Con María Ester de Miguel |
C.P. María Ester
de Miguel, ya que estamos en tu casa, me gustaría que nos cuentes, el
escenario de tu casa natal ¿de qué manera aparece en tu narrativa, el
paisaje de Larroque, de Entre Ríos... M.E.D.M.: Mirá,
yo creo que el paisaje de Larroque, de Entre Ríos, de la zona de donde yo
soy, aparece en casi todos mis libros, salvo en las novelas urbanas como
fue El Palacio de Los Patos, aunque tiene algunos personajes
también donde va a aparecer mi casa, mi casa de
Larroque que todavía está, está mi hermana, esa va a
aparecer en un libro que estoy terminando, que va a salir C.P.: Entonces
tenemos una primicia, me estoy adelantando a la pregunta M.E.D.M: Claro C.P: También
pensando en el paisaje de Entre Ríos, el siglo XIX, en la época de la
inmigración, de las colonias, sé que hay un museo en San José, cerca de
Colón. Tu familia ¿de qué
manera pudo haber estado conectada con
ese museo y si todo eso también,
lo vas conformando dentro de tus personajes? M.E.D.M: mirá, el
museo San José que yo conozco que es un museo muy interesante, la verdad,
para ser tan pequeño, ahí yo no me siento conectada porque yo soy de
familia, por parte de madre era más bien de las colonias que rodeaban a
Basalvilvaso, las moscas Y la parte de mi
padre, es decir, mi familia propia, está en el museo de Larroque, que se
está formando; porque allí han quedado artefactos que pertenecieron a mi
papá tenía la usina de
Larroque, la usina eléctrica. Yo me acuerdo que
en mi casa había un gran diploma que decía "A Victoriano De Miguel,
( así se llamaba) benefactor del progreso argentino"
porque él había dado esa fuente. A mí y a mi
hermana nos decían en Larroque "las chicas de la luz", cosa que
nos divertía mucho. Éramos las chicas de la luz A mi casa le decían
"El palacio de colores y de luces" porque teníamos mucha luz y
porque Como no pagan la
luz, tiene encendido todo C.P. y en la nueva
novela hay alguna foto? M.E.D.M: Foto no,
pero aparece eso, eso de que mi casa era un barco porque al caer la tarde
se oía chuc chuc chuc que era el ruido de los
motores, como tenía muchos vidrios de colores, desde el jardín
miraba Hay gente que no
ha sido feliz Yo en mi casa de
la infancia era muy muy feliz Porque era un
espacio muy alegre C.P, y esta casa
de Buenos Aires ¿tiene parecidos, M.E.D.M: no... C.P. tal vez en
cuanto a algunos objetos? M.E.DM. Sí,
algunos objetos sí, por ejemplo en esa dulcera
con todas las cucharitas, era de la familia de mi madre. Por ahí
teníamos un samovar ruso de la familia Un banco de mi
abuela materna Y son pequeñas
cosas que te van quedando C.P.: Las mujeres
de esa novela M.E.D.M: no es
novela, esa no es novela, está más
bien entre la memoria y el ensayo. Nació, mirá.
este libro el año pasado, a fines del 2001, cuando fue lo del cacerolazo
Era una cosa tan terrible, tan caótica y tan que apretaba el corazón
todo lo que pasaba y yo en algún momento pensaba yo he vivido situaciones
límites parecidas y ahí empecé a escribir Me acuerdo que mirando la
televisión, saliendo por ahí por la avenida Coronel Díaz, la gente, la
muchedumbre que pasaba y a rememorar otras instancias antiguas y de golpe
eso se fue convirtiendo en un libro de memorias donde yo por algún lado
en algún grado me vuelco hacia lo histórico y en otro hacia lo muy
personal. Según un amigo mío, Julio Crespo que lo ha leído, y que me ha
hecho algunas referencias, él me
dijo, "cuando te metés
en lo personal es cuando el libro toma más cuerpo". Porque claro C.P:
Justamente eso es lo que yo he podido vislumbrar en los primeros
cuentos que había leído de Los que
comimos a Solís; me acuerdo de esa niña del "Biyi Biyi" M-E.D.M: ése es
muy biográfico C.P: y también de
la Ciriaca de "La creciente" Justamente cuando hablabas de las
situaciones límites. M.E.D.M.: porque
el Biyi Biyi es un personaje que existió, yo lo cuento en el cuento.
Cuando yo nací apareció ese muchacho que era mudo y mi padre ese día a
mí me empezó a decir Bichito y a él le dijo Biyi Biyi porque el hombre
lo que decía era Biyi Biyi y fue mi compañero de la infancia y creo que
me ayudó a descubrir el mundo más que los grandes, porque decía cosas
que yo no entendía y que mi imaginación descubría. Es un cuento muy
tierno. C.P.: Lindísimo.
