Ojo que en los estadios de fútbol ronda la muerte
Dr. Oswaldo Paz y Miño J

Los escenarios deportivos deben ser calificados por los ayuntamientos. 

No por las federaciones de fútbol, que son juez y parte.

La tragedia de hace ocho días nunca debió pasar. Las responsabilidades o destituciones son temas que la justicia deberá determinar. Que no se vaya a culpar a los muertos, solamente, que de eso hay precedentes. En materia de espectáculos deportivos hay mucho por cumplir. Los escenarios del fútbol profesional deben ser anualmente aprobados y semestralmente revisados por los Municipios. Debe erradicarse la calificación de la Federación Ecuatoriana de Fútbol, porque actúa como juez y parte. Al fútbol le competen sólo los temas que tienen que ver con el juego y nada más. Los Municipios han de aprobar sin recelos la aptitud de los estadios de fútbol para recibir a los aficionados.

Cada local ha de contar con planes de activación inmediata en casos de emergencia. Los organizadores serán evaluados en la observancia de cautelas como cumplir con la programación ofrecida (detallada a la autoridad) y velar por que el organizador no improvise situaciones que rompan el marco de seguridad previsto.

Infraestructura idónea. Facilidades de evacuación. Puertas de emergencia siempre activadas. Presencia de defensa civil. Entrega de planos y llaves duplicadas a bomberos, Policía y otras entidades de socorro. Señalización identificable de vías de escape. Extintores e hidrantes cercanos y funcionales. Graderíos sin obstáculos. Control de la venta de entradas por sobre el aforo. Enfermerías. Servicios sanitarios. Megafonía. Prohibición de venta y consumo de alcohol y drogas. Los Municipios no deben ceder sus competencias por acción u omisión a entidades privadas cuando de por medio está la vida de los ciudadanos. La seguridad de los hinchas no ha de entrar en cálculos políticos, ni en ahorros que pueden traer tragedias.

Los Alcaldes han de vigilar de cerca las seguridades que se dan en los escenarios del deporte. Que no se tengan que dar más muertes, para que salten las alarmas, tardíamente.

“La seguridad del hincha no debe entrar en cálculo político”.

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