Frutal
Arabella Salaverry

Esta noche
me cubro
con la sola apetencia
de tu cuerpo.

De los pies a la cabeza
me voy llenando con murmullos de hoja seca
sobre todo 
cuando hago recuento de tus manos ausentes.

Desde la memoria
me recorren
de punta a punta
de pecho a pubis.

Se entretienen en todos los resquicios
me dibujan los muslos
llegan 
al punto exacto del que regresan los caminos.



En la añoranza de tus manos
me desvelo.

Me cubre
la apetencia de tu boca
la sal de sus rincones
el camino de tu lengua en mi garganta.

No duermo en la ausencia
de tu boca.

Tus brazos no están
Y es el aire
el que responde a la apetencia de los míos.

En el desvelo de tu ausencia
me refugio.

Sí.
Esta noche
al igual que tantas otras
me cubro con la sola apetencia
de tu cuerpo.


Nací en el trópico
soy frutal sin estaciones
Me averano a pura voluntad de mis sentidos.

El cuerpo 
se me llena con olor a mandarina.

Presiento en cada pecho
un sabor distinto:
el derecho es maracuyá
y el izquierdo
un leve recuerdo a carambola

en los brazos
y sobre todo en las axilas
se me refugia
un aroma a mango trasnochado.


En la curva de las nalgas
queda un resabio a guanábana madura.

La papaya se me afinca
en la redonda suavidad del vientre.
Por los muslos me sube presurosa
la presencia indiscutida del caimito
y remata en el punto exacto de mi sexo


Pero es solo en los atardeceres de mar
con el sonido de los caracoles
donde recobro la fiesta frutal
de mi presencia.

Arabella Salaverry
Del libro “Breviario del Deseo Esquivo” Editorial Costa Rica 2005 

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