La asesina ilustrada; el libro de la muerte Universidad Nacional Mayor de San Marcos (Perú) |
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« La femme… c'est plutôt une divinité, un astre, qui préside à toutes les conceptions du cerveau mâle ; c'est un miroitement de toutes les grâces de la nature condensées dans un seul être ; c'est l'objet de l'admiration et de la curiosité la plus vive que le tableau de la vie puisse offrir au contemplateur »*.
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Esta historia contiene en sí muchas historias y se remonta a la nostálgica París de 1975. ¿Cómo surge? El mismo Enrique Vila-Matas ha confesado que la idea se la "regaló" el clásico español Miguel de Unamuno a quien se le ocurrió la idea de escribir una novela que provocara la muerte de quien la leyera. Bastó esta frase para que empiece a componer el rompecabezas que tiempo después sería La asesina ilustrada, la otra historia conocida es que al entonces joven Enrique Vila-Matas se le ocurrió contar esta historia a la autora de La pute de la côte normande, Marguerite Duras, sin conocer bien lo que tramaba el joven español, vio la imposibilidad de esa proeza, simplemente ese proyecto era improcedente "porque ningún libro fue como la tumba de Tuntankhamon", es decir nadie en su sano juicio creería que un libro puede causar la muerte (del ser humano lector) pero Vila-Matas no sólo lo creyó sino que tuvo el coraje de escribir el libro asesino. El
referente inmediato sobre esta temática perturbadora es El nombre de
la rosa de Umberto Eco, este libro como objeto causa la muerte del
lector, es decir no es necesario leerlo, incluso basta con pasar las hojas
para que seamos presas de la muerte, pero lo que se teje en “La asesina
ilustrada” de Elena Villena puede ocasionar precisamente el
deceso del ser humano-lector, el mundo ficcional irrumpe trágicamente
en el mundo real, el libro puede estar allí meses, años, su simple
contacto es inofensivo, es en el enfrentamiento del lector-texto discurso
cuando se produce el acontecimiento inesperado, quien buscó sosiego en el
mundo ficcional se encuentra de pronto con la muerte.
El
libro está integrado por varios componentes que sirven para darle
verosimilitud al tema en conjunto, tanto el prólogo, la carta, las notas
de Ana y el suplemento cumplen distintas funciones pero tienen un solo
fin; en conjunto forman un engranaje, estos elementos son los que dotan al
texto de ese elemento
particular: la muerte, sin las notas de Ana “La asesina ilustrada” sería
un texto sueño-lúdico. Ana es quien nos da alguna pistas para entender
el propósito de la misma, cuando se nos narra esa historia compleja, el
personaje misterioso junto a Juan parece ser la muerte, ella es quien nos
describe los sucesos, el ambiente donde se encuentran está lleno de
muerte, es más Juan es advertido que moriría esa noche, motivado como
por un proceso agónico recuerda a su hermana y sus traumas de infancia,
el castigo y suicidio son los fantasmas que lo persiguen siempre,
es en esa agonía cuando la muerte intenta distraerlo disfrazándose de
una rubia pero ya es tarde, Juan ya estaba muerto.
Son
estos elementos los que componen “La asesina Ilustrada”, se vive la
muerte a plenitud. Las
víctimas de papel:
Apenas
empieza la historia tropezamos con la muerte de Vidal Escabia que acaba de
suicidarse con una pistola, un elemento extraño junto a él es el
manuscrito de “La asesina ilustrada”. Juan Herrera después de recibir
el extraño texto siente un cambio radical en él, desde ese momento sólo
finge calma y serenidad y sin ningún motivo aparente sabe que se va a
morir, se dice que este personaje muere debido a un paro cardíaco con los
ojos abiertos y con la expresión de horror en el rostro, es el ambiente y
el clima de tensión que le hace sentir acorralado, sentía mucho miedo,
veía venenos y estiletes por donde no había, este es la primera víctima
del libro asesino. Al parecer y tal como se puede ver, el libro no actúa
de manera directa sino es el ambiente sofocante, tenso y sin lógica
el que acelera la muerte de los personajes, pareciera que después de la
“digestión” de la lectura, internamente el personaje empieza a sentir
una crisis que lo conducirá inevitablemente a la muerte, el efecto letal
del libro no es de inmediato ni de forma directa, sino lento pero
efectivo.
