Vladimir Holan, el viaje a lo desconocido |
En
medio de la soledad donde sólo gobierna la noche infinita, una voz
convertida en rayo se filtra por las cuatro paredes del mundo hasta llegar
a nosotros. Y en medio de nuestra oscuridad y cantos de cuervos a media
noche, esa voz se transforma en una estrella relampagueante cuya presencia
es cada vez más intensa y profunda. Sólo un nombre podría definir lo
desconocido: Vladimir Holan. Nació
en Praga el 16 de setiembre de 1905. Parte de su infancia transcurrió en
Padolí,
situada en Bohemia Central, tras esta breve estancia, retorna de manera
definitiva a la capital. El
llamado de la poesía no se hizo esperar, la necesidad de expresarse era más
fuerte que cualquier dificultad, es así como a la edad de 21 años
publica su poemario “Abanico
en delirio” (1926) continúa con “El
triunfo de la muerte” y “Soplo”
(1930). En estos libros iniciáticos a pesar de su profundidad y riqueza,
se puede notar claramente la influencia de Mallarmé, cuya magia y hechizo
había traspasado las fronteras francesas. Más
adelante llegó a formar
parte como redactor de la revista Život
(Vida), su pasión por la escritura no cesa, sigue vital y continua. Todo
parecía discurrir de la mejor manera; sin embargo, algunos
acontecimientos decisivos influyen de manera determinante en su poesía.
La ocupación Nazi del 38, el Pacto de Múnich, la Segunda Guerra Mundial
del 39, y el establecimiento de un gobierno comunista en Checoslovaquia
del 48 determinan que Holan observe el mundo desde una perspectiva más
humana y por ende universal. Al
ser consciente de la situación y ante la casi inevitable llegada de
Hitler, Holan apuntala su poesía hacia una creación comprometida.
Transcurrido los años de opresión y una vez liberada Checoslovaquia por
el ejército soviético, el poeta escribe “Soldados del ejército rojo” y “A ti” (1947). Tras
la nueva realidad social y política Holan decide alejarse del mundo, la
isla de Kampa será su nuevo refugio, es aquí donde por voluntad propia
permanece el resto de su vida. A
causa de no ajustarse al ideal de arte oficial exigido, el partido político
que en ese momento detenta el poder, lo acusa de formar parte de un “formalismo
decadente”, este encasillamiento le valdrá años en el más
absoluto silencio. Entre el 48 y 63, sus obras dejan de publicarse, se le
excluye por completo de la vida cultural de su país. Es
así como pasa sus últimos 30 años recluido en casa, a orillas del río
Moldava. Sólo se sabía de él por las luces encendidas durante la noche.
Decidió aislarse y dar la espalda al mundo para ser libre. En 1963 la
fugaz revolución de terciopelo levantó el veto después de 15 años de
silencio, en esos años recién se le permite
que sus obras se editen y publiquen, pero Holan prefiere seguir
viviendo apartado de todo lo superfluo y banal. Sabemos
por confesión que del año 1949 hasta 1956 son los más crueles, pasa por
una situación extrema; sin embargo, gracias a su fuerza creadora, estos años
también se tornan en los fructíferos. Su
encierro voluntario en ocasiones era interrumpido por la visita de su
compatriota Jaroslav Seifert que tiempo después, en 1984, se haría
merecedor del Premio Nobel de Literatura, fue él quien al verlo
extraviado pero feliz en ese mundo impenetrable, lo bautizó con un nombre
perfecto, “el
Ángel Negro”. En
su libro de memorias “Toda
la belleza del mundo” da cuenta del hecho: “Como
tendréis curiosidad por saber quién de nosotros era el mejor poeta, os
lo revelaré directamente: era Vladimir Holan, el Ángel Negro”. Ese
era Holan, el único habitante de la interminable noche. Nada
más halagador para alguien que sólo buscaba el silencio y la soledad
para escribir sus poemas dadoras de paz y aliento. Vladimir
Holan con el tiempo se ha convertido en uno de los poetas más
interesantes de la lírica europea del siglo XX, maestro de la palabra y
la simbología, su vocabulario es impresionante y cuando las palabas no
llegaban a expresar sus pensamientos él mismo las creaba. Antes
que la simple sonorización prefería el razonamiento, es inevitable no
dejar de pensar en el poema una vez leído, he allí la posibilidad de
trascender más allá de las palabras. Uno
de los temas fundamentales en “el
Ángel Negro” es la contradicción, tenía una frase “¿Estás sin contradicciones? Estás sin posibilidades”. Las
contradicciones son una de las razones de vivir. Desde
sus inicios se muestra comprometido con su tiempo y con la poesía, es en
medio de esta encrucijada cuando escribe “Una noche con Hamlet”
uno de sus libros más representativos que le valió el Premio
Internacional Etna-Taormina (1966). Así mismo los premios se suceden uno
tras otro (Premio de la Unión de Escritores, Premio del estado
Checoslovaco, Artista Nacional), pero Holan prefirió seguir creando y no
