Una brisa se deja sentir a lo lejos,
Un lamento, un quejido, tal vez una lagrima
Era el viejo poeta que musitaba junto a la luna
Y preguntaba a la noche: ¿Dónde encontraron
La inspiración para el más grande de los poemas
En la antigua era donde todo era romance?
Seguía todo en silencio, y la angustia del poeta,
Crecía como el fino arbusto del bosque.
Y contemplo las estrellas y dijo con esmero:
¿Dónde estas luna de plata, tu que le diste
La inspiración a un poeta de la altura de Neruda?
Y esperando la respuesta contemplaba a Casiopea
En la luz de las montañas que se terminaba de difuminar,
En la oscurana de la noche…
Entonces, cuando viò que no tendría respuesta;
Como quien se encuentra desahuciado de la verdad
Que anhelaba, para tomar la pluma y revestir
De nuevos colores y matices al papel.
Pero no fue una respuesta en el dialecto español
Fue difuminándose…surcando el cielo el más hermoso lucero,
Que dejo su rastro de luz, a lo largo del oscuro firmamento.
Entonces, una sonrisa se dibujo en el viejo poeta,
Y tomando de nuevo la pluma de sus sueños…
Se dedico a escribir…
Pero esta vez, como nunca antes,
Porque vio en ese lucero, que lo grande del hombre
Fue primero imaginado y jamás lo imaginado fue tan grande
Como lo que crearan los poetas que están aun por nacer
Y se encuentran en el limbo,
Recargándose para mostrar al mundo
Todos los matices de colores que jamás se pudieron describir. |