Ana
le hace frente a Elena, es la única y la que está más cerca de
descubrir a la autora del texto “maldito”,
pero después de leer el manuscrito
siente la vaga sensación de
muerte y en efecto en un clima en que el personaje no puede sorportar más
es cuando decide lanzarse al vacío, muere como si alguien la hubiera
empujado a tomar esa decisión. Quien confirma
esta teoría del libro asesino es Vidal Escabia, apenas empieza la
historia tropezamos con su
cuerpo inerte, y el manuscrito seguía junto a él, tratando de pasar una
vez más inadvertido, así se confirma la letalidad de la misma.
Advertencia que peligra pues el texto seguirá circulando. Una
de las particularidades centrales en la obra son los elementos que forman
parte de la intriga, cada uno de estos están muy bien dosificados,
mantienen la tensión y crean en el momento del desarrollo de la escena
esa atmósfera de ansiedad y sofocamiento, en conjunto y visto desde el
plano lineal, estas particularidades están bien constituidas y logran su
cometido, el lector, por momentos temeroso, siente que está frente a un
tema de horror y siente miedo. Estos elementos aparentemente
insignificantes y fragmentarios son los que otorgan al texto una virtud
fundamental: la verosimilitud.
Estos
elementos que accionan la trama se dispersan en todo el libro. Vidal
Escabia vive en un departamento consignado con el número 666, es en esta
habitación demoníaca donde halla la muerte. El elemento más importante
que pasa inadvertido es el sobre que contiene el manuscrito; que aparece
siempre al costado de la víctima, la atención del lector se agudiza
cuando se dice que el sobre iba firmado por Juan Herrera pero este hombre
hace tiempo que había muerto. No se entiende el por qué del suicidio
repentino de Vidal Escabia cuando éste tenía la ilusión de hacer un
viaje largo por Europa. En la reseña a su propio libro Juan asegura que
moriría esa noche y efectivamente muere ¿cómo lo sabía?
Sólo bastan unos segundos de descuido para que Ana no perciba la
muerte de Juan, fue algo repentino y brutal que ella no puede entender.
Los dibujos en la pared, los empapelados
con distintos dibujos que representaban a la mujer en distintas
etapas. La repentina desaparición de la luz. La voz de Juan que
aparentemente piensa escuchar Ana. La silueta negra que avanza hacia el
edificio. Estos son algunos de los elementos que hacen de esta una
historia llena de intriga y muerte.
La asesina ilustrada es muchos libros en uno, no sólo habla de muertes sino de los libros que componen este libro, sus personajes también están relacionados mucho a la literatura. Juan Herrera es un escritor cuyo libro de memorias Burla del destino relaciona a Vidal Escabia y Ana Cañizal, quien se encargara del prólogo; Juan es el escritor modelo, profesional y disciplinado, su vida gira en torno a la literatura, sus numerosos libros ayudan a conocer y descifrar algunos puntos enigmáticos. El otro escritor es Vidal Escabia que parece ser todo lo contrario a Juan, no tiene nada de disciplina y es sumamente desordenado, sus libros son soporíferos por eso lo del título de “escritor de segunda fila” aunque después ni eso es porque en realidad los verdaderos autores prefieren mantenerse en el anonimato, él sólo ponía su nombre. Ana
es la mujer encargada de hacer el prólogo a la primera edición del libro
de memorias de Juan, está muy vinculada al mundo literario. Elena
Villena, esposa de Juan, también es escritora, ella es autora de El
dulce clima de Lesbos todos los que leen esta novela terminan siendo
asesinados; Eva Vega, la supuesta autora del libro también es autora de
las muertes.
Es
necesario comprender que la muerte de los lectores se lleva a cabo en el
espacio simbólico, el pacto narrativo sentencia la propia muerte del
lector. Ello se compagina muy bien con las voces de los narradores, cada
uno de ellos tiene un estilo propio que el autor sabe diferenciar muy
bien. La
historia lineal del libro:
Desde
el inicio nos damos cuenta que Elena, la narradora, intenta centrar el
problema bajo principios objetivos, se enmarca en acontecimientos
acaecidos (las sucesivas acciones determinan una posible hipótesis) para
ello se centra años atrás al tiempo presente representado en esa
suerte de rememoración, y se ubica precisamente tras los pasos del
escritor de "segunda fila" Vidal Escabia.
