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Crónicas Chiquinquirá Colombia.
Ramón Arnoldo Ramos Fagúndez

Para ti….

“HOLA” Pero estabas demasiado ocupado…
Para ver si por fin me percibías, encendí el cielo para ti, lo llene de colores y dulces cantos de pájaros, pero ni siquiera te distes cuenta de ello. Te mire en tus labores cotidianas y espere pacientemente todo el día.
A la hora de dormir creo que ya estabas agotado; dijiste... Buenas Noches, a tu familia, caminaste hacia tu cama y casi de inmediato te dormiste; No hay problemas… Por que quizás no te des cuenta que siempre estoy ahí para ti.
Tengo más paciencia de la que te imaginas; quisiera enseñarte para que puedas tenerla con los demás.
TE AMO TANTO: que espero todos los días por una oración y el paisaje que diseño cada amanecer es para ti...
BUENO... te estas levantando otra vez y no me queda otra cosa que entregarte todo el amor que siento por ti y continuar esperando que al menos el día de hoy me dediques solo... Un poquito de tiempo.

Tu Papa: Dios



Con afecto y cariño; A: 
Francys Yajaira Olivares Peralta

Por ser la fuente de mi inspiración para la realización de este relato.

El autor.

Presentación

Pienso insistir en las conductas de la gente, manifestada en sus mejores expresiones y la capacidad de relacionarnos entre semejantes.
Tratare de pintar con el lápiz, a grandes rasgos de un cuadro histórico y el origen de la Ciudad Chiquinquirá, Colombia.

Para poder entender más de cerca de su entorno territorial y sus habitantes; Pueblo de apariencia tranquila y apacible, pero que en estos últimos años, tuvo un centro de impulso extraordinario, en su progreso y desarrollo, siendo parte del eje cafetero y Ciudad turística de Colombia.

Este relato, tendrá la dicha de conducirnos en un viaje imaginario, para conjugar y armonizar ideas relativas al antes y ahora y conocer como era la ciudad de Chiquinquirá del entonces.

El Autor

Afortunadamente esto no es un relato, sino la historia real de una mujer que conserva en sus recuerdos, los diversos momentos vividos en su infancia marcada por los avatares e infortunios y emociones, en su terruño lugar de origen: Chiquinquirá, Colombia.

Son sus añoranzas y deseos, de exteriorizarlas desde lo más profundo de su alma y ser, porque en fin no sabe si algún día quizás pueda volver allí.

Por instinto natural las personas, nos relacionamos entre si, por medio de la amistad y procuramos insistir en nuestra manera de de vivir, día a día.

Fanny Leonor Peralta mujer, que en las expresión de su rostro denota amor y una gran nostalgia y un deseo insoslayable, de recordar a su terruño natal, y a sus familiares

Fui criada al nacer por mi abuelo, Maximiliano Peralta HOMBRE DE CARÁCTER SEVERO Y MUY RECTO; De una posición social, que le identifica, por ser de mucha relevancia y holgada, para un hombre de su tiempo en la vida rural.

Propietario, de las haciendas: Casa Blanca y el Rodeo, de niña era muy laboriosa, al primer canto del gallo al trinar de los pajarillos, en las madrugadas del día a día, iba a buscar a la hacienda el Rodeo, la cantara de la leche que consumimos en casa blanca; El trayecto del camino era largo aproximadamente 2 leguas, algunas veces me topaba con algunos animales silvestre, como el tejon o guaches, o los pavos silvestres de monte de colores y al pisar los chaparrales tostados por el ardiente sol, crujían y me asustaba, apuraba el paso y llegar rápido a la hacienda Casa Blanca.

CASA BLANCA: hermosa casona, de grandes corredores y lindos balcones de madera de tagua, labrada y tallada, de ese estilo de la arquitectura colonial, apostada en una colina; Desde allí me deleitaba del hermoso paisaje y de ese clima de frescor natural, en los predios pastaban los toros, vacas y caballos; Que al silbato del tren y la estela de la humareda, a su paso imponente anunciando el pujante progreso del valle.

Fueron muchas las veces que teníamos que aguardar y abordar el tren mi abuelo y yo, en el camino, para transportar hasta la capital Bogota, nuestra producción agropecuaria y muchas variedades de frutales, naranjas, moras, papayas, maracuyá y hasta bellas flores.