tener en cuenta esas nimiedades. Su
universo poético está cargado de simbolismos, ello unido a su compromiso
con el hombre y su circunstancia, es así como se deslizan temas como el
dolor, pasión, incertidumbre, paradoja, miedo, soledad. Una
luz resplandeciente pero fugaz fue su hija Kateřina;
sin embargo, ésta nació con un mal llamado abajo síndrome, golpeado por la mala suerte y a raíz de este hecho
Holan escribe un hermoso poema al que titula “Bajaja”, cuando Kateřina
murió en 1977 Holan perdió el sentido de la vida, sus energías para
afrontar la vida disminuyeron enormemente. El
también llamado “el alquimista de
las palabras” a pesar de las contradicciones personales y de su época
siguió escribiendo, hace tal ejercicio de las palabras que algunos de sus
trabajos poéticos son verdaderos micro relatos donde la metafísica y el
cuestionamiento sobre el hombre y su tiempo son una constante, el hecho
mismo de ser coloquial, imaginativa y explorador de nuevos horizontes, lo
convierte en la voz poética de los checos. Buscador
infatigable de la palabra jamás pronunciada, estos poemas son los que
ahora, a pesar de haber sido escritos en la penumbra, nos dan luz, sus
versos permanecen intactos, el tiempo los ha dotado de energía y vigor. Cuando
todo parecía perdido y cuando ya no aceptaba ver a nadie, el poema de una
admiradora lo regresó a la realidad. Clara Janés sobrecogida por la
lectura de “Una noche con Hamlet” sólo quería conocer a la persona que
le había devuelto el hechizo de la creación, Holan, hermético por
naturaleza, no la rechazó; sino al contrario, la acogió como a una
persona que había presentido desde hacía tiempo. Clara Janés no sólo
lo leyó sino que también lo tradujo para que nosotros podamos leerlo en
español. “La gruta de las palabras”,
es la cristalización de la obra selecta del Ángel Negro. La
monumental obra del gran poeta checo del siglo XX se nos abre de par en
par como una forma de vida. Sus
principales libros son:
Abanico en delirio (1926), Triunfo de la muerte (1930), Soplo
(1930), Arco (1934), Piedra, vienes (1937), Sueño
(1939), Canto de los tres reyes (1939), Trueno ( 1940), Primer
testamento ( 1940), Coro (1941), Terezka Planetová (1943), Gracias
a la Unión Soviética (1945), Paniquida (1945), El camino de la nube
(1945), Soldados del Ejército Rojo (1947), A ti (1947), Bajaja (1962),
Historias (1963), Toscana (1963),(Poema
de 900 versos donde se cuenta el encuentro con la muerte, este fue una de
sus libros más queridos, la muerte tiene nombre de mujer: Gordana) Sin
título (1963), Triálogo (1964), Una noche con Hamlet (1964), Avanzando
(1964), Dolor (1965), En el último trance (1967), Un gallo para Esculapio
(1967), Noche con Ofelia (1973), El árbol se quita la corteza (1979). A
pesar de consumado poeta también dedicó sus días a la traducción,
entre sus favoritos estuvo su compatriota Rilke, Baudelaire, y Góngora.
Todos estos textos se encuentran reunidos bajo el título de “En camino”. Pocos
escritores han sido congruentes consigo mismo, Holan es uno de ellos, cada
poema refleja el sentir de la existencia humana Vladimir
Holan murió el 31de marzo de 1980, aunque ya no siga en la mazmorra de
las cuatro paredes, el Ángel Negro
está con cada uno de nosotros. De
pronto al terminar estas líneas y en una noche lluviosa y oscura de Paris
he sentido un leve temor, como si al fondo, confundido en la oscuridad,
alguien quisiera que ya apagara la luz de la lámpara, debe ser mi amigo
Holan que tiene la costumbre de apagarlo todo y ponerse a escribir. Algunos
de sus poemas para el deleite de quienes lo queremos: Agradecimiento
eterno a Clara Janés por habernos dado luz en la sombra. BIBLIOGRAFÍA L'abîme
de l'abîme. Propast propasti /Éditeur:
Bassac : 1991. Douleur.
Éditeur: Genève. 1993. Histoires Éditeur:
Paris : Gallimard,1977. Mozartiana
: poèmes. Éditeur:
Fondfroide le Haut. Fata Morgana, 1991. Une
nuit avec Hamlet et autres poèmes .Éditeur.
Paris. Gallimard,
2000. Pénultième.
Éditeur: Paris : La Différence, 1990. Toscane.
Éditeur: Saint-Pierre-la-Vieille : Atelier la Feugraie, 2001. Le
bibliothécaire de Dieu (Prague 1905-1980). Éditeur:
Paris : Institut d'études slaves,
2009. La
gruta de las palabras. Obra selecta. Editorial Galaxia Gutenberg, Espana,
2011. Datos del Autor: http://abrahamprudencion.com/ |
Cuando
llueve en domingo y tú estás solo ..
Encuentro en el ascensor No
es indiferente el lugar donde estamos. Las
gentes sencillas son las únicas que no buscan la felicidad...
Noche de insomnio
Pero el tiempo |
por Abraham Prudencio Sánchez
abrahamprudencio2011@gmail.com
Datos del Autor:
http://abrahamprudencion.com/
Ir a índice de América |
Ir a índice de Prudencio Sánchez, Abraham |
Ir a página inicio |
Ir a mapa del sitio |