Muy bueno, una fluidez en la narración y pienso que eso se mantiene como
una constante en tu escritura. El ritmo ágil, la imagen así casi como de
cine M.E.D-M: ahora lo
que he ido agregando con los años, porque lo he ido agregando a mi vida,
yo más bien era melancólica, aunque siempre fui traviesa y movediza y
demás, tenía un dejo melancólico C.P.: y amor. M.E.D.M.: Bueno, sí,
el amor desde siempre. La verdad, hay tantas cosas por las que uno se
tiene que preocupar, por esa guerra, esa paz que parece que se va a
quebrar, por la muerte de un ser querido o no querido, por esa muerte que
uno siempre ....Estamos tan rodeados ahora. El corralito, el corralón C.P.: además de
encontrar en tu producción el tema de la esperanza, pienso que también
hay personajes que tienen mucha fe y religiosidad. ¿Cuáles son los
personajes que más se identifican con la religiosidad? M.E.D.M.: lo que
pasa, sabés, querida, que yo soy una persona religiosa, como yo digo
'transcendentalista'. En mi familia no eran católicos pero casi toda la
familia después se hizo católica. Pero tengo una hermana que no es
bautizada, mi única hermana Yo soy
verticalista Sin quererlo en
mis personajes aparecen Y lo de la
esperanza, y si no tenés esperanza, si no tenemos esperanza tenemos que
dejar caer los brazos Yo creo que no.
Como el ave fénix, el hombre encuentra adentro de él y adentro de sus
potencialidades, la capacidad para seguir volando, para renacer y eso lo
trato de poner en mis personajes pero lo trato de poner porque lo tengo en
mi corazón. Yo soy una persona
que no me ha sido fácil todo, yo he tenido problemas. Empezando o
terminando que tengo dos operaciones de cáncer. Eso te pone en
situaciones límites. La esperanza, la esperanza. C.P.: es evidente,
no, en la actitud de la
palabra oral y de la palabra escrita. Porque también tu tarea de
escritora se complementa con tu tarea de promotora de la literatura, en la
Fundación El Libro M.E.D.M: uy, sí, tanto, ya ahora estoy un poco cansada porque desde que yo me
acuerdo, desde los diecisiete años me recibí de maestra y caí a
Larroque y había una biblioteca que estaba muerta y con una amiga y un
cura que apareció por ahí, un profesor, un director de escuela
resolvimos donar libros para la biblioteca. Ahí empecé con la actividad
cultural. No se sabía qué eran los promotores culturales, no se sabía
qué era la cultura. Ahí yo era una enanita que ya empecé a comprar
libros, y hacer grupos de lectura de libros, y debates de libros y cuando
conseguíamos una película. C.P.: y hay
personajes trazados con esas características en algunos de los libros? M.E.D.M.: Sí, en
el último, El Palacio de los Patos aparece
un instituto que funciona en uno de los pisos. Sí siempre hay un
escritor. Escritores aparecen en
los libros Y ahora en este
libro que ahora ya estoy terminando, que ya casi está terminado revisten
cosas de personas que yo he conocido C.P. :también es
interesante los escritores no solamente que conocemos como lectores sino
los escritores amigos porque siempre
los escritores con los que uno comparte o que tiene la suerte de
escucharlos y conocerlos nos nutren e influyen mucho con su trayectoria
muy vasta y muy rica M.E.D.M.: mirá,
cuando yo vine acá a Buenos Aires que yo vine a la compañía de San
Pablo me dieron a dirigir una revista que se llamaba Señales Y ahí, fijate que
hicimos un centro cultural privado. Yo iba a la Facultad de Filosofía y
Letras Julián Marías,
Borges era prácticamente habitué. Jaime Rest que daba la cátedra con él,
que era profesor mío, Victoria Ocampo, Murena, Cúneo y después las
nuevas generaciones C.P.: Yo me
acuerdo de los programas de la radio, yo los escuchaba, con Hebe Clementi. M.E.D.M: sí, con
Hebe Clementi y después en radio Municipal estuve sola. Con Hebe Clementi
y María Sáenz Quesada. La radio es una cosa que a mí me gusta C.P.: y sobre
historia discutían mucho M.E.D.M.: sí, con
María Sáenz Quesada. Después en Radio Municipal, durante mucho tiempo,
hacía comentarios de libros. En aquel tiempo, recuerdo que cuento en el
libro que va a salir. Era la época
en que ninguno de nosotros salía a la calle si no tenía
un libro bajo el brazo, porque viajamos en tranvía, porque nos
reuníamos en los cafés o cafetines mientras esperabas a tus amigos a tu
noviecito, a tu amiga o a que sé yo quién, estabas
