Los Centros de Desarrollo Infantil (CENDI) del Frente Popular “Tierra y Libertad” Dra.
María Guadalupe Rodríguez Martínez |
Este
ensayo aborda la concepción y desarrollo de los Centros de Desarrollo
Infantil (CENDI) del Frente Popular “Tierra y Libertad”, creados en
1990, instituciones
públicas de educación temprana, enclavados
en zonas urbanas marginadas del área metropolitana de
Monterrey, Nuevo León, México. Surgen como iniciativa del Frente
Popular “Tierra y Libertad”, organización social que se autodefinió
como autónoma, establecida en
zonas urbanas marginadas,
promotora del poder popular y base de apoyo para los movimientos democráticos
que han venido impulsando la transformación social con el objetivo de
alcanzar mejores niveles de vida. En
este marco, y
bajo la hegemonía de un sistema educativo cada vez más conservador en
general y particularmente disfuncional en muchas de las zonas periféricas,
se impusieron las urgencias de articular procesos educativos que, desde
una realidad histórica “mundializada”, pero a su vez rica en sus
tradiciones culturales, reconozcan sus identidades en
proposiciones constructivas. Así, surge la iniciativa de crear los Centros de Desarrollo Infantil (CENDI) del Frente Popular “Tierra y Libertad”, y este libro constituye un primer análisis integral de esta valida experiencia, que por su amplitud y riqueza en estos casi 20 años, sólo se abordaron sus principales aspectos, y que resumimos a manera de conclusiones. En estos aspectos se refleja el carácter científico de esta obra, y se encuentran en la propia elaboración de las bases conceptuales de su proyección, su desarrollo e instrumentación como institución educativa en su evolución. Sobre la base de los procesos de evaluación diseñados, la investigación de diversos aspectos de la problemática de la Educación Temprana, y un estudio longitudinal realizado cada 5 años y otros estudios que profundizan los resultados, como eje fundamental de sus principales impactos y base de su perfeccionamiento e innovación sistemática. Todo lo cual demuestra las bases científicas del desarrollo de los Centros de Desarrollo Infantil (CENDI) del Frente Popular “Tierra y Libertad”. Los
Centros de
Desarrollo Infantil (CENDI) del Frente Popular “Tierra y Libertad”
parten de comprender que “La educación
como formación humana, en los momentos actuales, está urgida de
cambios. Hay que reformar el pensamiento en general y sus paradigmas si se
quiere revertir el pensamiento educativo y sus estrategias. Hay que
cambiar las estructuras existentes, no sólo de pensamiento, sino en plena
conjunción con la práctica social y sin perder el sentido social en que
toma cuerpo y se despliega como sistema complejo”[1]. Reconociendo
además, que entre los principales problemas de la educación actual está
claro que no hay una segunda oportunidad para la infancia, por lo que es
fundamental hacer todo lo que sea posible por el bien de cada niño, su
salud y nutrición, su crecimiento y desarrollo, su aprendizaje y su
felicidad. La incidencia de la educación temprana es decisiva e
impostergable en la formación humana, además de su trascendental
importancia científica, social, económica y política. La
educación infantil temprana puede incrementar el rendimiento de lo que se
invierte en la educación primaria y secundaria. Puede elevar la
productividad y el nivel de ingreso, así como mejorar el desempeño académico
y reducir la deserción escolar; y como consecuencia de lo anterior, hacer
más eficiente el gasto público. Reduce también los costos sociales
asociados con la repetición en la escuela, la delincuencia juvenil y el
abuso de drogas. La educación infantil de calidad tiene una mayor
significación cuando esta se dirige a niños en condiciones sociales
desfavorables al incorporarlos a un esquema social de mayor igualdad. En
las obras consultadas, múltiples han sido las concepciones teórico-metodológicas
sostenidas por autores mexicanos, cubanos y del pensamiento universal, en
general, sobre el lugar y papel de la institución infantil como agente de
cambio y transformación humana-social, incluyendo la idea de su revelación,
desde una perspectiva holística, cultural y compleja, que es la que más
contribuyó a los resultados obtenidos. Esta
concepción y vocación nos acerca a la complejidad de la educación y su
interrelación con el desarrollo humano desde las edades de la infancia,
así como al papel de los agentes que intervienen en los múltiples
procesos educativos, formales
y no formales. Por
ello, en esta obra se aborda el proceso de concepción, desarrollo y evaluación de los Centros de
Desarrollo Infantil (CENDI) del Frente Popular “Tierra y Libertad",
cuya idea
conceptual básica que se propone, consiste en la creación de un sistema
unido y coordinado de influencias educativas y transformadoras,
solo con el propósito expreso para cambiar la forma de pensar el
futuro, así como su proyección social en un entorno marginal y
discriminado. Lo
cual requiere para su consecuente desarrollo y como fundamento heurístico,
partir de los resultados de las ciencias de la educación en esta área
de:
La
construcción de estrategias pedagógicas basadas prioritariamente en los
presupuestos de los paradigmas constructivista e histórico-cultural, en
importante alianza con las concepciones de las inteligencias múltiples y
el desarrollo actual de las Neurociencias, entre otras.
