No podemos concebir la vida sin la muerte.
Ni la luz sin las sombras. La salud sin la enfermedad, ni un cuerpo que
pueda proclamarse huérfano de dolor. Hemos escogido para compartir esta
semana de Alessandro Veronesi, escritor italiano, un trabajo magistral,
sublime, según Astrid Éliard, de Le Figaro, Profecía, primera edición,
publicada por Anagrama, garantía de buenas lecturas.
Desde la marca que dejó en nuestra memoria, la siguiente cita del
Maestro Octavio Paz y en la intención concreta de romper mitos sobre la
enfermedad, el dolor, la muerte, el derecho a morir, y la eutanasia, he
leído PROFECIA desde la afirmación de que estoy vivo que me hace el
insomnio todas las noches.
"Bendita ausencia de sueño. Que me da más tiempo para leer. La
referida palabra de Octavio Paz dice: El hombre moderno huye de la
muerte, la borra de su conciencia como certeza vital y la reduce a un
puro juicio, a un lejano saber. Más la muerte no es una simple verdad,
ni una verdad “simple” como creen los retóricos, sino una vivencia
anterior a todo conocer y a toda experiencia. En el momento mismo en el
que se produce la vida, nace la sabiduría primaria, y a medida que
angostamos la superficie de nuestra vida vivible, vivimos la certeza de
la muerte. Vive pues en nosotros la muerte con saludable preeminencia
que contorna y limita nuestra avidez, envoltura sensible, nuestro
destino, trozo fecundo de nosotros mismos.”
|
|
