1. Un grito de batalla
Somos Quispe es una reflexión y un programa de acción que formula Ramón
Noriega Torero desde el movimiento Capulí, Vallejo y su Tierra en el
cual él es un legionario, un adalid y un personaje notable.
Ramón es un hombre noble, ecuánime y dulce; organizador, liberador y
hombre de luz, como las divinidades que él descubre, recrea y vivifica
en esta obra, con la cual se abraza a su cultura, a su pueblo y al
perfume de la sangre de su gente, como a las cumbres y abismos de sus
montañas tutelares.
Somos Quispe es un grito de batalla, una proclama, una exclamación de
desafío y hasta de guerra. Es aseveración y principio de identidad. Es
resarcir lo maltratado y menospreciado hasta ahora, negado por los demás
y hasta por nosotros mismos. He allí el carácter reivindicador de este
anuncio y de este edicto que iza una bandera que expresa que la
recuperación ha llegado y la hace flamear defendiendo lo nuestro.
Porque hay todavía una expresión de desprecio entre nosotros, cuando
insultamos y queremos ofender diciendo:
– ¡Oye, no seas Quispe! ¡Oye, no seas Huamán!
2. Creer
en la victoria final
Alguien se preguntaba en qué momento se fracturó el Perú. Podría
responderse que fue cuando empezamos a insultarnos con lo mejor que
éramos sólo porque tenía el estigma de lo indígena; porque Quispe
significa luz, brillo y fulgor, como Huamán divinidad.
Pero en Capulí Vallejo y su Tierra no es la interrogante anterior la que
nos hacemos sino otra completamente opuesta, cual es: "¿Qué hace al Perú
indestructible y eterno?", que pese a todas las adversidades,
iniquidades y maltratos mantenga lo mejor de sí mismo y sea tan
resistente a la dominación, avasallamiento y saqueo.
De allí que somos Quispe es levantar por fin el rostro lleno de orgullo
y sentirnos poderosos de lo que somos. Es autoafirmación y votar por
nosotros mismos. Es igual a decir: "Yo mismo soy", expresión frecuente
ahora en los labios de los jóvenes, con lo cual señalan una
identificación, una garantía y una prueba a cumplir.
Es arrojar el cuerpo y el alma hacia adelante y decir "cuál es el
problema". Es por fin hacernos cargo de nuestros asuntos, ponernos al
frente de todo y creer en la victoria final.
3. Testimonio
heroico
Somos Quispe es filiación y compromiso con una cultura, es expresión de
una pasión, es un acto de profundo amor por lo nuestro; alarido de
combatientes y guerreros, sea de los montados a caballo y de los otros a
pie, armados de identidad.
Es grito de victoria de quienes marchan de frente hacia el futuro,
haciendo que la tierra tiemble bajo sus pasos en esta toma de posesión,
tan contundente, de lo que es nuestra identidad, de lo que es la patria
real y también la patria del alma. Y la patria soñada.
Somos Quispe es lema para entrar al fragor de una contienda, de una
guerra moral necesaria de librar por lo legítimo y verdadero del Perú,
de un país que es verdad y desafío, realidad y promesa; país, como
ningún otro, que es testimonio heroico, documento vivo y juramento por
cumplir.
En Somos Quispe se libra una batalla decisiva, en lo anímico y moral, en
el ámbito de la cultura, por todo lo que es definitivo en la suerte de
las personas y las sociedades y frente a la historia que nos contempla
actuar emocionada.
4. Somos
luz
Quispe es luz, brillo y esplendor. Pero en realidad, es luz de luces.
Pero, más referida a la inteligencia, a la nobleza del espíritu y a la
sabiduría. Es decir, es la concentración del prisma: "munay", corazón; "yachay",
razón; y "llancay", trabajo.
Todo ello producto del esfuerzo compartido, del sacrificio de lo
individual en bien de lo colectivo, con lo cual alcanzó a construirse un
imperio de fábula como fue el Tahuantinsuyo.
Quispe entonces es tener luz propia, talento y fuerza mental. Referido a
la juventud es cultivo de la inteligencia, de la personalidad y la forja
constante de un destino luminoso.
Somos Quispe asumido así es un grito de júbilo y punto crucial al cual
hemos llegado en la forja de recuperar el rumbo de nuestro destino, el
mismo que lleva el designio de ser glorioso. Es expresión de sublevación
desde el centro mismo de lo que somos.
Es llegar a proclamar que nada es más grandioso y valedero que aquello
que portamos, que nos pertenece y nos ofrece el presente y el futuro
como posibilidad.