Una
concepción de la familia y la comunidad en correspondencia con su rol
protagónico, que la convierte en sujeto y objeto de estos procesos educativos, bajo la trascendencia de su acción
y más aún de su transformación, como
condición insoslayable de una verdadera vocación de transformación
social, desde la educación temprana. Desde la misma creación de los Centros de Desarrollo Infantil se concibió que el proceso educativo de los niños y niñas requería de una estrecha unidad de los agentes educativos principales: el centro infantil, la familia y la comunidad. Pero todo ello requirió de un proceso de innovación en el contexto educativo de la realidad mexicana:
Adecuar los programas curriculares o normativos,
oficiales y obligatorios para la educación inicial y pre-escolar, sobre
todo en sus formas de implementación, a los principios de nuestras
estrategias pedagógicas;
Enriquecer la formación de los niños y niñas con
programas cocurriculares en inglés, computación, música, danza, dibujo
y modelado, educación física,
yoga, iniciación en las artes marciales, gimnasia y masaje infantil, de
acuerdo a los diferentes niveles, para propender a una formación más
integral;
Introducir programas de reforzamiento al rezago
educativo como los de: grupo control, adaptación, ablactación, control
de esfínteres, terapias del lenguaje, bits de inteligencia, para lograr
una mayor atención a las diferencias y real igualdad de oportunidades;
Crear los programas extraescolares, hacia la familia
por medio de las escuelas para padres, que incluye juntas periódicas y
especiales, talleres, asesorías, visitas, para favorecer e integrar a la
familia en el trabajo educativo. Y los de
acción comunitaria, en los que con su participación a partir de
los principios de intervención comunitaria se desarrollan programas de:
atención prenatal, de educación por vías no formales, de jóvenes
“espacio libre” y
programas de gestión social como el alimentario “rescatando
inteligencias”, las brigadas médico-asistenciales, y las campañas
contra la violencia, las adicciones, ecológicas y sobre los valores, para
favorecer y consolidar una efectiva transformación social. Así,
el Centro de Desarrollo Infantil se convierte en un agente
transformador de la realidad social que le rodea, mediante la utilización
de métodos diversos, que obedecen a un plan científicamente concebido y
en el que interviene no solamente el propio agente educativo, sino todo
aquel que directa o indirectamente, se vincula a su labor educacional y de
transformación social. Bajo el prisma de que poco serviría
estructurar una organización eficiente del Centro de Desarrollo Infantil
y concebir Programas Educativos, científicamente fundamentados, si
el entorno de vida de estos
niños y niñas no resultaba modificado, en la medida necesaria para
posibilitar una adecuada participación de la familia y la comunidad en
los planes educativos de la institución infantil. Con
esta concepción de la
educación temprana, sin dudas, se abren las puertas del futuro y se
contribuye a disminuir las desigualdades sociales. Asimismo,
representa una valiosa herramienta para revertir el círculo vicioso de la
pobreza e impulsar la formación del desarrollo humano, social y económico
del individuo, de su familia y de su comunidad.
