“De Hemil con afecto” era el encabezado y remitente de aquella carta que contenía solo raros dibujos “Debe de estar mal o confundido será para Emilia” repite en voz alta la joven que al abrir la caja que acompañaba la carta halla un pequeño botiquín y prendido en la manija “La ágata de mamá fuera de la moltura del anillo” saca del interior del botiquín unas pequeñas velas toma una la huele no pasa nada la aruña no es una vela pero si trasparente con un diminuto prendedor simulando una mecha, con presteza revisa cada una de las treinta y nueve aparentes velas y veinticinco eran iguales a la primera como veintiséis sus años.
Terminada aquella labor se ve al espejo arregla su recién cortado cabello, llega su amiga ve la maraña toma un par de ganchos y ordena la erizada madeja, al salir hallan aquel sujeto con extraña sonrisa prorrumpen a la calle y es lo normal para esos días algo frio para su gusto pero pasable para tomarse la noche a libertad llegan a la galería donde les esperaba la inauguración de aquella
desprolija, inconexa pero atrayente muestra de grabados se logran ubicar en una mesa al arribo de Luis le acompaña un amigo “les presento a mi primo recién llego de Casa Blanca pero el país africano no confundan su bella nación con la otra vorágine devoradora de pobres adeudantés”
Como buen novio Luis deja a Nolvia y a su enmarañada amiga en sus casas pero como alguien olvidara su chal, tal caballero Hemil al día siguiente lo regresa a su dueña y aprovecha para pedirle ayuda tiene que visitar algunos lugares para terminar de tramitar papeles y no conoce la ciudad acepta la petición y al final de la tarde toman un café y en agradecimiento le obsequia una joya, le cuenta de la vida en
África es hijo de comerciante y por diversos avatares su familia se estableció
hayá ahora decidió conocer la patria que le dio a sus padres y terminar los estudios hay con Luís ambos serán ingenieros.
Pasaron los mes, los cafés y las salidas ya fuera solos o con los amigos en lo cual ella se descubre enamorada de la personalidad de Hemil pero no de su persona decide evitar que el amigo continúe albergando esperanzas un día como si nada le invita a un café y le dice que está interesada en que le ayude a darle celos a un chico que a pesar de haberle pedido ella a el que salieran aun no le daba una respuesta Hemil en evidente estado de confusión y alteración dice que debe partir que olvido un compromiso previo ella confirma el amor de Hemil y cree que con ello todo acabara pero deseando que la amistad se perpetúe cree prudente dejar pasar un tiempo antes de volver a verle sin saber que en esa cita en un tembloroso bolsillo.
Se encontraba una argolla de compromiso que se esperaba luciera ella en su mano con los meses llega la graduación de Luis y Hemil decide acompañar a Nolvia al evento esta le sugiere desistir de esa idea porque Luis no se encuentra de buen humor desde que Hemil tras agilizar todos los trámites de graduación se graduara por ventanilla y decidió partir con sus padres tras una gran pena la cree responsable de todo y es que en estas semanas ella si encontró alguien con quien se le dio fácil el amar y no hacia ni un par de días que había aceptado ser novia de Carlos Fernández conocido de Luis y por ello para evitar disgustos hacia una semana que su amiga no le hablaba, después de algunos meses se reanuda la amistad entre las chicas únicamente, Nolvia y Luis terminan casándose y se marchan del país debido a los negocios que Luis y su primo emprendieran juntos, ella no pudiendo rodear mas tal hegemónica y letal costumbre termina por ser la señora de Fernández otra virtuosa madre que sacrificando su yo deja que nazcan con el matrimonio y los hijos un nosotros que termina por suicidar su yo quiero yo pienso en su primer hijo guardaba un deseo, sorpresa siendo esta una niña decide dar secreto homenaje al amigo herido y le llama “Blanca Emilia”
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