Un día me toca entregar un pedido de frutas y hortalizas, a comerciales del pueblo y recibido los productos, me hacen el pago correspondiente, en el trayecto a la casona, que por cierto era bastante largo, me encuentro al abuelo que viene en remonta de un caballo, arreando unos novillos, a los tranqueros, pues habían brincado las alambradas de la cercas< Me alerto váyase hija, adelante que cae la noche y me espera en el corredor de la casa para que arreglemos cuenta.

Al llegar el abuelo, le entregue el dinero, y se puso a contarlo, resulta que el dinero estaba fallo, faltaba una moneda de cinco centavos peso. Que quizás se me cayo en el trayecto del camino; De repente el abuelo, me llama con vos fuerte y di un paso y otro paso, mirando al derredor y con palpitos que retumban en mi corazón, pero no tenia miedo y me le acerque, me reclamo lo que sucedió y me sometió a un severo castigo de dolor y vergüenza. Me replico, esto es para que tengas juicio y responsabilidad.

Para ese momento, ya tenia nueve años de edad, y pensé en irme, no quería que me maltrataran mas; Me Salí a escondidas, pero era solo una niña y no tenia dinero pero me tenia que ir, caminando y caminando ensismismada y distraída, atormentada por no mía culpa, llegue a la estación del tren, me quería ir y no sabia para donde; El tiempo pasaba y al anochecer, lloraba de miedo y desesperación no sabia que hacer, en ese instante llegan los pasajeros para abordar el tren, y una señora me pregunta, que me pasaba y le conteste que me había salido a escondida de la casa del abuelo.

La señora iba para la población Peracal y decidió llevarme con ella y acepte; Me estuve un largo tiempo, ese lugar, adornado sus campos de tornasolados colores por las grandes extensiones del cultivo de rosas y flores.

Me sentí muy feliz, aunque trabajaba en la ayuda de la cocina, me quedaba tiempo por las tardes para jugar, con otros niños del lugar. En la cocina, preparaba el plato típico de la región, el Ajiaco, este plato tiene como ingrediente primordial el ají indígena. El Ajiaco típico manjar solo fue conocido por los Chibchas en su hogar.

Allí hice mi primera comunión, celebraban mi cumpleaños, al son de algunas melodías de un porro o un bambuco.

Pasaban los días y algunos años y ya estaba crecidita, en mi corazón no se albergaba ni odio ni rencor y un día me embargo una nostalgia, de ver a mi abuelo, sentirlo cerca y de estar a su lado, y decidí mi partida hacia casa blanca, después de pensarlo, por momentos.

Me fui, al llegar al verme, mi abuelo reflejaba en sus ojos, una gran alegría que no podía disimular, porque su mirada era delatadora, me abrazo y bendijo, reflejando su carácter, dijo mas luego conversamos de muchas de nuestras ocupaciones de las haciendas. 

Ya era mujer, y me pregunto, tú como que estas preñada; Porque me veía gorda y hermosa, en esa época se guardaba sagradamente la dignidad de las familias y la virginidad de la mujer. Al siguiente día, para estar seguro llevo a la casa a una señora de esas que asisten los partos de las mujer y que las llaman comadronas, para que me revisara; La mujer le comunico de que conservaba aun mi virginidad y eso me izo digna, del abuelo recibirme y darme su consentimiento para quedarme de nuevo en la hacienda casa blanca.

Al instante permanecí cabizbaja y en silencio, por decorosa, ya tenía la experiencia de los muchos, buenos y malos ratos al lado del abuelo.

¿Muchacha levanta la cabeza, mujer anímate?

El abuelo, remonta a caballo, hasta la hacienda el Rodeo, y pasa por las corralejas a escoger las reses, que se arremolinan en el corral, para llevarlas a la matanza, con la ayuda de hombres a caballo; en una mañana fría, marcha a paso lento la punta de ganado, que son puros novillos marañones, Bostaurus de ceba.

Comencé de nuevo mis labores diaria, y me fui a la hacienda el Rodeo; a buscar la cantara de la leche, los hombres arrean los bastos rebaños de vacas a los pastizales para de nuevo llenar sus ubres, para de regreso por la tarde al canto del cabrestero, llevarlas al corral, para amamantar los becerros que se arrejuntan.

La tristeza rumorosa de la media tarde, al silencio de las pavitas montañeras, voy de regreso a la hacienda casa blanca, por esos caminos polvorientos y olvidados y de repente diviso en el horizonte una veintena de hombres venir, y me asuste demasiado: Me acorralaron y acosaron con asedio persecutorio, me hacían muchas preguntas que quien era mi abuelo y como se llamaba mi padre; entre el susto que sentía, no sabia que decirles, pero recordé cosas a cerca de mi papa; por algunos rumores de la gente de las haciendas, ya que yo no lo conocía.

