El niño 44
de Tom Rob Smith
Una novela que odiaran los extremistas, que quieren sociedades cerradas en América Latina. 
Por: Dr. Osvaldo Paz y Miño J.

Hoy enfocamos nuestro texto en la novela El niño 44, publicada en trescientas noventa páginas por Editorial Planeta, un ‘best seller’ que ya por ser tal incomoda a ciertos ‘sabios’ que lo califican como un sinónimo de mal libro, aunque vale recordar que muchos de los clásicos de la literatura universal no habrían sido los más vendidos en algún momento, baste citar tres casos: ‘Don Quijote’, ‘Cien años de soledad’ y ‘ El Manuscrito Carmesí’.

 

Esta obra se ha ganado detractores porque no deja para nada bien parado -ya que lo contrario sería mentir- al régimen totalitario, criminal y abusivo que condujo uno de los más grandes genocidas de la historia de la humanidad, el tristemente célebre Iosif o Jossif Vissariónovich Dzhugashvili, dictador soviético más conocido como Stalin, que significa ‘hombre de acero’.


Entre las frases que describen de cuerpo y alma al déspota, al asesino, del que trasigan ejemplos -unos que mandan a la fecha, en ciertos lares del mundo, en su intento de revivir en sus países el comunismo, que colapsó para siempre tras la caída del muro de Berlín- están: "El destino baraja las cartas, nosotros las jugamos"; "Las ideas son más poderosas que las armas. Nosotros no dejamos que nuestros enemigos tengan armas, ¿ por qué dejaríamos que tengan ideas?; "La violencia es el único medio de lucha y la sangre el carburante de la historia". Stalin, quien fue el inicio del fin del socialismo soviético, nació en Gori, Georgia, 1879, la tierra que paradójicamente ahora mismo pisotean con sus tanques, llevando destrucción y muerte, los militares rusos que dirige Vladimir Putin.

 

La novela se desarrolla en la ‘Rusia de Stalin’, donde un asesino en serie que no es él, pero que probablemente se mira en él, anda suelto. Para los fanáticos, centralistas, estatistas, dirigentes del gobierno, estos hechos sólo se dan en las sociedades capitalistas, por lo que cierran las puertas a toda investigación. El hombre que intenta descubrir los crímenes, cuyas víctimas son niños, es acosado, perseguido, por todo el aparataje de un gobierno de línea dura, cerrada, opresor de las libertades, como son todos los que siguen pautas estatizantes. Gobiernos en los que los poderes legislativo y judicial quedan sometidos a la voluntad omnímoda del presidente de turno, que normalmente se perpetúa en el poder.

 

Stalin vivía untado de poder. La novela es el pálido reflejo de una etapa oscura del siglo XX. Era un dictador tan fatuo, que no permitía que nadie le sostuviera la mirada, ni le hiciera "señas raras", so pena de ser apresado. Las tintas se tiñen de emociones. Las hojas se pasan con tensión, con ira, con indignación.

 

Con rabia el lector querrá llegar a los finales y descubrirá que la sangre, el terror y muerte son pan de todos los días en los estados donde se castiga a todos los que tienen ideas contrarias al sistema político del "partido revolucionario" del gobernante. Que nadie pretenda cambiar de forma estalinista a su vida.

 

Lea, reflexione y diga NO a los que lo intenten.

 

"El doctor se agachó y susurro al oído de Leo:-Ahora voy a atender a su esposa. A su bella esposa. Está atada en la habitación de al lado. No puede hacer nada, y es culpa suya. Todo lo que voy a hacerle es culpa suya. Voy a hacer que lamente el día en que usted la amó. Voy a hacer que lo diga a gritos". Pág. 304 .-

BIOGRAFÍA.-Tom Rob Smith, de madre sueca y padre inglés, es licenciado en Literatura Inglesa por la Universidad de Cambridge. Ha trabajado como guionista de series de televisión los últimos cinco años. Tiene veintinueve años y vive en Londres. El niño 44 es su primera novela y es considerado el autor revelación del año 2008.

Dr. Oswaldo Paz y Miño
Autorizado por el autor
Gentileza de "Desde la Acacia: la vitrina de los libros y autores"
http://lavitrinadeloslibrosyautores.blogspot.com/

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