Vigo, un artista del pueblo |
Es uno de esos artistas en donde arte y militancia se conjugan. El grabado acompañó los proyectos sociales de principios del siglo XX. Alberto Giudice escribió acerca de Vigo: “Ya a comienzos de la segunda década del siglo pasado, mientras participaba de las luchas anarquistas y socialistas, hizo de su gubia un instrumento batallador.”
Formó
parte del grupo de pintores, escultores y grabadores, que se reunían en
la escuela de Barracas. Allí estaban, entre otros, José Arato, Adolfo
Belloc, Guillermo Facio Hebequer, Agustín Riganelli. Este grupo -se
conocieron en 1910- se lo recordará como Los
Artistas del Pueblo. Posteriormente, junto a músicos, escritores y
otros plásticos, se congregan en el Grupo
de Boedo.
Abraham Regino Vigo (1893-1957) es uno de los más destacados artistas políticos argentinos del siglo XX. Su obra estuvo profundamente articulada con su tiempo; sus grabados circularon permanentemente en tapas de revistas y libros.
El
Museo de Bellas Artes de
Nos
enteramos que Vigo nace en Montevideo en 1893. Su padre era pintor,
decorador, y en 1905 comenzará a trabajar como aprendiz de éste. En 1910
comenzó a concurrir a los cursos nocturnos de un pintor italiano,
Pollezzi, que se encontraba en Callao entre Riobamba y Ayacucho. Dos años
después ingresa a En
este ambiente su obra crece, se multiplica. Hay que recordar los
movimientos sociales en todo el mundo, las guerras mundiales,
En la obra de éste artista expresivo, que hace de la experiencia propia lo plural y compartido, se impone la hondura de una personalísima concepción del mundo. Se sostiene por su coherencia total, por su modo mágico de sostenerse sin artificio técnico visible. Deja constancia de la realidad y de nuestra permanencia temporal. Pocos artistas con el vigor y la calidad de Vigo. Dice en su Autobiografía: “…desde entonces tuvimos que levantar nuestra barricada para defendernos y atacar la nadería del “arte por el arte” y los formalismos de moda. Desde las páginas de revistas que entonces formaban parte los escritores de Boedo también nosotros unidos por fraternos ideales de reivindicaciones tronábamos contra Florida por una plástica con contenido humano”.
El
trabajo del profesor Diego Ruiz descifra calidez y conocimiento de los
diferentes matices de la vida de Vigo, un claro entusiasmo y equilibrio
donde transmite la hondura, la humildad en la obra del artista. Hace
muchos años, el maestro Rubén Rey escribió: “La sociedad que mata a
un poeta se suicida, la que desconoce al artista que le corresponde inicia
el proceso de un destino miserable.” |
Carlos
Penelas
Buenos Aires, junio de 2008
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