1.
Todo visitante y peregrino que conoce Santiago de Chuco se admira de su belleza urbanística, basada en sus casas de adobe, sus balcones de antepecho, sus aleros cimbreantes que se prolongan a la calle como alas de palomas que quieren proteger a los caminantes. ¡Y sus techos de teja pasmados por los enigmas!
Sin embargo, han empezado a echarse abajo las casas antiguas y remplazarse por edificaciones espurias, imitando a las invasiones que se hacen en las ciudades costeñas, con fachadas planas, puertas de lata corrugada, ventanas con barrotes y lunas polarizadas, techos de calamina, y en muchos casos de plástico, destruyendo la identidad andina del pueblo, cuna del poeta universal César Vallejo.
De allí que el movimiento Capulí, Vallejo y su Tierra está empeñado en detener esta ola expoliación de nuestro patrimonio, para lo cual ha constituido un grupo de trabajo del cual forma parte el Dr. Walter Vásquez Vejarano, quien ha desempeñado el alto cargo de Presidente de la Corte Suprema de la República y del Poder Judicial en el Perú y quien ha emitido el documento que a continuación se publica solicitando tu adhesión.
2.
Es gracias a este grupo de trabajo, y especialmente al Dr. Vásquez Vejarano, que se propuso en Asamblea Ordinaria de Capulí Vallejo y su Tierra la puesta a consideración del documento adjunto, el mismo que ha sido aprobado por unanimidad.
Sin embargo se requieren adhesiones, vía internet así como de otros medios y canales, a fin de interponer acciones que detengan las construcciones adulterantes que dañan irreparablemente la imagen y el valor genuino que tiene nuestro pueblo.
Por eso, hacemos una invocación a las personas e instituciones a manifestar su adhesión a este reclamo. Y a ejecutar acciones a fin de no lamentar pronto la desaparición de uno de los más hermosos vestigios que aún permanecen de nuestra andinidad en el campo de lo arquitectónico, como es Santiago de Chuco.
El Grupo de Trabajo sobre Patrimonio e Identidad de Capulí, Vallejo y su Tierra tiene el propósito de seguir en su lucha y gestionar la declaración de Santiago de Chuco como Patrimonio Cultural del Perú y el mundo.
A continuación presentamos el documento para el cual solicitamos tu adhesión y efectiva militancia.
SOLICITA PRESERVACIÓN DE FISONOMÍA ANDINA Y TRADICIONAL DE NUESTRA CAPITAL PROVINCIAL
SEÑOR ALCALDE DE LA MUNICIPALIDAD PROVINCIAL DE SANTIAGO DE CHUCO.
"CAPULÍ, VALLEJO Y SU TIERRA ", institución animada por santiaguinos de nacimiento y de corazón, todos ellos interesados en promover el armonioso desarrollo de nuestra provincia tanto en el ámbito intelectual y cultural en sus más sustantivas manifestaciones, en Asamblea celebrada el día 3 de noviembre del año 2010, en ocasión de conmemorar el 110 Aniversario de la Creación Política de nuestra Provincia, hemos aprobado la siguiente Moción de Orden del Día que tenemos a honra poner en su conocimiento :
"MOCIÓN DE ORDEN DEL DÍA.
Los miembros integrantes de "CAPUILI, VALLEJO Y SU TIERRA" y ciudadanos que se adhieran a esta petición, proponen la siguiente Moción de Orden del Día.
CONSIDERANDO:
Que la ciudad de Santiago de Chuco, capital de la provincia del mismo nombre, ubicada en el milenario Ande liberteño, a 3,115 m.s.n.m, en su contexto fisonómico constituye valioso e integral legado de nuestros antepasados y fruto del proceso de transculturación cuyos forjadores fueron los núcleos humanos oriundos de la zona e, indudablemente, la marcada participación hispana.
Que esa valiosa confluencia, en el marco urbanístico, modeló la inicial Villa elevada al rango de Ciudad por Ley aprobada por el Congreso Constituyente el 12 de julio de 1867 con sus caracteres morfológicos genuinos, armonizados con la prodigiosa configuración de la Naturaleza y, en especial, de la Cordillera Andina, de tal manera que la Plaza de Armas, la Alameda y otros parques , monumentos, Iglesia, Campanario , casas y demás edificios, calles, plazas como manifestaciones de la creación humana concurrieron a darle idiosincrasia propia, inconfundible, profunda, inspiradora inclusive de nuestro poeta universal César Vallejo y enaltecida por poetas, escritores y santiaguinos en general;
Que, siendo así, constituye deber de nuestras autoridades, pobladores, santiaguinos adoptivos y amigos en general, que fuera de la urbe permanecen atentos a la evolución de la provincia, velar por la preservación e intangibilidad de tan preciado e irremplazable patrimonio ancestral.
