, La Fontaine, Arturo Corcuera, Elisa Ramón, José Respaldiza, Monteiro Lobato, Rosa María Rojas, Marco Denevi, Sofocleto. 9. Más títulos Adivina gran adivinador, conformada por más de cien adivinanzas con cuatro versos, todos con seis silabas métricas donde el último verso rima con la respuesta. Son creaciones propias. Hay adivinanzas al caracol, a la vicuña, el caballo de paso, el oso de anteojos, el añuje, al sapo, al ornitorrinco, el manatí, a la cucaracha, al puma, al piojo, al perro chino, al coco, a las alverjitas, al achote, a la comida, al tomate, al perejil, a la pimienta, al juane, al palillo, al helicóptero, al avión de pasajeros, al camión, a la refrigeradora, al florero, a Santa Rosa, a Robin Hood. Historias breves para leer en microbús, lo constituyen una miscelánea de historias breves donde hay anécdotas, semblanzas de personajes, piezas de la literatura oral, recopilación de juegos perdidos, recetas. Otros títulos de su producción son: Bubiladas, adivinanzas. Lima, 1990. Homónimos, adivinanzas. Lima, 1990. Preguntas de ingenio. Lima, 1990. Adivina adivinador. Lima, 1997. 10. Comentario crítico Como investigador, José Respaldiza Rojas eligió un tema de suyo interesante, cual es: la capacidad del ser humano para convertir en juego a la palabra hacha fiesta, porque esta capacidad parece potenciada por mil en los niños, quienes no tienen límites para esta creatividad, a quienes ejerciendo esta libertad producen piezas literarias extraordinarias. Como artista, José Respaldiza aparece como un ser apasionado por esta capacidad infantil y asume el reto de crear para niños y jóvenes piezas literarias que lo lleven a explorar aún más las capacidades del lenguaje en este sentido. Sus composiciones originales utilizan el lenguaje como si las reglas de este fuesen hechas para ser transgredidas por la libertad absoluta de la creatividad del ser humano. Sus poemas están hechos para ser cantados y, sobre todo, transformados por el lector. El honor más grande que encuentra el autor es que sus obras se incorporen al acervo popular de adivinanzas, rondas y jitanjáforas de una forma viva, cambiando una y otra vez gracias al gusto de los lectores, perspectiva en la cual el mayor logro será encontrar transformada la obra que salió de sus manos y descubrirla en el pueblo como si recién la conociéramos y hecho que solo cabe esperar de un creador auténtico y de un hombre consagrado a su pueblo. |
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