5. Es varón
y es mujer
El libro de Ramón Noriega es crisol de divinidades y creencias reunidas
y convocadas para hacer saber que ha llegado la hora y ha empezado la
lucha. Que la iniciativa la tenemos desde Capulí, Vallejo y su Tierra, y
la victoria, puesta en la fe de lo que es nuestro pueblo, será nuestra.
Este es un libro diáspora, es nuestra cultura como totalidad y como
particularidad. Si de alguna manera hay que definirlo Somos Quispe es el
libro de Ramón Noriega referido a las identidades locales, individuales
como también universales puestos en pie de guerra. Es la diáspora andina
resurrecta que ahora se erige y expande.
Pero, a la vez, Quispe es lo que libera la luz. Al liberar la luz se
expanden los colores que hacen un prisma, un halo y un arco de
extraordinaria belleza. Quispe es el aleteo de la gracia sobre el
universo y nuestras frentes. De allí que el símbolo de Quispe es el arco
iris, porque allí se concentran todos los colores, arco que representa
el mundo.
Es bello el arco iris, porque es varón y es mujer. ¿Y qué mejor símbolo
de amor a lo sagrado, a la naturaleza y a la vida se podría elegir? ¿Qué
mejor alusión a la fecundidad que el arco iris?
6. Somos
arco iris
El arco iris surge desde la "madre tierra" pero hacia lo sublime.
Contiene lo de abajo y lo de arriba: los colores de la tierra como, a su
vez, al espíritu del agua en los puquiales y el fuego del sol. De allí
que hay el arco iris macho y al arco iris hembra, el connubio entre
cielo y tierra, la tierra en su gesto de fecundación, que es Quispe
porque en su fondo hay brillo y hay luz.
El arco iris es la bandera del Tahuantinsuyo que es síntesis de
culturas, y que es en verdad síntesis de síntesis. Organización la más
acrisolada del planeta hasta nuestros días. Porque ¿cuál otra cultura
del universo, grande o pequeña, en cualquier otro tiempo y espacio que
se quiera rememorar, garantizó protección, alimento, trabajo solidario y
aprecio para todos? ¿Qué cultura cimentó valores fundamentales y hasta
la alegría sana e inocente por ser mancomunada o colectiva? Por eso, con
orgullo decimos: Somos Quispe, esto es: brillantes, espléndidos,
fúlgidos.
Las crónicas indican que después de 70 años los españoles seguían
consumiendo el maíz almacenado en las chulpas de los Incas; por eso,
Somos Quispe. Por dicha razón, cabe reafirmarnos que somos brillo, arco
iris, fuego intacto, marinera, huaino y tondero con arpa, violín y
guitarra.
7. Somos
hermanos
Pero a su vez, el arco iris es símbolo de hermandad. Es arco que enlaza,
que junta y unifica. Contiene el mundo ¡y es hermoso! Es un retazo de
espléndida realidad pero a la vez de ilusión. Es el centro de la
diversidad, lo diferente que armoniza, la diversidad dentro de la
unidad. Aquí, para hablar de diversidad se cultivaban 2000 variedades de
papa en los terrenos de altura; brotan 500 variedades de flores en los
peñascos y sobre los abismos.
Pero, en versión propia podría parecer unilateral, entusiasta y parcial
cualquier apreciación sobre el prodigio y la maravilla de nuestra
cultura. He aquí un pasaje de los muchos y abundantes que apunta Jim
Plunkett en el Boletín de la Asociación Nortemericano-Canadiense del
Perú en su número de noviembre del año 2003:
"Perú tiene la más grande variedad de platos de comida en el mundo: 468
según el libro de Récord Guiness. Es peruano el olluco, hay más de 30
variedades, la quinua, el grano rico en proteínas con 25 variedades, el
maíz con los grandes más grandes y suaves del mundo, hay más de 32
variedades conocidas. Es peruano el pisco, cebiche, chirimoya,
guanábana, lúcuma, granadilla, alpaca, vicuña, caballo de paso...".
Pero, continúa Jim Plunkett en pasajes más extensos:
8. Tierra
pródiga
"Con más de 1,701 variedades diversas de aves, Perú es el país con la
mayor variedad de aves en el mundo. Perú es el segundo país en el mundo
en variedad de primates con 34 especies. Perú es el tercero en mamíferos
con 361 especies. En reptiles con 297 especies.
Es el quinto en anfibios, con 251 especies... 84 de las 103 zonas
ecológicas que existen en el mundo están en Perú... En sólo un árbol en
Madre de Dios, el shihuahuaco, los científicos –específicamente
entomólogos- encontraron 5,000 especies de insectos, 80% de los cuales
eran nuevos para la ciencia...
