P: ¿Cuándo y dónde nació su señora madre?
C: Mamá nació aquí en Buenos Aires el 16 de agosto de 1913. Hija de
españoles: mi abuelo gallego y mi abuela castellana. Me crió en un ámbito
muy hispánico. Mi abuelo era uno de los dueños del Hotel "España",
en la Avenida de Mayo, que todavía se conserva. Mis abuelos no eran
personas de estudio. Eran, como muchos inmigrantes, muy inteligentes, con
muchos deseos de que sus hijos llegaran a un nivel cultural al que ellos
mismos no pudieron acceder, y en la medida de lo posible, les dieron
carreras universitarias a todas sus hijas. Esto hizo que mi madre y mis tías
tuvieran esa educación, si bien no todas llegaron a recibirse. Por
ejemplo, mi tía, Josefa Sabor, es una bibliotecóloga muy prestigiosa en
la Argentina y en América Latina.
P: Las vivencias en el hogar despertaron en ella dos vocaciones paralelas:
la música y las letras. ¿Cómo fue que se inclinó por las Letras?
C: Sí, así es, exactamente. Mamá era muy dotada para la música. Tocaba
muy bien el piano. Recuerdo mi infancia, cuando ella tenía tiempo para
dedicarme. Fue ella quien estuvo en el origen de mi vocación musical.,
porque gracias a mi madre, la casa estuvo llena de música desde que yo
nací. Papá para nada se dedicó a la parte musical. Ella tocaba la gran
música. Yo recuerdo que tocaba a Bach, Beethoven, Mozart... Son esas
cosas que uno mama desde la cuna y son muy importantes para la carrera que
va a elegir. Pero evidentemente, en la época en que mamá tenía quince o
dieciséis años, dedicarse al piano era una cosa absurda; había que
estar en niveles muy superiores, y en los niveles en que mamá se movía,
lo normal era entrar a una facultad. Y así ella se volcó a las Letras.
Pero hasta el final -ella estuvo enferma por un infarto, no se sabía que
iba a pasar- me decía: "si yo vivo, ahora que voy a tener que llevar
una vida descansada, voy a poder tocar el piano". Una de las
frustraciones de la vida de mamá fue no haber tenido más tiempo para
dedicarse a la música.
P: ¿Cómo fue la relación de su madre con María Rosa Lida?
C: Muy breve, muy poco intensa, desde el punto de vista de los encuentros
que tuvieron. Fue extremadamente intensa desde el punto de vista de la
relación intelectual. Mamá la conoció a María Rosa Lida cuando era muy
joven y trabajaba en el Instituto de Filología con Amado Alonso. En 1947
Amado Alonso fue declarado prescindible y evidentemente una personalidad
semejante al poco tiempo tuvo muchas propuestas y eligió EE.UU., donde se
radicó terminando su vida allí. Con él se fue todo el equipo que
trabajaba, entre ellos, María Rosa Lida. Mamá había tenido muy poca
ocasión de trabajar en la faz literaria. Ella se recibió, luego se casó,
tuvo sus hijas, se dedicó a su hogar hasta que tuve seis o siete años,
época que comenzó a trabajar afuera, como docente. Ella tuvo una relación
epistolar muy escasa. El momento decisivo fue por el año 57, más o
menos, cuando María Rosa Lida vino a Buenos Aires a dictar un seminario
sobre literatura picaresca. Y mamá, que en ese entonces no trabajaba en
la Facultad, pero que era profesora de Latín y de Castellano en la
escuela secundaria, siguió ese seminario, y es ahí donde María Rosa fue
fundamental en la carrera de mamá. Cuando María Rosa lleyó el trabajo
que mamá presentó en el seminario, la llamó -me acuerdo porque para mamá
era muy importante- y le dijo -"...Celina usted tiene que ponerse a
escribir. No es posible que usted no se dedique a la literatura; sus
condiciones para esto son absolutamente excepcionales, ya que usted tiene
un ojo crítico extraordinario y una lucidez en el análisis de las
obras...." No sólo le dijo esto sino que inclusive le pidió artículos
para revistas norteamericanas, entre ellas International Interview.