Que en la actualidad es posible advertir que en el centro de la ciudad y especialmente en la Plaza de Armas han sido construidos edificios con materiales ajenos a nuestros usos y costumbres, de dos o más pisos, sin guardar la indispensable armonía con las moradas o viviendas tradicionales que desde antiguo dan la idiosincrasia y prestancia a la Capital de nuestra provincia, habiéndose generado de esta manera un híbrido o mezcla de construcciones que distorsionan la fisonomía de la ciudad motivando reparo de propios y extraños, por lo que se hace indispensable ponerle fin, y, de ser posible, procurar las modificaciones necesarias para satisfacer el interés general;
ACUERDA:
PRIMERO.- "CAPULÍ, VALLEJO Y SU TIERRA", en cumplimiento de sus fines, entre otros, dirigidos a velar por la intangibilidad del ancestral patrimonio de la provincia, solicita respetuosamente a la Municipalidad Provincial de Santiago de Chuco y sustentado en el principio de Participación y Control Vecinal consagrado en los artículos 112 y siguientes de la Ley Orgánica de Municipalidades, se sirva disponer la denegatoria de Licencias de Construcción para edificios de cualquier naturaleza, cuyos Planos y Estructuras no se ajusten a la fisonomía y características de las casas construidas bajo los lineamientos tradicionales, trazados por quienes nos antecedieron;
SEGUNDO.- Solicitar a la Municipalidad Provincial de Santiago de Chuco, ejercitar indispensable supervisión y control de las construcciones inmobiliarias de cualquier índole que se ejecuten en la provincia y especialmente en la ciudad capital, a efecto de preservar el legado arquitectónico de nuestros antepasados para así honrar su memoria, evitando modificaciones estructurales que causen daño irreparable a la fisonomía de nuestra Plaza de Armas y otros lugares históricos, como son avenidas, parques, monumentos y casas que, en conjunto, dan peculiaridad a la urbe, y la hacen atractivas para el turismo, constituyendo fuente de evocación y recuerdo;
TERCERO.- Dejar expresa constancia, en vía de colaboración cívica con el honorable Gobierno Local, que está facultado por la Ley Orgánica de Municipalidades para ejercer las acciones administrativas mencionadas, conforme fluye del su artículo IV del Título Preliminar (Finalidad del Gobierno local); artículo IX del Título Preliminar ( Planeación Local); literal 5 del artículo 9 (Plan de Desarrollo Urbano); artículo 91 (conservación de Zonas Monumentales); artículo 92 (otorgamiento de Licencias de Construcción) y artículo 93 (Facultades especiales de las Municipalidades), entre otros.
CUARTO.- Transcribir a la Municipalidad Provincial de Santiago de Chuco esta Moción para los fines a que se contrae".
Lo que, en cumplimiento de expreso y unánime Acuerdo de la fecha, transcribimos a Usted con el ruego de dar cuenta con este documento al pleno del Consejo Provincial.
Lima, Noviembre de 2010
Los
tesoros que conservan nuestros pueblos
Danilo Sánchez Lihón
1. Razón de ser frente al mundo
Los pueblos son nuestro patrimonio y constituyen nuestra identidad más preciada.
Deben ser por eso inalienables.
Defender su fisonomía propia, original y genuina, es defender su esencia, su entraña y su alma, sin lo cual no somos nada.
No se puede por tanto derrumbar en ellos un muro, una ventana ni una teja, sino más bien salvarlos.
No se puede en ellos cambiar el nombre de sus calles sino ahondar más en su significado.
No se puede sustraer un azulejo sino hacer que luzca mejor, ni siquiera deshacer el mandoble de un balaustre sino sujetarse más de él.
Ni siquiera una piedra puede ser menoscabada; menos desgajado de cuajo un balcón o una ventana.
¡Todas estas son presencias venerables, hieráticas y sagradas!
2. Son blasones
Debemos conservar de ellos su estirpe de pueblos nobles, de prestancia sin par y de raigambre sin límites que se hunde en el tiempo.
No eliminemos ni el tiempo ni la historia impregnada en ellos porque son blasones.
No convirtamos los pueblos andinos en barriadas, ni en la peor expresión de un suburbio, imitando construcciones foráneas.
No los troquemos en tugurios desalmados ni construyamos casas de lunas polarizadas como cubos inhumanos.
¡Esa es la consigna! ¡Ese debe ser el juramento!
3. Son el espíritu de los cerros que aún nos redimen
El Perú es un país único y significativo por su identidad. No estropeemos lo mejor que somos y tenemos.
Nuestros pueblos del interior del país son conmovedoramente hermosos.
Son diamantes en el alba.
Son el legado excelso y silencioso de nuestros antepasados, que aún nos protegen.
Son el espíritu de los cerros que aún nos redimen.
Y lo que es un legado se valora, lo que es un recuerdo adorable se conserva, lo que es una herencia se atesora.
Y se defiende hasta con la vida.
4. Sin alterar la esencia ni la raíz primigenia
Tampoco se trata de mimetizarse en el pasado.
