Letras de la Argentina. La novela de estremecedor título: Oscura monótona sangre, que suscribe el autor Sergio Olguín, se ha publicado premiada con toda justicia por Tusquets Editores.

Como ya se verá en la insinuante portada, la trama se abre y centra al lector en el curvilíneo cuerpo de una hembra que le cambiará la vida a un hombre. Una mujer de aquellas que han nacido con encantos tales que a sus amantes pueden producir adicciones desde la primera vez que yacen con éstos. Unos le llaman suerte a poseerlas y no advierten que son conquistadores conquistados, dominantes sometidos. Los aromas del cuerpo de ellas no se evaporan de las manos, de los dedos, de los labios. Son droga para el alma, que se vuelve obsesión que no se acepta. Y ése es el error, tal la desgracia.

Los siete pecados capitales: soberbia, avaricia, envidia, gula, ira, pereza y, sobre todo, lujuria explícita son las columnas de la estupenda literatura contemporánea que en esta fecha les proponemos. Un tomo descarnado, en el que las palabras se han escrito con pasión y las pasiones se describen con palabras. La hipocresía, los eufemismos, los vericuetos, no están en la caligrafía del manuscrito.

 

Violencia urbana, villas de miseria, resentimiento social, ricos recién estrenados. La batalla por la supervivencia en el día a día. La pobreza y la opulencia fatua cara a cara, urbanizaciones cerradas millonarias y barrios hundidos en el fango a los que no llegan jamás las obras municipales y sí los candidatos.

 

Un espejo de libro, en el que cada lector reconocerá el papel que tiene en el juego peligroso que se da en todas las urbes. La riqueza no solidaria y la pobreza que se alimenta de revanchas. Un peligroso cruce de caminos. Por los suburbios circulan coches de lujo agresivo, burlándose del dolor ajeno, sus conductores al acecho de mujeres pobres con cuerpos de modelo. Los encuentros se producen, son trampas tendidas mutuamente y huelen pronto a sexo. Los humedales de ellas se llenan de billetes. Las ansias de ellos no captan que los gemidos son advertencias. No cuentan éstos con la pesadilla del día después para la que no hay píldora.

La mente impulsa a la lujuria. La idea de tomar por primera vez o de repetir la experiencia es el principal excitante.

 

El sexo y el riesgo juntos son una bomba. La práctica bordea los límites no solo de la elemental seguridad física, sino de los implacables topes de la ley. Se ha de caminar con tiento, entre caricias y desnudos cuerpos que provocan incendios poco es el talento y menos el talante. La libertad tiene fronteras en los Códigos del Estado. No siempre es aconsejable fornicar sólo porque el deseo se impone. En ocasiones, la satisfacción de las apetencias carnales tiene costos impagables. Se sabe que la vida es un acto de elección, el libre albedrío una apuesta. El aval de una cuenta corriente gorda o de la tarjeta de crédito ilimitada es fantochería, algunos se juegan con esas herramientas de todas, todas, y pierden. El resultado es Oscura monótona sangre.

Nació en Buenos Aires en 1967. Estudió Letras en la Universidad de esa ciudad. Trabaja como periodista desde 1984. Fundó la revista V de Vian y fue cofundador y primer director de la revista de cine El Amante. Ha colaborado en los diarios Página/12, La Nación y El País (Montevideo). Es jefe de redacción de la revista ‘Lamujerdemivida’ y responsable de cultura del diario Crítica de la Argentina. Editó, entre otras, las antologías: Los mejores cuentos argentinos (1999), La selección argentina (2000), Cross a la mandíbula (2000) y Escritos con sangre (2003). En 1998 publicó el libro de cuentos ‘Las griegas’ (Vian Ediciones) y en 2002 su primera novela, ‘Lanús’, reeditada en España en 2008 (Andanzas 647). Le siguieron ‘Filo’ (2003, Tusquets Editores Argentina) y las narraciones juveniles ‘El equipo de los sueños’ (2004) y ‘Springfield’ (2007), traducidas al alemán, francés e italiano. ‘Oscura monótona sangre’ mereció el V Premio Tusquets Editores de Novela.