Mamá, a los cuarenta y siete años, era una principiante en la carrera.
Su profesión hasta ese momento era de profesora de secundario. Por la
misma época, mamá se presentó a un concurso como Profesora de Trabajos
Prácticos de la Cátedra de Literatura Española del Siglo de Oro. En ese
momento, el titular era Fermín Estrella Gutiérrez y mamá fue jefa de
Trabajos Prácticos de la Cátedra. Mamá falleció después de muchos años
de trabajar en la Universidad ocupando un cargo que no era de ella, y por
lo tanto el sueldo tampoco lo era; además era provisorio, ya que estos
cargos se renovaban y cada 31 de marzo no se sabía que iba a pasar. Y de
hecho, el último 31 de marzo pasó esto, cuando le dijeron "...Señora,
no necesitamos más su trabajo. Nadie puede poner en duda sus méritos;
todos sabemos que Ud. es una profesora excepcional, pero el cargo lo
necesitamos para otro...". Eso para mamá fue un golpazo terrible,
que luego lo superó muy bien, ya que estaba preocupada preparando su
discurso de recepción en la Academia de Letras, pero el Acto de recepción
fue mucho tiempo después y de hecho no se hizo a causa de su
fallecimiento. El Dr. Castagnino lo puso de manifiesto el día del
entierro. Siguió trabajando intensamente, pero físicamente no aguantó.
Tuvo dificultades -como lo que vulgarmente se conoce como culebrilla-, un
herpes que produce un dolor muy intenso, y bueno...
P.: ¿Un trabajo muy importante, como la Edición Anotada de Don Quijote,
le insumió mucho tiempo?
C : La primera edición fue publicada por EUDEBA en el 89. No puedo
acordarme, y te voy a decir por qué: el comedor de casa era amplísimo,
con una mesa muy grande, que estaba llena de fichas y estas fichas no se
podían tocar. La investigación duró aproximadamente dos años. Además esta edición no la preparó sola, sino con Isaías Lerner, profesor que
se encuentra en EE.UU. Lerner leía, mientras mamá seguía las
correcciones de las pruebas. Me acuerdo todavía la voz de Lerner, que a
toda velocidad y sin ninguna entonación iba desgranando el Quijote para
no perder tiempo. Y eso insumió horas y horas, muchas correcciones. Ese
trabajo, que se realizó en casa, estuvo precedido por dos o tres años y
un seminario que sobre el Quijote dio el Dr Marcos Morinigo. Su seminario
fue la base de la edición. Un trabajo descomunal. Han trabajado sobre el
texto más completo. Mamá ha tenido mucha originalidad en su enfoque del
estudio del Quijote, porque creo que es la primera vez que se aplicaron
los esquemas del análisis estructuralista. Es decir que mamá aplica en
este caso ese tipo de esquemas que, en general, marcha muy bien para las
novelas modernas, pero no tan bien para obras más antiguas, y que a través
de la aplicación de este método llegó a probar hasta que punto "El
Quijote" es la primera novela moderna. Hace dos años, apareció una
edición publicada por Editorial Abril, corregida y actualizada.
P.: ¿En qué fecha y cómo surgió la decisión de nombrarla Académica?
C.: Si me acuerdo bien, fue el 28 de junio de 1984. Fue un año exacto
antes de la fecha de su entierro. Creo que fue la cuarta mujer que ocupó
ese puesto; estuvieron Victoria Ocampo, Alicia Jurado y la Sra de Battini.
