Si quiere apoyar a Letras- Uruguay, done por PayPal, gracias!! |
30 de mayo |
|
¡Papales, cebadales, |
1. Es la más excelsa de las doncellas, quien ha querido, antes que consagrarse al volcán agitado y rugiente, le permitieran aunarse al destino de todos los hombres. Antes no conoció lo mundano ni frívolo, aspirando tenderse entre la gleba y la lluvia, sin perder ni su castidad ni su pureza. Y así nació cual designio divino y una historia sagrada: ¡La papa! diosa tutela de nuestra cultura. ¡Canto rodado y don de la tierra, que llega honda y lejana, traída por el río de la historia! 2. Es la núbil de las altas montañas. Hija del apu que consintió extasiado que se hiciera madre del universo y de todos los hombres. sin perder ni su limpidez ni su inocencia. Es virgen siempre. Nos valemos de ella, pero sin mancillarla, en comunión con el agua, la tierra y las fúlgidas estrellas del firmamento. Ella ofrece pudorosa y arrobada. su pulpa, ¡donde habita el volcán, el viento y la nieve! Es el vínculo entre los hombres y los dioses. 3. Es la niña que el volcán hirviente anhela en su vórtice, fauces y dientes sangrantes. Es la flor de los incas veraces y justos, quien prefirió ser pródiga con humana. Es simple. Es dechado y prez de virtudes: humilde, sabia y transparente. Nada hay en ella de sofisticado. Su velo es suave. Toda comedida. No tiene pizca de más, ni grumo de menos. Todo en ella es verdad, honradez y vida auténticas. Gracias a la papa sobrevivimos, no estamos muertos ni yertos ni exhaustos. 4. En ella está la armonía del sol con la luna, la tierra, con el agua, del arco iris y las estrellas. En ella la unión de los astros y los caminos, ¡de las nebulosas y las espigas! En su savia dialogan la lluvia y los tejados, el árbol con el maíz y la cascada del río. En ella se refunda todo; la vida vuelve a ser buena. Residen allí las nieves eternas, el lucero, del alba, la semilla y relámpago intempestivo, como está la noche y la aurora. ¡La matriz y los senos de la Pachamama! Con ella nos amamantamos, cogidos a su ubre y pezones. ¡Vientre donde nacer de nuevo! 5. ¡Niña preciosa! Alrededor tuyo se engarzan otras papas pequeñas que son tus primeros vástagos. Así naces prolífica, rodeada de seres tiernos que buscan tus senos y brazos. Eres madre humilde que vela, que cría a sus hijos y defiende, porque el marido se fue a las minas y de allí jamás se vuelve. Eres fuerte y sufrida y la amargura te ha hecho dulce: y el dolor te tornó suave. Por las desventuras eres honda, niña adorable y excelsa de mi alma. 6. ¡Madre papa! ¡Hermana nuestra! Todo en ti es pródigo y fértil. ¡Mujer trabajo!, que lucha y sabe lo que en la vida cuesta. Y tu pena es por quienes sufren. ¡Guerrera insigne! ¡Madre del mundo! Tú te has hecho garante de la vida, encarnas la solidaridad andina, que no ostenta sino que salva, ¡callada porque se sabe grande y sabia! ¿Qué más honor en la frente, como ahora en la tuya, que luchar contra el hambre? ¿Qué mejor laurel y gallardía? ¿Qué misión más noble en la vida? ¡Madre y padre de los desheredados del mundo! 7. Eres oriunda del Perú y como el Perú eres generosa. Los espacios donde te siembran y floreces arengo que son las fronteras por donde el Perú avanza: Japón, Siberia, Nepal, Ucrania Finlandia, Himalayas, Carolina del Norte, Brasil. ¡Pero no!, esos límites te quedan cortos. Los tuyos son enormes. Lo supe en Huamanchal donde de niño escarbé mis primeros surcos y descendí a los pozos de chuño, frígidos por las aguas de las punas, y donde crecen flores de papa únicas, las más luminosas del universo. Por eso, tus lindes son las constelaciones celestes. 8. Los límites de la papa alcanzan y sobrepasan al sol que la alumbra, al viento que vela, a las estrellas que la acunan en tardes silentes. A la luna que la arropa en noches heladas, bajo su manto de zafiros. Al rayo que silencioso la protege. Y, por lo hondo, la papa limita con la muerte, porque ella afirma rotunda la vida, no dejándola avanzar, porque en sus reinos ella afianza corajes. En ellos perfila principios. ¡Nada malo ocurre por donde ella mora y se extiende. Por eso es redonda, fuerte, llana y sencilla. 9. Hablar de la papa es platicar del Perú. Su flor acampanada, de colores diversos tiene en su centro un pequeño incendio de oro que lucen nuestras mujeres en sus trenzas. y no solo sus flores son malva, que es lo frecuente sino de todos los colores vivaces y estallantes. Así la papa “chola” es de fino color azulado. La “chauca” es naranja fulgurante. La “yungay” en sus tallos luce el color celeste. La “tomasa” tiene color fuccia. Y la más hermosa para mi gusto es la flor morada de la papa “huayro”. que un día he de prender en tu pelo, hermosa niña de mi alma. 10. Cinco mil variedades de papa de casi cien especies hay vivas en nuestros suelos y roquedales. Por eso elevo hacia ti doncella este canto de amor y trémula esperanza. Por eso entono reverente este saludo y conmovido homenaje, niña mía del alma. Por ser tú como eres: noble y generosa. Por eso: ¡loor a ti madre, hermana, lucero del alba! Novia de las punas y pajonales. Porque tú encarnas la grandiosa y noble fraternidad humana, insignia y blasón del Perú eterno. ¡Salud novia imperecedera de mi infancia!
|
Danilo
Sánchez Lihón
Instituto
del Libro y la Lectura del Perú
Ir a índice de ensayo |
Ir a índice de Sánchez Lihón, Danilo |
Ir a página inicio |
Ir a índice de autores |