con el libro abierto. Los libros
tenían un lugar diferente. Yo tengo un grupo
con el nos reunimos todos los sábados en La Biela, a las once y media de
la mañana. Porque yo no tengo tiempo de ver a todos mis amigos, tengo
muchos amigos, los quiero mucho a todos pero si yo les doy horarios a mis
amigos Es como un club,
ahí hablamos de Literatura C.P. Hablemos de
tus personajes, El general Urquiza, o Juanita, sobre todo sobre el tema
del amor, la fidelidad y la infidelidad y también el poder porque todo
personaje histórico atraviesa el deseo y las ansias. ¿De qué manera las
vivencias de los personajes de otra época
de que manera se pueden comprar las vivencias de una mujer del
siglo XIX con nosotras? M.E.D.M. Si, yo
creo que lo he hecho y en varias novelas, El
pintor, el general y la dama, La amante del restaurador, Las batallas
secretas de Belgrano. Los temas fundamentales son y han sido muy pocos
y son siempre los mismos. Las modalidades pueden cambiar en ciertos
detalles El poder sigue
siendo nefasto siempre te lleva a extremos inhumanos y el amor te lleva a
la felicidad y al dolor grande también cuando se te niega. Eso con
las modalidades que te da la costumbre, la cultura, los hábitos,
de ciertas ciudades están siempre. Lo que pasa es cada
hombre, cada generación reinventara
los sentimientos y las situaciones pero son las mismas. Ahora el trabajo
que te da cuando te metés en un libro histórico es que tenés
que empaparte con dicha época, desde el lenguaje hasta
las formas de amar. Tenés que empaparte de la situación del
momento para darles el lenguaje, porque los valores y los disvalores son
los mismos. Hay que recuperar los valores Estamos en una
anomia ética impresionante C.P.: ¿de qué
manera tu experiencia en una situación masiva, como son las charlas
que organiza Planeta, Verano Planeta, ¿de qué manera el público
muestra, no, que lo que lee lo modifica, lo transforma y va superándose
un poco como persona, como ser humano? M.E.D.M.: yo mirá,
la experiencia que tengo es de muchos años, menos estos dos últimos años,
no he ido. Mi último libro no lo publicó Planeta, aunque casi toda mi
obra está en Planeta. La experiencia ha sido siempre muy rica. El otro día
fui a ver una obra de teatro Glorias
porteñas, muy divertida, que es muy interesante. El Casacuberta
lleno, total, de cabo a rabo, de bote a bote. La gente cuando se reía por
cosas que tenían sentido, pero sentido lingüístico. M.E.D.M.:L a gente
se rió porque pescó el sentido de 'interview' en lugar de intervalo C.P.: Ah, claro,
el humor que aparece en la palabra. .M.E.D.M.: Te das
cuenta en Pinamar, vos encontrás que
con estas novelas históricas, que fueron las que me dieron más
popularidad.Todo el mundo ya aprendió quién era Urquiza, por ejemplo,
Belgrano. También mueve a interesarse por aprender Historia Recuerdo que una
vez Juan Carlos Ghiano me dijo, "mirá, María Ester que de ahora en
más, el Leandro Gómez, el protagonista de mi libro de tema histórico,
el que la gente va a conocer es el tuyo, no el de la historia C.P.: se nota que
hay una tarea minuciosa en tu metodología de trabajo M.E.D.M.: Yo
respeté a Belgrano. En los diálogos de Belgrano, lo que puse fueron las
cartas de Belgrano, no las cosas que me parecieron a mí. Es muy trabajoso
una novela. Leía libros y
libros. Son muchas horas de trabajo. Siempre hay
otra versión C.P.: El título
ya está ? M.E.D.M: Se llama Ayer, hoy y todavía. Es borgeano. Te acordás del tango. Ayer, el
hoy, aún. Me agregó, reflexiones al paso de los años. C.P. Además, el
tiempo, el devenir. M.E.D.M.: la
memoria, las cosas que te pasan, la infancia. Mi agente me dijo
"Parece que estás sentada con un amigo y le estás contando
cosas". C.P: Esa es la
esencia de la narración. La fluidez, esa capacidad de poder decir como si
estuvieran juntos, conviviendo. Que no haya un salto abrupto entre la
palabra hablada y la palabra escrita. M.E.D.M.: Otros
escriben de otro modo, más críptico, con más hermetismo C.P: la novela
tiene que fluir. M.E.D.M.: yo creo
que todo el lenguaje tiene que fluir. El lector elige de
acuerdo con lo que le gusta. C.P.: Bueno, María
Ester, muchas gracias, yo te haría miles de preguntas más. M.E.D.M.: Si no llamame por teléfono. Vení que te preparo un cafecito |
Cristina Pizarro
25 de febrero de 2003
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