Ahora no sé quien ocupa el lugar dejado por mi madre. Para mamá fue muy
importante el nombramiento de la Academia. La Academia fue para ella un
ambiente vistoso donde se le facilitaban las cosas: frecuentaba la
biblioteca de la Academia, le pedían consejos sobre qué libros se podían
adquirir con los pocos fondos de que se disponía. Varias veces ella tuvo
intervenciones en las sesiones, como por ejemplo cuando se le preguntó
que tipo de trabajos tenía entre manos y mamá hablo de un trabajo que
tenía hace mucho en preparación sobre el concepto de la parodia en
Cervantes y Lope de Vega. Trabajó mucho tiempo en este tema en la obra de
Quevedo, para luego aplicar sus conocimientos al Quijote y llegar a la
conclusión de que la obra de Cervantes es en sí una parodia, o no. Creo
que es una obra que va a ser publicada en el Boletín de la Academia. Y
parece un absurdo. Es que un intelectual se siente muy raro cuando su
trabajo es importante, y ella en al Academia se encontró en un ambiente
que se consideraba y la consideraban importante, cosa que no ocurrió
nunca en la Facultad, ya que siempre tuvo que estar luchando a brazo
partido contra una institución que no favorece el trabajo de uno, ni de
sus profesores, ni de sus alumnos. Mamá encontró en la Academia un
ambiente que la estimuló, es por algo que ella quiso que su bilbioteca
fuera de la Academia.
P.: ¿Qué enseñanzas le ha dejado su madre?
C.: Mirá, en ese sentido, yo que creo que nosotras fuimos muy privilegiadas
-mi hermana Isabel y yo-, porque hemos tenido padres excepcionales. Mi
padre, Augusto Cortazár, fue también académico en Historia. No sé
realmente qué enseñanzas nos dejó mi madre; lo que si sé, es que fue
un hogar excepcional. Y te digo que es raro que los hijos puedan decir
eso, porque a veces las cosas se ven bien desde afuera y los hijos no lo
pueden vivir así. Nosotras, no; tanto mi hermana como yo no podemos dejar
de decir lo que es real: Habiendo seguido cada una de nosotras una línea
de vida en muchos casos divergente de lo que ellos han hecho, no podemos
dejar de admiitr que hemos heredado el tesoro de lo que fueron. Y no sólo
han sido excepcionales cada uno, individualmente, sino también porque han
formado un matrimonio como lo formaron. Nosotras hemos vivido una atmósfera
de afecto intenso, entre ellos y hacia nosotras, porque ellos no
escatimaron ningún esfuerzo, ningún sacrificio. Era una familia de
apertura intensa hacia todo.
P. : ¿Te exigieron para estudiar?
C.: Ellos trabajaban tanto que el defecto mayor de la familia fue ése: el
que mamá y papá tenían un ritmo de trabajo tan intenso, tan bestial que
nosotras nos criamos creyendo que era eso lo normal, comprendés?. Además,
no sólo el trabajo porque hay que hacerlo, sino la satisfacción de una
cosa bien hecha, una atmósfera de alegría, porque papá y mamá
trabajaban en lo que les gustaba.
P.: ¿Ustedes tienen hijos?
C.: No, nosotros no. Mi hermana tiene tres varones grandes. Mi hermana
trabaja en la Universidad de Salta en la Cátedra de Morfosintaxis;
trabaja con la Sra. Pérez Sals y también en un equipo que investiga para
el CONICET en Lengua y Literatura Regional. Mi hermana, dentro de este
equipo, se especializa en todos los aspectos religiosos manifestados en la
cultura tradicional, en las coplas, en la literatura, en los cuentos, en
las leyendas...
P.: ¿Y Usted?
C.: Yo estudie musicología; deserté de la parte literaria. A mi me
interesó la búsqueda de la música más antigua, sobre todo la música
medieval y renacentista. Luego tuve muchos contactos en Europa.
P.: ¿Con su esposo ha realizado algún trabajo en conjunto o cada uno va
por separado?
C.: Con Jacques hay una confluencia, ya que en la parte medieval a mí me
interesa mucho la música litúrgica, el canto gregoriano, y como él está
en la parte litúrgica y eclesial en este sentido nos complementamos. Pero
también trabajo en otras cosas que no son específicamente música litúrgica,
porque no puedo vivir de eso. He sido profesora en la Universidad de La
Plata en la Cátedra de Historia de la Música Medieval.
P.: Muchísimas gracias por la atención que han tendo ustedes para
conmigo y les deseo mucha suerte en sus proyectos.
C.: No hay por qué y gracias.
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