Esos hombres creían que mi abuelo era mi padre; reflejaban en sus ojos instintos de maldad, nos querían hacer daño; Les mencione el nombre de mi padre Norato Pinzon y sabia que era el jefe de ferrocarril en la estación de Nemocon, me dejaron ir tranquila, no sabia que estaba pasando, corrí, y corrí al llegar le cuento al abuelo de suceso ocurrido.

El abuelo susurra entre los dientes, lo que paso hoy es muy serio, al otro día en los albores de la mañana, ensilla su bestia y se fue a recorrer las haciendas y alertar a su hombre de confianza, de los hechos ocurrido.

“Presentí una rebelión, y las guerrillas se alistaban por las cercanías”

Al otro día los peones en su mayorías montados en sus caballos, estaban parados en frente de la casa, le dijeron al abuelo que ya no irían para la brega, y salieron huyendo despavoridos del lugar, en el abuelo se veían sus ojos tristes como ancianando una señal de miseria y sufrimiento.

Mientras tanto en la oscuridad de la noche, intranquila y preocupada por lo que estaba pasando no quería creer las verdades de estos acontecimientos tan viles y prefería creer que era mentiras de dolorosas claudicaciones; Pero la realidad era otra; una crisis desatada aquí en Colombia, entre los partidos políticos: Conservadores y liberales.

Los militantes de estos partidos se perseguían unos a otros, el abuelo pertenecía al partido conservador y mi padre, al partido liberal.

En un día cualquiera, doblan el repicar de las campanas de la iglesia del pueblo de Chiquinquirá; Alertando a la gentes, de lo que estaba sucediendo, y de las revueltas que lo que han traído es miseria y barbarie.

Era para la época la Colombia; de los campos abandonados y mas pobres, después que durante muchos años fueron un emporio riquezas.

Las haciendas Casablanca y el Rodeo; quedaron envueltas en las llamas del atropello y la maldad, hasta las estatuillas de los santos de los altares de la devoción religiosa, quedaron convertidas en cenizas regadas por todos lados; Por hombres que ni siquiera sabían porque luchaban ni tenían claros los fines a perseguir pero ellos creían que eran los salvadores de la Patria.

En las haciendas tenia el abuelo, puesto siempre su corazón, ahora destrozado por la tristeza a la despedida de la hermosa tierra, que lo vio nacer.

Tuvimos que emigrar, al igual que muchos compatriotas a otros lugares, y nos tuvimos que ir a la capital: Bogota.

En mi alma habían mil anhelos por mi terruño natal, y un camino que me despertó un rumbo nuevo, pero sigo adorando los campos Chiquinquireños.

La emigraciones y el desplazamiento, interno propiciado por las desigualdades regionales y conflictos sociales y políticos, han sido la constante historia de Colombia.

A partir del año 1.940, se suscita una crisis política, que se genera en violencia que sacude al país; en el poblado de Chiquinquirá se recrudece la violencia por estas ideologías políticas entre los partidos, conservadores y liberales, este partido liberal, entre los años 1.930 y 1.946, tomo el país gobernando desde una perspectiva revanchista.

Al respecto de las doctrinas ideológicas de los partidos políticos;

Sostengo que:

“No concebía la idea, de la democracia, no se sucedía por los partidos políticos, que asisten a un pueblo, si no por el ejercito nacional, fundamentado en los principios de la libertad y soberanía apegados a la constitución de la Republica.”

“Si mi muerte contribuye, a que cesen los partidos y se consolide la unión, Yo bajare tranquilo al sepulcro” Simón Bolívar.

Esta tierra sigue estando llena de ensueños, amor y luz; por hombres que la elogian en sus obras del arte; Las pinturas y las escrituras, como la de los artistas: Tomas Vargas y Segundo Agelvis.

“El paso del tren, se ha detenidos, pero ahora este pueblo avanza por una carretera polvorosa, por estas tierras, que quedaron áridas y fulgurosas, sembradas de espino.”

Estas frases nos trasladaron al conocimiento de nuestra raíz y moral, mostrándonos nuestros origen y estirpe.

Así lo demostró también el insigne poeta de este terruño: Julio Flores Rea y Roberto Mejias.