No es el sentido inmovilizarse en una arcadia. No es el fin permanecer inertes.
Sería desquiciado no cambiar nada. ¡Al contrario!, cambiemos mucho y pronto.
En primer término, cambiemos la actitud indolente e ir a reconstruir nuestra casa nativa.
Inclinémonos reverentes a adorar y recoger sus piedras que están regadas por el suelo.
Volver a escuchar el trino del zorzal en el tejado y su mensaje de esperanza.
¡Y hay que mejorar!, que es el mejor cambio.
Hacer que todo luzca mejor, pero sin alterar la esencia ni la raíz primigenia que nos da sentido frente al mundo.
5. Olvidarnos sería no tener tumba digna y apacible
Hay un tema pendiente en nuestras vidas cual es el de retornar a nuestros pueblos de origen y encontrar allí lo perdido.
Sin eso no somos nada.
Es más: sin eso no podemos morir, sería cobardía.
Sería quedarnos a deambular por siempre y como almas perdidas.
Y en pena por las calles sin que ninguna sea nuestra calle.
Olvidarnos sería no tener tumba digna y apacible.
Sería ser parias en la muerte infinita.
Mucho peor que cualquier forma y expresión que se conozca de ser parias en la vida s ser parias en la muerte, y ello ocurre si no se vuelve allí donde se naciera.
6. En sus aleros permanecen tangibles los sueños
Nuestros pueblos encierran un tesoro invalorable. ¿Cuál es él?
¡Ser diferentes! Ser originales. ¡Y tener alma! ¡No la matemos, deformándola!
O dejando que cualquier intruso o avenido la corrompan.
Los tejados, las puertas, el artesonado de los balcones no pueden ni deben ser derruidos, reemplazándolos por ladrillos, fierros, latas y vidrios.
Los nuestros son pueblos testimonios, documentos del espíritu, constancias del alma, testimonios sagrados, códices sublimes.
Son mástiles en el alba. Verdaderos prodigios; no los hagamos pocilgas.
En sus aleros permanecen tangibles los sueños y moran en sus cumbreras los duendes benignos de nuestra infancia, ángeles candorosos con sus quenas y tamboriles.
7. Afiancemos nuestro canto
Todo en ellos es maravilla, éxtasis y utopía. No los convirtamos en cubiles, guaridas o cuchitriles.
Porque, adoptando lo que no somos nos convertimos en indigentes y míseros.
Imitando lo de afuera nos volvemos desheredados y esclavos. Hacerlo es aceptamos ser ladrones infames, porque es no valorar lo nuestro.
En cambio afirmando lo nuestro y afianzando nuestro canto, seremos señores y dueños de nuestro destino.
Por eso: deploremos esos edificios que parecen cubos superpuestos y barriles de ácidos, aceites y venenos.
Deploremos esas rejas en las ventanas que parecen cárceles.
8. Se nos derrama a manos llenas
Deploremos que en vez de las puertas de madera se estén poniendo rollos de calamina que van convirtiendo las casas en tabucos y las casonas en ferreterías.
En donde terminamos convertidos en chatarra.
Deploremos la dejadez de permitir que las calles se muestren de cualquier manera.
De pensar que la apariencia de una esquina no es importante cuando en ellas ocurren las citas de amor sublime. ¡Y donde ocurren las serenatas!
Si no tuviéramos identidad tendríamos que emprender una búsqueda apasionada y fervorosa por siquiera avizorarla.
Pero la tenemos y se nos derrama a manos llenas por entre los dedos. No la destruyamos.
9. El destino glorioso que el porvenir nos debe
Amemos el paisaje de nuestros pueblos primigenios con amor seguro y confiado.
Conservemos el patrimonio de nuestras danzas, canciones, costumbres.
Las procesiones.
Las bandas gemebundas que aún deambulan azoradas con sus sones.
Sigámoslas reverentes por las esquinas, quizá con los ojos colmados de lágrimas.
Las alfombras de flores hechas por nuestras madres para el paso de la procesión ¡nosotros no las pisemos!
Desempolvemos los libros y volvamos a contar las leyendas primigenias.
Todo para forjar el destino glorioso que el porvenir nos debe por lo mucho que hemos sufrido.
10. Cuando entre ellas brotan las flores
Levantémonos en pie de lucha en la defensa de la autenticidad de nuestras casas, calles y poblados.
Una ventana cerrada hace décadas pendiente de un muro es un espíritu guardián, un hada, una divinidad estremecida que está tendiéndonos las manos.
Movilicemos las conciencias, apelemos a la militancia de las instituciones educativas contra el sida de las construcciones espurias.
Veneremos nuestros tejados, los balcones, los patios empedrados.
Posemos suavemente la mirada en las puertas, las escaleras de las casas, los antepechos que dan al cielo límpido o anubarrado.
Tendamos los brazos y el alma a todo el paraíso que estalla en las junturas de unas piedras, cuando entre ellas brotan las flores.
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