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Muestra "El poder, Dibujos y Pinturas",
del destacado artista plástico y escenógrafo Marcelo Salvioli
Curadora Rosa María Ravera
Miembro Academia Nac. de Bellas Artes
Presidente de la Asoc.Argentina de Estética
Teatro El Círculo - Rosario - Argentina
info@teatroelcirculo.com.ar

 

La muestra se podrá visitar hasta el viernes 31 de Mayo, de lunes a viernes,

de 10 a 12.30 y de 16 a 20 hs, y los sábados de 10 a 12.30 hs.

MARCELO  SALVIOLI - Se graduó en la Facultad de Bellas Artes de la Universidad Nacional de La Plata como Profesor en Artes Plásticas especializado en escenografía, donde estudió con Saulo Benavente y Hugo De Ana. Trabaja alternativamente en teatro, cine y ópera como Escenógrafo y Vestuarista, habiendo recibido importantes reconocimientos y premios por su labor

 

Escenografía y Vestuario: Premio de la Asociación de Críticos Musicales a la Mejor Producción  Lírica por la escenografía y vestuario de “Capriccio” de R. Strauss (2006, Teatro Colón); Premio “Trinidad Guevara” por el vestuario de “Los últimos días de Emmannuel Kant” (Teatro San Martin) y por “El Avaro” (Teatro San Martín). En 1999 trabajó en el Grand Theatre de Ginebra como escenógrafo asociado de la ópera “La Púrpura de la rosa” (regie de Oscar Araiz). Fue Director de Arte de “There be Dragons” (2010, director Roland Joffe); Production Designer de “Nueve Reinas” (2000) de Fabián Bielinsky; escenógrafo de “Don Quichotte” de Massenet (2005, Teatro Colón); “La Zapatera Prodigiosa” de Juan José Castro (2005, Teatro Colón); y “Lenz” de Rhim (Teatro Colón, 2004). Diseñó el vestuario de Hamlet (Teatro Alvear), dirigido por Juan Carlos Gené. Su trabajo en el cine publicitario es continuo, habiendo realizado más de 500 películas comerciales como Director de Arte y Vestuarista.

Torre sin vigía

Dibujo, Pintura, Instalaciones: Ganó el Primer Premio Pintura en la VII Bienal de Arte Sacro (Buenos Aires, 1998). Expuso Instalaciones en Gellerie d’Art en l’ille, Ginebra (2003). En 2003/2004 su instalación “Hábitat Inestable” representó a la Argentina en la IX Bienal Internacional de El Cairo. Expuso Pinturas y Dibujos en Roma, Galería Spazio Nuovo, con Curaduría de Paulo Pérez-Mouritz  (abril-julio 2011) junto al pintor inglés Simon Edmondson, e Instalaciones en Buenos Aires (muestra colectiva de instalaciones, Espacio Cultural para la Memoria Haroldo Conti, Ministerio de Cultura). Sus obras fueron reconocidas con Menciones en el Salón Nacional de Dibujo (2007) y en el Salón Manuel Belgrano (2007-2008). Participó como artista invitado en la Tercera Bienal de Praga (pintura, julio 2011); y expuso en el C.C. Borges (marzo de 2012).

EL  PODER

 

Marcelo Salvioli dibuja. Y sorprende. Los motivos del intenso impacto que su obra provoca son varios. Descontando la calidad, no se trata sólo de la dimensión prácticamente enorme de sus trabajos, característica de por sí no intrascendente, sino del peculiar devenir de una línea concebida como trazo gestual, más propio de la pintura que del diseño. Aquí, al no poderse corregir lo ya hecho en el plano, como le es posible a la pintura cambiando, a veces, capa tras capa, este tipo de operar artístico pone condiciones precisas. La necesidad de contar con un diseño interior ya resuelto, muy puntual, correlativo a un concepto o idea en la esfera de las significaciones y de su multiplicidad semántica. Aclara el artista que el punto inicial o arranque del desborde de los significados, producidos, cabe decirlo, con irreductible signo personal, es siempre un esquema estructural de base abstracta. Lo que vemos en imagen pertenece en cambio al orden figurativo, tras la inspiración de un concepto altamente simbólico: el Poder.

Triunfo de la poesía

En la obra “Triunfo de la poesía”, ella está en la cúspide de un monumento cuyos enviones arrebatados podrían sumergirla, sin lograrlo. Arriba, frágil y transparente, la poesía triunfa con pasión enunciativa. Cree Salvioli que es la única que está por encima del poder. A su vez, en el dibujo titulado, precisamente, “El Poder”, nada está claro. Creemos percibir un sillón abandonado, detrás quizá un cuerpo muerto, debajo del sillón algo así como manos entrelazadas. El sentido del misterio domina: ¿sería el verdadero tema? Las columnas con su excepcional altura parecen ser magnífica manifestación de algo que se eleva, indeterminado, diferente. ¿Lo afectaría una desintegración inminente? No lo sabemos. El “Arco de Triunfo”, que le apostó sin duda al poder, es exhibido como resto que ya no se conmemora. Lo denuncia la deconstrucción del arco, de exacerbado barroquismo desviante, monumento a la inestabilidad; nada más inestable, cree el artista, más peligroso de mantener, que un triunfo. El color rojo nos llega llovido con el título “Institución”. Literalmente lavado pero no disuelto, es representativo de algo grande que tendría la posibilidad de permanecer. El concepto de “Corona” apela sin duda al poder; la de la imagen es la cruel corona de espinas que el previo esquema geométrico des-articula levemente, permitiendo imaginar la Cruz de Cristo. Transformaciones que son creaciones para ver y pensar, o sea mirar reflexionando al acompañar al artista que no es sin nosotros.

Rosa María Ravera, Curadora

Presidente de la Asociación Argentina de Estética

Miembro de Número de la Academia Nacional de Bellas Artes

 

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