                                                                     CHIQUINQUIRÁ

                                                           Ciudad fría, religiosa y señorial
                                                           Su basílica imponente
                                                           Si nos invita a rezar

                                                           Chiquinquirá se observa tranquila
                                                           Desde el cerro Santa Bárbara
                                                           Esperando que llegue el minero
                                                           Ofreciendo sus verdes esmeraldas

                                                           Tierra hospitalaria y buena
                                                           Donde el labriego a diario
                                                           Entrega su faena.

Ciudad presente con su concurso nacional de poesía, y sus diversos centros literarios Chiquinquirá origen del caballo de paso fino, colombiano, Esfuerzo y trabajo de su gente.

Chiquinquirá hacia el progreso y desarrollo: La meta trazada que apuntan para los años 2.015 y 2.019, con los objetivos desarrollo del milenio, en mejoras de la calidad de vida de sus pobladores y de todos los colombianos.

Así habla una chiquinquireña ahora:

FANNY LEONOR PERALTA volviendo a saborear, las sabrosuras de los chiquinquireños, recordando su agradable clima, sabores, letras, música y calideses repletas de sonrisas y amistades.


Chiquinquirá

Antes del descubrimiento de la America, los habitantes fueron los aborígenes Chiquinquiraes, dirigidos por un cacique de la tribu de los guechas.

El origen de esta población se debe a que la viuda del encomendadero Antonio de Santana, Doña Catalina de Irlos, erige su aposento sobre la margen izquierda del río Chiquinquirá, el 26 de diciembre de 1.586. Años mas tardes en 1.640, se inicia la construcción del primer convento hasta hace años solo tenia una plaza y la de la iglesia de la virgen.

Departamento de Boyacá, a 134 Km., de la capital de Bogota, es un importante centro de producción agropecuaria del país; el nombre del pueblo le va a la perfección en el lenguaje, Chicha; Xequenquira, significa: Pueblo sacerdotal, de adoración a los dioses.

Conocida como la ciudad Capital religiosa de Colombia y santuario de la patrona de la nación “La Virgen del Rosario de Chiquinquirá”

Este santuario, en su basílica es muy visitado, al igual que otros sitios: la colina de María Ramos, allí se encuentra el monumento de la Virgen del Rosario de Chiquinquirá y también se puede observar, los balcones de madera de tagua o palmas de las casas fabricados y labrados, por artistas de la región.

“Chiquinquirá tierra de los Milagros”

Cuna y talla de la Libertad

Tierra origen: Batalla de Boyaca 7 de agosto de 1819

Colombia

Albergaste a nuestro Libertador origen de la sagrada constitución país de hermosos encantos naturales sus montañas, sus ríos y su gente.

Agradecida y cordial por recibir los hermanos venezolanos que vinieron a estudiar en el suelo glorioso y heroico de libertad.

Auspiciaste a nuestro Libertador Simon Bolívar, en sus luchas por librarnos del yugo español con júbilo inmortal.

Cuna de lucha y libertad perpetua en ideales, valor y en hombres cantando, no al surco de dolores el bien germina ya.


Libertad Libertad Libertad


El Autor 


Bibliografía Oral

FRANCY YAJAIRA OLIVARES PERALTA Año 2.009 Maracay- Edo. Aragua Venezuela

Ramón Arnoldo Ramos Fagundez: Ocumare del Tuy 12 – 11- 1.948

Estudios de secundaria: Colegio Andrés Bello – Cúcuta – Colombia

Universitario: U.C.V

Obras:

Los caminos Hateros del Ayer de hoy y Siempre.

El Guardabosques de Corozal.

Remembranzas del Llano.

Sabanas de Ocumare del Tuy.

Carta para Inés.

Chamisal.

El Hacedor de Paletas.

Semblanzas de Apure.

Reminiscencias.

El Río Limón y la Urbe.

Joropo Central.

Crónicas de Chiquinquirá Colombia.

Títulos

Crónicas Chiquinquirá Colombia.
Autor: 
Ramón Arnoldo Ramos Fagundez
Permiso Legal Nro.:
IF04320108001983
Impresión y corrección:
Cllassur.
Distribución:
Calle principal Los Samanes I casa Nro. 153. Maracay – Edo. Aragua. Venezuela
Correo electrónico:
pipo3515@hotmail.com 

Este libro se termino de imprimir el veinte de julio, del año dos mil diez, en la Ciudad de Maracay – edo. Aragua. Republica Bolivariana de Venezuela.

Ramón Arnoldo Ramos Fagúndez
Crónicas Chiquinquirá Colombia.
Permiso Legal Nro.:
IF04320108001983
Impresión y corrección:
Cllassur.
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