Elena
describe, como enfocada por una cámara, cómo va haciéndose presente en
esa habitación ya de por sí marcada por el signo de la fatalidad (nótese
que el número de habitación de Vidal Escabia es el 666, la intriga y la
suspicacia se van construyendo desde todos los niveles). Elena cumple su
propósito, pero las circunstancias le son adversas, la persona a quien
busca yacía muerto en su habitación, Vidal Escabia al parecer se
había suicidado.
El
otro elemento importante dentro de la habitación de Vidal Escabia es el
sobre que contiene "La asesina ilustrada" que la
propia autora le había enviado. Finalmente después de muchas sospechas,
el especialista sentencia que Vidal Escabia
se había suicidado.
Aquí
es cuando se abunda con más datos acerca de este oscuro escritor, se
dice que nació en Elche en 1907, estuvo en la Argentina durante la
guerra civil, llegó a publicar obras hasta ese entonces inadvertidas
tales como La vida en la corte, Pasiones de Eldorado (1934),
El león del Zar (1942), Perfidia (1945),
Agridulces damas de Elche, Navegación en mar peligrosa.
Tras
radicar en Lima una temporada, y a pesar de su delicado estado decide
hacer un viaje largo por Europa de allí que no se entiende su repentino
suicidio, ¿qué se esconde detrás de este entramado?
Un
personaje del cual sólo se lo conoce por sus iniciales JM será el
encargado de relanzar a este oscuro escritor y motivado por las
"buenas críticas" le encomienda hacerse cargo del prólogo a la
segunda edición de Burla del destino, libro de memorias de Juan
Herrera. Según la evaluación crítica de Elena, la obra de Vidal Escabia
es aburrida. El famoso sobre hallado junto al cadáver de Vidal contenía
el manuscrito que Elena le había enviado, el detalle es que rehusó a
identificarse con su verdadera identidad, en su lugar puso el nombre
de su esposo
el escritor Juan Herrera, pero lo raro es que Juan hace un año que
había muerto. Elena sabe que este manuscrito de todas maneras lo
iba a inquietar porque, lejos de cualquier lectura, entre ambos escritores
había cierta relación contradictoria, Juan Herrera detestaba a Vidal, en
el fondo creía que Vidal no había escrito ninguno de esos libros de los
cuales decía ser el autor, diez años después la sospecha dio
resultado, Vidal Escabia confesó en una misiva que no había escrito
ninguno de esos libros, los verdaderos autores eran Jenny López y Gilda
Luna. Para el autor de Burla del destino, Vidal Escabia desde ese
momento perdió todo su interés.
Juan
Herrera era un esforzado y modelo escritor, su disciplina rigurosa se
contraponía a los descuidos y debilidades de Vidal; pero,
a pesar de estas carencias, Elena le envía su manuscrito. La parte
inicial del texto concluye cuando Vidal Escabia se dispone a leer "La
asesina ilustrada". Carta
a Vidal Escabia
En
esta carta Elena, independiente a lo que decía el sobre, le explica que
ella es la autora de "La asesina ilustrada"
, su texto quizá ayudaría en algo para el prólogo de Burla del
destino que estaba haciendo, y que como vive muy cerca a él
le gustaría mucho ir a visitarlo. Deseo que no se
cumple por el deceso inesperado de Vidal. Primera
nota de Aña Canizal:
Ana
está abocada a dos tareas, la primera es el prólogo al libro
de memorias de Juan Herrera, y a la vez está haciendo unos apuntes sobre
"La asesina ilustrada" manuscrito que cataloga como
"extraño texto", fue precisamente el 25 de mayo que Juan
Herrera recibió el sobre sellado de Elena, su mujer. Después
del primer contacto, la vida de Juan cambia abruptamente, sólo le quedaba
fingir calma y serenidad, Ana cuenta que fue ese día cuando lo conoció,
en esta reunión ella aprovecha para contar que está en París
porque le había sido encargado el prólogo a la primera edición de
de
Burla del destino, sus memorias, él se mostró cortés y amable, es más
le llegó a dar las llaves de su casa, ella
ocuparía una parte del ambiente. En la entrevista Juan le dice que
le gustaría que fuera en la contratapa una biografía que el mismo
había hecho y entre toda esa experiencia vital Ana se queda sorprendida
por el final de la breve nota, porque Herrera termina anunciando su muerte
y lo que no puede entender la joven investigadora es cómo Herrera
sabía que iba a morir, precisamente ese día ocurrió algo anormal en la
casa de Herrera, bastaron unos segundos de descuido para que ocurriera lo
inevitable.