Los
Centros de
Desarrollo Infantil (CENDI) del Frente Popular “Tierra y Libertad”,
por las características socio-económicas en que se ubican, parten
con una orientación holística que considera al niño y su
desarrollo integral, a la familia como reproductora del ámbito donde se
encuentran, y a la
comunidad como el contexto más cercano a esta obra social; pero también
toma en cuenta de manera central el
desarrollo de la institución educativa, su perfil y perfeccionamiento
como organización. Para
posibilitar toda esta atención el reto es organizar a los Centros de
Desarrollo Infantil, bajo una estructura que permita la mejor dirección y
orientación de todo este vasto proyecto educativo, y que a su vez
facilite la autogestión de cada centro en cuanto a la creatividad
y autonomía para desarrollar los programas pertinentes. Estos
Centros han desarrollado una gestión educativa proactiva que garantiza
mediante su concepción y operatividad,
la adecuada planificación de su proyección, mediante:
La
planificación estratégica y sus diferentes eslabones, tanto en sus
procesos específicos como en su temporalidad o periodicidad.
Una
clara organización y estructura que refleja sus procesos claves, así
como sus relaciones internas y externas a favor de su unidad de acción de
y los programas.
Una
consecuente dirección proyectada en los principios actuales de la gestión
de calidad que abarca todos sus componentes organizacionales, en especial
el Liderazgo, la gestión de personal, la política de capacitación,
entre otros.
El
control, desde la evaluación integral de sus procesos y de los niños y niñas, las evaluaciones individuales de
todo el personal, así como la realización de estudios e investigaciones,
unos sobre problemas específicos, el seguimiento de los graduados y la
evaluación periódica más abarcadora de sus resultados e impactos, como
fuente principal de su perfeccionamiento constante en los diferentes
niveles. El
principal reto asumido consistió en estructurar los centros de desarrollo
infantil y la concepción de programas educativos científicamente
fundamentados para lograr la consecuente educación de los niños y niñas,
posibilitando una adecuada participación de la familia y la
comunidad en los planes educativos e incidir en su transformación. Los
procesos de gestión educativa que brindan los
Centros de Desarrollo Infantil del Frente Popular “Tierra y
Libertad”, al poseer un enfoque holístico, cultural y complejo,
contribuyen a la transformación social de sectores poblacionales
vulnerables, ya que buscan responder a la satisfacción de necesidades
reales y ser un impulsor del dinamismo interno de las unidades educativas,
porque el capital más importante lo constituyen las acciones de los
principales actores educativos que multiplican los esfuerzos tomando en
cuenta los aspectos relevantes que influyen en las prácticas cotidianas,
las experiencias, el reconocimiento de su contexto y las problemáticas a
las que se enfrentan. Se demuestra la importante contribución de los Centros de Desarrollo Infantil (CENDI) del Frente Popular “Tierra y Libertad” en la instrumentación de su concepción holística e integral en los programas desarrollados, cumpliendo de esta manera una función social que incluye: el alto desarrollo integral de los niños y niñas; la buena preparación y actitud de los padres; la franca disminución de los problemas sociales de las comunidades donde están enclavados; y el sistemático perfeccionamiento de la gestión institucional. Identificando a su vez un conjunto de áreas y problemas que requieren de una mayor atención y perfeccionamiento por su impacto aún insuficiente. Todo lo cual ha llevado, en los últimos diez años, a los Centros de Desarrollo Infantil (CENDI) del Frente Popular “Tierra y Libertad” a obtener un alto reconocimiento como “Centro de Referencia” por el Banco Mundial y la OEA y la constante participación desde 1997 en certámenes de calidad, que ha determinado la obtención de premios en diferentes certámenes de calidad, 10 a nivel local, 8 nacionales y 7 internacionales. En
esta obra se subraya la importancia social de esta experiencia, a la vez
