Tramontana |
Remontamos la mañana hasta el mediodía y encontramos un paraje de lo más extraño El sol huía por la retaguardia proyectando largas sombras que se perdían en el horizonte Los viejos amigos -tocados por la tramontana- cabalgaban en direcciones equívocas y levantaban una polvareda de cristales que ulceraba nuestros ojos un rumor de sierras y serruchos que ahogaba las voces traídas de la memoria por el viento |
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Eduardo
Rezzano
Gato barcino (2002-2003)
Publicado en 2006
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