Los
especialistas dictaminaron que había muerto debido a un paro cardiaco,
murió con los ojos abiertos y una expresión de horror en el
rostro, Herrera contó que se sentía acechado por alguien o por algo, sabía
que en cualquier momento la muerte lo sorprendería, de allí su premonición
en el desayuno.
No
se puede explicar por qué Herrera veía por todas partes venenos y
estiletes, temía estar solo; es por esa razón que decide alojarla un
tiempo en el caserón.
Otro
elemento que no queda claro es que al amanecer lo vio
"escondido" trasladando espejos y plantas, Ana no puede entender
estas acciones, fue a la mañana siguiente cuando después de comprobar
que sucedía algo extraño, decide entrar a la casa, y allí estaba
Herrera, en su habitación. Le llama la atención un dibujo en el cual
ella veía muchas imágenes. El otro elemento extraño se ubica en la
pared que ocultaba empapelados con distintos dibujos, una sobre otra,
todas ellas representaban imágenes de una mujer tanto de la edad media
como del renacimiento hasta llegar a la etapa del ordenador, es en ese
lugar también donde encuentra
"La asesina ilustrada" y cuando justo está por leerlo alguien
la interrumpe, a ese lugar llega también Elena, ésta no tenía ningún
problema con que siga en el caserón, Ana al regresar a la casa se percata
que falta "La asesina ilustrada".
Ana
tiene un sueño bastante curioso en la que se vio viajando, y su compañero
de asiento no dejaba de hablar y hablar, llega a Sitges pero no como
una mujer normal sino ya como toda una detective empeñada en resolver el
caso Herrera, Elena puede percibir un sueño totalmente extraño, lo raro
influye en su subjetividad haciendo presa de ella tanto cuando está
despierta como dormida, no sabe cómo puede estar sucediéndole eso. Es
inevitable que tanto Elena como Ana lleven una relación bastante
crispada, Ana sospecha de Elena, cree que ella tiene que ver en los
últimos acontecimientos, pero Elena no sabe de qué le está hablando,
se siente sorprendida, otro elemento conflictivo es el manuscrito "La
asesina ilustrada", este documento es el que indispone entre ambos
personajes, su repentina desaparición es sospechosa, luego Elena misma
confiesa que ella lo tuvo en su poder y que va a devolverlo, pero por qué
quiere hacerlo, ¿qué quiere comprobar?, de todas formas Ana toma sus
precauciones. Es en ese momento en que Ana se dispone a leer el
manuscrito.
“La
asesina ilustrada”, el libro asesino: Desde
el inicio de la historia nos damos cuenta que el narrador está inmiscuido
en la historia "le vi en la penumbra” con clara referencia a otro
personaje (según Ana en sus notas éste otro personaje que aparece sin
nombre es Juan Herrera) que está ocupado tratando de centrarse en
ese escenario-laberinto que es Aroma, una ciudad que existe sólo en sus
sueños, y como en todo sueño aquí es posible una ciudad con
"canales de agua roja", "las piedras de plata" y
"tres soles iluminando la noche eterna". Este narrador
nuevamente percibe en Juan ese ambiente cercano a la muerte, donde Juan
a través de la "infinita sucesión de imágenes fragmentadas"
evalúa lo que ha sido su vida, reconoce que la muerte está muy cerca,
este personaje que tiene el don extraordinario de meterse a las casas sin
llamar le advierte a Juan que esa noche moriría, su misión es darle ese
mensaje, sólo un ente sobrenatural comparado a la muerte puede permitirse
tales hazañas, sin embargo, el personaje ya está preparado para la
llegada de la muerte y para quitarle toda su honorabilidad piensa hacer un