que constituye un primer intento de ofrecer
una visión general de la problemática de las zonas en que los
centros de desarrollo infantil se asientan, y de cómo los mismos pueden
convertirse en agentes importantes para la modificación y transformación de los niños y niñas,
las familias y comunidades circundantes, otorgándoles de esta manera una
función social a los Centros
de Desarrollo Infantil (CENDI) del Frente Popular “Tierra y Libertad”
que trasciende su función educativa. Esto posee una gran significación en la vida de la sociedad, por constituir uno de los principales objetivos en el proceso del desarrollo humano en sectores poblacionales vulnerables, donde prevalece la pobreza, la desigualdad, las sociopatías, la violencia extrema, la desintegración familiar, los bajos niveles educativos y, en general, una infraestructura urbana insuficiente. Por
lo que constituye una referencia singular,
que da una alternativa de respuesta
a los retos que tiene ante sí
el sistema de educación que actualmente se desarrolla en nuestra
realidad, bajo un sesgo mucho más conservador y disfuncional en general,
sobre todo en áreas periféricas que precisan la inmediata y necesaria
actuación para el cambio. Los
Centros de Desarrollo Infantil (CENDI) del Frente Popular “Tierra y
Libertad”, constituyen una alternativa posible, para lograr la
transformación social en sectores poblacionales vulnerables, a partir de
la inserción del proceso educativo en la comunidad donde se encuentran
enclavados. Sobre la base de esta experiencia se puede proyectar alcanzar la universalización de la educación temprana, atendiendo a los principios de integralidad de la labor de la Educación Temprana, pertinencia, flexibilidad, y participación de todos los actores sociales, creando las condiciones necesarias, implementando diferentes modalidades, asegurando su evaluación sistemática, planteándose metas ambiciosas, realistas y progresivas, y teniendo como estrategias básicas:
Difusión en todos los ámbitos de la sociedad.
Ampliación progresivamente de la inversión pública y otras fuentes de financiamiento.
Establecimiento de una política de Estado al respecto.
Crecimiento de la capacidad de gestión de recursos para la educación.
Implementación progresivamente de acuerdo con un diagnóstico previo, favoreciendo a las comunidades con mayores riesgos y condiciones de pobreza. Finalmente,
los Centros de Desarrollo Infantil (CENDI) del
Frente Popular “Tierra
y Libertad”
son producto de esta sociedad, su cultura,
su propia historia y valores,
lo que determina cómo es la educación de sus niños. Imbuidos de una
sensibilidad que no dé la espalda al drama humano, comprometidos
con los destinos de nuestro planeta Tierra,
y por el desarrollo de una cultura del ser, de la resistencia y la lucha, capaz de enfrentar la globalización neoliberal,
como sujetos, es una tarea que la educación no puede soslayar. La
trascendencia que tienen los Centros de Desarrollo Infantil (CENDI) del
Frente Popular “Tierra y Libertad” se manifiesta no sólo en la forma
en que se cultivan las potencialidades del niño, preparándolo para la
vida, sino también, en el papel que han jugado en la
transformación social de sectores poblacionales vulnerables, pues,
sin lugar a dudas, constituyen una alternativa desajenadora ante los
peligros de la globalización neoliberal y los vacíos existenciales,
presentes en la actualidad. Este ensayo resume en síntesis el trabajo de más de 20 años. Compendia el esfuerzo y la entrega a una actividad que merece la pena asumir con amor y consagración, sin límites. Se trata de una hermosa utopía que logra realidad, día a día, y tiene como recompensa la sonrisa feliz de niños, niñas, padres, maestros, en fin, de todos los que quieren un mundo mejor, y saben que hay que construirlo empezando por la atención esmerada a la etapa de la niñez temprana…
Nota:
[1]Pupo, Rigoberto. Educación y pensamiento complejo. En del propio autor El ensayo como búsqueda y creación. Universidad Popular de la Chontalpa,Tabasco,México,p. 50. |
Dra.
María Guadalupe Rodríguez Martínez
cendi@prodigy.net.mx /
dg@cendi.org
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