"El pabellón de las peonías" de Lisa See
por Dr. Osvaldo Paz y Miño J. 

“El amor no necesita la esperanza; y el deseo tampoco. Eso nos lo dice la sexualidad, ¿o no? Además el horror lo confirma…Que se pueda amar tras el duelo (como acontecimiento), es lo que tiende el duelo mismo (como trabajo). Pero ojo: ¡no nos imaginemos un cierto amor que sería extraordinario en oposición a otros que no lo serían! El amor mismo es extraordinario, todo amor, aunque se trate como casi siempre de amores ordinarios. Yo solo quería decir que nada es importante, nada tiene valor si no es por el amor que en ello se deposita o que allí se puede hallar”. 

Hemos de valernos de esta larga cita tomada de ‘El Amor. La Soledad’, de Andre Comte Sponville, pág. 64, publicado por Paidos, para presentaros la reciente producción de Lisa See, escritora francesa de ascendencia china. Y es que el amor se desborda por todas las líneas de la novela, que toma el nombre y se nutre de la ópera china del siglo XVI -con 55 escenas y 403 arias- y que se podía admirar en varios días: ‘El pabellón de las peonías’.

La pluma de la escritora logra, rauda, talentosa y sensual, cruzar tiempos, destinos y espíritus de los personajes centrales de la novela y de la Ópera Kunqu, narrar desde el ‘Mirador de las almas perdidas’ la historia común que los envuelve. 

La autora que se adentra en un mundo desconocido, que profana casi una cultura que nos es exótica, estravagaria, misteriosa y nos descubre a flor de piel, desde las tintas de su sangre y desde el ‘Templo de los Antepasados’ eruditos, maravillosos mundos, en los que los seres humanos y sus almas transitan por ‘Los Sueños de Ciruelo’, ‘El Espíritu de las Flores’, ‘El Pabellón de la Belleza Creciente’, ‘La Sala de los Lotos en Flor’, ‘la fragancia de los libros clásicos’ y ‘El Pabellón del Viento’.Palabras surgidas de la pasión inagotable de una amante juvenil a la que sus padres habían armado un destino trágico.

La vida y la muerte por mal de amores de una doncella, cuya rebeldía dio paso a una aventura de amor eterna. Las angustias lúbricas y el agobio cruel de una mujer atrapada entre las tradiciones y los dictados de su corazón. La tierna y dura verdad de alguien que se deja la vida en la dulce tortura de buscar afecto. Una hembra que se ahoga en el ‘Mar de la Luna’, que se entrega a los ‘Dioses de la Muerte’, con los humedales saturados e intocados, con la piel tersa, con los labios entreabiertos, para recibir el beso que jamás llegó. Una lista de tareas eróticas pendientes. 

Sílabas de un romance imposible en vida, regadas con acierto en una novela que trasciende y que en lo onírico transforma al amor en un ‘Fantasma Hambriento’.Letras féminas, penetrantes, sutiles, sensuales, arrogantes, dedicadas a las tentaciones imposibles, a los que se desean y no se atreven, a los que juegan con fuego con ansias de convertirse en piaras, expuestas sin la mordaza pútrida de la censura.

BIOGRAFÍA LISA SEE nació en París en 1955 y se crió en el seno de una familia china asentada en Estados Unidos desde tiempo atrás. Biznieta del patriarca del Chinatown de Los Ángeles, See narró la epopeya americana de su bisabuelo, Fong See, en un aclamado libro de memorias titulado ‘On Gold Mountain’. Durante 13 años fue corresponsal en la costa oeste del semanario ‘Publishers Weekly’. Sus artículos han aparecido en medios tan importantes como The New York Times, Los Angeles Times y The Washington Post. En 2005, ‘El abanico de seda’ se convirtió en un best seller internacional y recibió numerosos premios. Vive en Los Ángeles con su marido y sus dos hijos.

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