laberinto en su propia sala "y cavar en el centro del gran salón
la fosa en la que se enterraría para siempre", con ello el personaje
intenta afrentar a la muerte, Juan tuvo una hermana, Ariadna (Isabel),
muerta hace años, con la que hacía dibujos nada convencionales
"juntos pintaban retratos de místicos sometidos a intensas
convulsiones, a traumatismos enloquecidos" Mediante la remembranza se
puede notar cierta peculiaridad del personaje. Esta historia se remonta
muchos años atrás cuando siendo niño vio a su hermana Ariadna
desnuda frente al espejo, ella enfurecida lo castiga y le ordena que
"besara sus pies y agradeciera el castigo recibido" el episodio
de ver a su hermana desnuda fue algo que grabó por siempre en la memoria,
el otro de los acontecimientos memorables es la fecha en que presenció el
suicidio de Ariadna, fue otro espectáculo que nunca olvidaría, fue
en ese tiempo en que pensaba que ella resurgiría del fondo del espejo
como si fuera la puerta a otro mundo y aquí nuevamente la historia vuelve
a dar otro giro sorprendente cuando dice que detrás de Juan, ella lo seguía
contemplando, y cuando Juan estaba viéndose en el espejo se da las
características del personaje narrador, y en el espejo aparece " la
sombra de un personaje que volaba a su lado. Tenía mi rostro ese
personaje. Dos alas, grandes y abiertas, me tapaban casi enteramente y me
convertían en una nube" Este es la descripción física del narrador
personaje. Estando en su propia habitación siente una rara sensación de
"que era transportado por la nube sobrevolando ciudades" Juan
siente extraviarse por mundos tanto conocidos como desconocidos e incluso
sintió que se alejaba de la tierra, hasta bordear la Luna, cree que es un
sueño, sin embargo es imposible detener ese viaje, a pesar de estar en su
habitación y no haber pasado mucho tiempo, el espejo refleja un rostro
envejecido, está siendo sometido a una sucesión de acontecimientos
incoherentes, es presa de lo ilógico y el delirio mientras que la sombra
a su lado trataba de comprenderlo, viendo cómo ese muchacho se moría, es
en esos momentos cuando impera la zozobra, intenta distraerlo un
rato "me coloqué una cabellera rubia, me pinté de rojo los labios,
contorsioné las caderas, sonreí" pero él ya parece estar
descomponiéndose como después de un fuerte impacto. Al amanecer recién
se da cuenta que el personaje está muerto.
Las
siguientes notas de Ana Cañizal:
Vemos
que en el instante en que Ana está leyendo el texto siente
"una vaga sensación de que mi vida corría grave peligro", es
en ese instante, sin motivo aparente, cuando siente que se va a morir.
El
otro libro de Elena Villena es El dulce clima de Lesbos, en
este Eva Vega describe la muerte de un poeta, todos los que leen esta
novela "acaban siendo asesinados" al final se sabe que el
asesino es Eva Vega, la propia autora, esto le da pie para pensar que
Elena Villena quiere hacer en el mundo real lo que su personaje Eva
Vega hace en lo ficcional, Ana cree estar segura que la propuesta de Elena
está en asesinar a aquellos que osaron leer esa novela, en ese sentido su
propio esposo el escritor
Juan Herrera habría sido una de sus primeras víctimas, y así
como iban las cosas Ana sería
la siguiente.
Ana
está convencida de que el personaje de quien se habla en “La asesina
ilustrada” es Juan y según las pistas que sigue todo parece
indicar que está en lo cierto, incluso señala que el personaje Ariadna
es Isabel; hermana de Juan fallecida a la corta edad de quince años.
