Alpiste, ¿solo para pájaros?

por Armando Sáez Chávez

Aunque tradicionalmente es reconocido como alimento para pájaros, lo cierto es que en los últimos años se ha disparado el consumo del alpiste por parte de un buen número de personas, gracias a que han trascendido informaciones científicas sobre sus diferentes beneficios y propiedades.

Esta planta es una gramínea anual, de crecimiento invierno-primaveral, que se cultiva para la producción de granos en las zonas templadas del mundo. Es considerado un verdadero cereal, cuyos frutos presentan una composición única y una estructura similar a la de otros de la misma familia botánica como el trigo, la avena, la cebada y el arroz.

El alpiste resulta la única especie de su género que se cultiva para la producción de granos. Los mismos se destinan, casi exclusivamente, a la alimentación de aves ornamentales y en pequeñas cantidades a la alimentación humana y de animales de cría.

De acuerdo a la Real Academia Española, el nombre “alpiste” proviene del árabe hispano y mozárabe alpíš?, y este del latín pistum, participio pasivo de pinsere, moler, machacar. En cuanto al nombre científico Phalaris canariensis, la etimología podría derivar del griego phalaros, que significa ‘lustroso’, aludiendo al brillo de las espigas; y canariensis: epíteto geográfico que indica que es de Canarias.

La gramínea crece en forma de hierba que parece pasto, sus tallos son cilíndricos y huecos, sus hojas parecidas a las del trigo y tiene vainas largas. Las semillas están envueltas en una cáscara y son de color marrón con un acabado brillante.

Sobre los beneficios de esta especie del mundo vegetal, los países hispanos resultan los que han sabido aprovechar mejor sus propiedades. Según estudios, tan sólo seis cucharadas de alpiste poseen más proteínas que las contenidas en 2 kg de carne, pero con aminoácidos estables, que significa que pueden recorrer el organismo sin descomponerse y el cuerpo, asimilarla más.

¿También medicamentoso?

Si bien las propiedades medicinales del alpiste no cuentan con suficientes evidencias científica, la medicina tradicional le atribuye beneficios como hipolipemiante (reductor de lípidos o grasas en sangre), demulcente (moliente: relaja y ablanda las partes inflamadas) y diurético.

En las Islas Canarias, además de aperitivo, se le utiliza como refrescante para los calores, y se le considera remedio para los males de orina y cálculos renales (riñón y vejiga), lo cual es erróneo, ya que por el contrario, contiene ácido oxálico, que atrapa el calcio, formando oxalato cálcico, el cual forma cerca del 80% de todos los cálculos renales.

Sus enzimas tienen la característica de desinflamar ciertos órganos, particularmente el hígado, el riñón y el páncreas. En cuanto a este último, no sólo lo desinflama, también puede regenerar sus funciones y, por ejemplo, beneficiar mucho a las personas que padecen diabetes.

En el riñón actúa incrementando la producción de hepatocitos, lo cual ayuda a combatir la cirrosis; y al hígado, tiene la capacidad de recargarlo de enzimas, lo cual estimula su función diurética, que por lo tanto, ayuda a prevenir la hipertensión.

También se usa para tratamientos en hipercolesterolemia y prevención de la arteriosclerosis, y cuando se requiere un aumento de la diuresis, tales como afecciones genitourinarias (cistitis), hiperazoemia (abundancia de sustancias nitrogenadas en la sangre), hiperuricemia, gota, hipertensión arterial, edemas, sobrepeso acompañado de retención de líquidos, gastritis y ulcus (úlcera, sobre todo del estómago) . Uso externo para tratar eccemas.

El modo más empleado es de infusión, extracto seco, extracto fluido, sola o con otras plantas para disminuir la tasa de colesterol en sangre y estimular las funciones de drenaje, hepáticas y renales, entre ellas la alcachofera, cola de caballo, espino blanco, estigma de maíz, menta y pilosella.

Alimento nutritivo

La llamada leche de alpiste tiene un gran poder alimentario debido a que es rica en proteínas vegetales que ayudan a quemar la grasa corporal y a prevenir la obesidad y la celulitis, señalan investigadores de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

Para elaborar esta emulsión basta con sumergir los granos en un vaso con agua y dejarlos reposar una noche. Al siguiente día se retiran las semillas del vaso usando un colador, se colocan bajo el chorro de agua para lavar, y se ponen en la licuadora, se agrega más agua, aproximadamente 1 litro, y se licua.

También se puede utilizar leche de vaca y miel en lugar de sólo agua. El líquido se cuela para eliminar la cáscara del alpiste y el resultado es la leche de alpiste que se bebe al despertar y antes de ir a dormir. No se debe agregar azúcar o fruta puesto que el edulcorante refinado y los ácidos de algunas frutas pueden destruir sus enzimas.

Hay que tener en cuenta la siguiente advertencia: hay personas que son intolerantes a los compuestos de la citada gramínea por lo que podrían padecer dolores estomacales debido a inflamación del intestino. Esto puede ser resultado de no retirar completamente la cáscara del agua o leche de alpiste que se consume o por agregar azúcar a dicho líquido.

Baja de peso por la boca

Uno de los beneficios del alpiste más conocido tiene relación con sus virtudes adelgazantes. Una propiedad que se debe sobre todo a su contenido en lipasa, una enzima encargada de eliminar el exceso de grasa corporal.

Desde un punto de vista nutricional es un cereal rico en proteínas vegetales, de forma que 100 gramos de alpiste aportan 14 g de proteínas, destacando a su vez su contenido en calcio y fósforo. Precisamente, esta cualidad favorece la tonicidad muscular. También contiene una enorme cantidad de antioxidantes beneficiosos contra el envejecimiento de las células.

Los especialistas recomiendan beber un vaso de leche de alpiste en ayunas y antes de dormir, así tu metabolismo se acelerará, por lo que quemarás grasa más rápido y mantendrás un peso y figura envidiables.

Y tú, ¿te animarías a probar esta alternativa natural para bajar de peso?

Armando Sáez Chávez

Periodista de la Editora 5 de Septiembre, Cienfuegos, Licenciado en Español y Literatura y Máster en Ciencias de la Educación

Ir a índice de periodismo

Ir a índice de Armando Sáez Chávez

Ir a página inicio

Ir a índice de autores