El primer catálogo genético de la flora peruana contiene más de 3,000
variedades, de las cuales 524 han sido clasificadas como comestibles;
401 como productoras de madera; 304 como tóxicos para la producción de
insecticidas; 213 para fines medicinales; 110 para la preparación de
colorantes y tintes; 100 para la elaboración de herramientas; 90 para
fines ornamentales; 36 para la preparación de aceites y ceras y 35 para
la preparación de bebidas...
9. De los cuatro
puntos cardinales
En la región oriental de los Andes uno puede encontrar más de 3,000
variedades de diversas orquídeas de las cuales 2,000 han sido
clasificadas a la fecha... 4 de los diez cereales que existen en el
mundo son originarios del Perú.
La quinua, el maíz, la cañihua y la kiwicha. La última ha sido
considerada por la NASA como un importante elemento en la dieta de los
astronautas...
A lo largo de la costa peruana viven 20 de las 67 especies de cetáceos
menores, o especies parientes de las ballenas... El océano peruano
ofrece 700 diferentes variedades de peces y 400 variedades de
mariscos...
Los lagos de Mejía en el departamento de Arequipa son el hábitat de
miles de aves migratorias. Más de 150 especies arriban aquí durante el
año. Más del 50% son residentes permanentes.
El resto son visitantes regulares que emigran de los cuatro puntos
cardinales del globo.
10. Cumbres
tutelares
Arco iris es hermandad en medio de la diversidad. En tal contexto decir
Somos Quispe es lo mismo a expresar: somos únicos, tierra que fructifica
alimentos colectivos, agua que ríe y canta, montaña que se ilumina,
viento que mece las espigas. Somos estas manos de barro, pero a la vez
los puquios de agua transparente. Somos grito y somos arrullo.
Somos hermanos: somos hijos de la tierra, la mama pacha, que es sagrada,
expresión de la reciprocidad: te doy, me das.
Somos mandamiento de apoyo colectivo: el ayni, que es mandato de
solidaridad, de servicio y ayuda mutua. Es el dar y el recibir, porque
al dar recibo. Esta es la fórmula de amor hecha práctica social; la
fraternidad y el colectivismo como visión del mundo y la vida que es lo
que más caracteriza al mundo andino.
Pero, ¿por qué Somos Quispe? No solo porque más del 60% de los peruanos
tienen como primer o segundo apellido Quispe, sino que Somos Quispe
porque no hemos dejado que se apague el esplendor de nuestras cumbres
tutelares ni dejen de espejear su luz bienhechora ni ayer, ni hoy ni
mañana.
11. Luz
cotidiana
Sea al amanecer, al mediodía o al atardecer sigue viva, palpitante y
llena de pujanza, detrás de cada zaguán se arropa nuestra cultura
aparentemente pobre y mísera pero que es el bien más preciado que ahora
debemos defender para verdaderamente ser ante al mundo.
Porque en Quispe se encierran todos los dioses, la cosmogonía íntegra e
intacta. Porque pertenecemos a una cultura que es herencia y es legado
mártir. Porque ha costado mucho que hasta ahora lleguen aunque
mimetizados todos los valores que hicieron grande al Perú antiguo.
Porque en el hombre cotidiano, peón, asalariado, ambulante en las
calles, habita aquella luz primigenia.
Quispe es el Dios mendigo deambulando por las calles de nuestras
ciudades estupefactas.
Ya María Rostworowski ha demostrado cómo en la festividad del Señor de
los Milagros está implícito el culto a Pachacámac, la divinidad
principal del panteón indígena, que se grafica incluso en el nombre con
que lo identificamos a la imagen que cada octubre de todos los años es
acompañada por multitudes llenando plazas y avenidas de Lima, y no solo
eso sino que ahora sus procesiones congestiona el tránsito en las
principales ciudades del mundo. ¿Quien es el Cristo de Pachacamilla? ¡Pachacámac!
12. Dentro
de nosotros mismos
Es que hemos escondido nuestros dioses en el fondo de los íconos que se
nos impusieron. Pero es más: los ocultamos en nosotros mismos. Por eso,
¡que no se nos pierdan allí dentro!
Porque allí están habitándonos los pumas, las pacarinas, las huacas, las
divinidades de la tierra. Se han dormido un tanto, es cierto.
Despertémoslos suavemente. No se nos vayan a ir al fondo del pozo o se
nos esfumen.