Ana
hace un seguimiento exhaustivo tanto a la vida como a la obra de Juan
Herrera, hay detalles que no entiende pero que irá descifrando poco a
poco gracias a las conclusiones y para ello se ayuda de los libros de Juan
tales como Obras completas, el relato inédito de Las soleadas
noches de Ambora, el poema Danza inmortal, poema que dedica a
Isabel, el relato inédito Las largas fiebres es en esta historia
donde podemos saber un poco más acerca de Elena, (esta tenía 15 años
cuando Juan la conoció, estuvieron juntos hasta el día en que ella se
enamoró de Valérie Duval y decidió marcharse, una frase parece
describir a Elena " su increíble gusto por el mal" en El
viajero, Juan describe la muerte de un poeta que al parecer es
Vidal Escabia, unas voces interiores le decían que su muerte estaba cerca
y que era tiempo de confesar su plagios Ana
y Elena por fin se ven las caras y, ante las sospechas, Ana le dice
lo que piensa de “La asesina ilustrada”, quería provocar en ella una
reacción que pueda servirle para sacar conclusiones, quiere saber cuál
es su reacción, pero sólo causó en ella enfado y decepción, esa no era
la forma de tratar a la persona que le estaba dando la mano, Ana sabe que
en el fondo Elena le oculta algo, y obligada por la persistencia, Elena
revela que “La asesina ilustrada” forma parte de la novela El
dulce clima de Lesbos, las
respuestas a sus preguntas no le satisfacen del todo, siente que lo
ocurrido no encaja con sus suposiciones. Elena cree que todo eso es
un absurdo, se abre una lucha tenaz en que ambas mujeres intentan salir
bien libradas, Ana cree que Elena no tardará en seducirla, pero es ella
misma quien deseaba ser seducida, se siente atraída por Elena, se
lo confiesa, tanto fue su deseo que hasta en sus sueños llegaron a hacer
el amor, Elena producía en ella sentimientos contradictorios, la amaba y
la temía, pero sólo era un sueño, cuando despierta siente la figura
femenina junto al armario pero cuando se fija bien la figura ya había
desaparecido ¿Qué estaba pasando? pensaba escuchar lamentos, en su
soledad cree que es la voz de Herrera, sentía mucho miedo, hay un
acontecimiento que no se puede dejar de lado y es que cuando se va la luz
de la casa, en el tapiz donde antes no hubo nada esta vez aparece la
silueta negra de alguien que avanzaba hacia el edificio; luego cuando lo
vuelve a ver esta figura había desaparecido, ella asegura "de
haberme quedado completamente a oscuras, habría enloquecido de
miedo", esta parte del libro está llena de suspenso e intriga, pero
si se quiere seguir una lógica, el personaje está siendo víctima de un
juego, al final cae presa de sí misma, pero al comprobar que es
simplemente un borrón sonríe por el hecho, nadie le creería lo
acontecido.
Ana
está convencida que Elena quiere poner en práctica El dulce
clima de Lesbos, según su teoría ahora ya no sería ella quien
asesine, en este caso sería la propia arma la que cause la muerte. El
deseo de Ana se cumple, Elena cede a su pasión, ambas hacen el amor, esta
inesperada intimidad hizo posible que Elena cuente su verdad,
quería saber cuál era su opinión acerca del manuscrito, se sabe que
Juan no puede soportar el color rojo por esa razón al ver el título del
libro resaltado con ese color se pincha el dedo, suceso que igualmente le
resulta insoportable, Juan detesta el rojo porque de niño vio cómo un
tigre destrozaba a su domador, es un momento crítico en el que Juan no se
puede controlar, todo lo veía rojo.
En
el momento en que está continuando con el prólogo siente que alguien
entra, ella cree que es Elena pero nadie responde, se oye una voz, ella
cree que probablemente sea la de Herrera, siente que detrás de la
puerta está alguien, piensa contar todo lo sucedido en el prólogo. Nota
de Elena Villena:
Le
escribe una nota a Vidal Escabia donde le explica que la anterior persona
que se estaba dedicando a realizar el prólogo se suicidó, la imaginación
le jugó una mala pasada, muchas cosas la traumaron, le sugiere que esas
notas le pueden ayudar en algo. Suplemento:
Quería
comprobar si el manuscrito era uno de esos raros documentos que van
provocando la muerte de sus lectores, ya había ocurrido con Herrera, Ana
y ahora el suicidio de Vidal confirmaba su sospecha. Elena
decide que “La asesina ilustrada”
siga circulando. Bibliografía Baudelaire,
Charles. Œuvres
complètes III. Distribué par le Cercle du Bibliophile, Suisse. Vila-Matas,
Enrique (1996)
La asesina ilustrada. Ediciones Lengua de trapo, Madrid. -Se debe anotar que cuando nos referimos al libro de Enrique Vila-Matas lo graficamos así La asesina ilustrada y cuando nos referimos al texto de Elena Villena va así “la asesina ilustrada”. |
Abraham Prudencio Sánchez
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