La noche |
Corre triste mi alma desde aquella mañana en que cerraste los ojos del cielo y la noche impuso sus mejillas tan rígidas y su chasquear de truenos. Lágrimas, lágrimas tan inmensas escribiendo tu nombre, como se escriben las tinieblas sobre las estrellas. Truenos, lágrimas, tinieblas… Lágrimas, tinieblas… Tinieblas… |
Roberto Javier Rodríguez Santiago
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