Hemos escondido las huacas dentro de nuestros propios cuerpos, al Dios
dentro de nosotros mismos; hemos subsumido a nuestros dioses, por eso
andamos así, como si cargáramos un peso inmenso que nos colma por
adentro y nos dobla las espaldas.
Pero, además, al estar dentro de nosotros mismos nuestros dioses se han
hecho cotidianos. Aquí están al frente o al lado nuestro. Catequil, un
viejo de 100 años. Catari, un maestro ya jubilado, Moshep vigila atento
la marcha de los niños, Checán, el amoroso, carga bultos en el mercado.
13. Su profunda
razón de ser
Porque la identidad no se recoge o resume en un cuerpo de ideas o de
ejercicios teóricos. No se ofrece a la elucubración que terminarán
desfigurando ese rostro de suyo tembloroso, asustadizo y conturbado. El
problema de la identidad no es cuestión o asunto de carácter intelectual
ni de abstracción que permita dilucidar esto o aquello como si fuera un
capítulo o segmento de una disciplina, sino que es vida cotidiana y la
utopía andina que hemos de restaurar está aquí, en estas calles.
La identidad no existe si no se la vive en un intercambio y en unas
tensiones permanentes. Su materia es el conjunto de problemas, de
realidades, de hechos y vivencias irrenunciables que están confundidas,
con el acontecer diario e histórico; de los cuales hay que saber
encontrar su raíz y su profunda razón de ser para proyectarlas renovadas
hacia el porvenir.
Qué pueblo para hermoso, conmovedor y grande es el nuestro, heredero de
la cultura incaica, cual es el referente que investiga Ramón Noriega
Torero y que plasma ahora en Somos Quispe. Cultura que incluso comparada
con las culturas que había en Europa, era la nuestra de punta. Mucho más
avanzada, por su puesto, que todas las existentes hasta ese momento.
14. El Perú
es tierra sagrada
Se la ha tratado de medir con parámetros europeos para sostener que
estaba en un grado de menor desarrollo y hasta en estado salvaje por su
desconocimiento de la escritura y otros aparentes adelantos.
Es cierto, no conocían ni la rueda, ni la pólvora ni la escritura. Pero
es que no la necesitaban. ¿Cómo aplicar una rueda en un territorio
accidentado? ¿Para qué la pólvora cuando era una cultura de paz? ¿Para
qué la escritura cuando la oralidad que cultivaron era perfecta?
En cambio, si medimos el grado de desarrollo por su organización, los
fines que pudieron concretar y las obras de ingeniería que aquí
ejecutaron, por sus valores absolutamente no hay término de comparación
y la cultura andina resulta hasta utópica.
Porque en el mundo andino no había hambruna, pestes ni desocupación. No
había desorganización. Eran sociedades en comunión con la naturaleza y
consigo mismas. Y era el trabajo que compartían la verdadera alegría y
la verdadera fiesta.
El Perú es tierra sagrada. Cada una de sus montañas es un dios, sus ríos
y sus árboles son pacarinas. En cada brizna de hierba hay sentimiento,
delicada y fina sensibilidad como gigantesca y tormentosa fuerza.
15. Visión
infinita
Somos privilegiados por pertenecer a una cultura de tanta nobleza,
magnanimidad y virtud. Tenemos la gracia de pertenecer a una
civilización asombrosa, compuesta y sembrada de actitudes heroicas, de
valores, de actos de coraje cotidianos, de fervor.
Una cultura andina que es valerosa, infinita y total. El Perú es un país
diamante y cascada de agua. Mineral y retama. Realidad que ante el
horror de los abismos ha creado una mujer dulce y amorosa como es la
mujer del ande; siempre con el gesto de proteger, como una paloma
primorosa, fuerte y poderosa ante la adversidad.
Con un país así ¿Cómo no comprometerse? ¿Cómo no tener razones para
luchar, ser heroicos aquí y ahora? Ante una cultura tan honda y tan
conmovedora, que ha injertado es su tronco a la cultura foránea, que la
ha subsumido y sincretizado, que ha hecho una simbiosis, una amalgama
pero en donde el centro es la cultura aborigen ancestral, ¿cómo no
defenderla?
Y ese es el grito de guerra de Somos Quispe de Ramón Noriega Torero.
Frente al balcón moro sobresale el picacho arisco, frente al caballo
árabe retoza la vicuña grácil, frente al arcabuz explosivo opusimos la
chaquitaklla que se hunde para fecundar la tierra, frente al toro
europeo el cóndor de vuelo majestuoso y visión infinita. |