"Nieve" |
Que sea un poeta el que lo diga, ya que la novela que os propongo revela tramos de la vida de otro bardo: la de un vate japonés que escribía siempre con tintas transparentes, en signos sin matices, al que los haikus o poemas breves -filigranas de 17 sílabas, estructurados en tres versos (5, 7, 5)- sólo se le daban en color blanco. ¡Que los de Joan Manuel Serrat rompan los sellos e iniciática y oníricamente describan a la maravillosa literatura que se viene conmigo! ¡Que pase de mí, tal cáliz! Cantemos de sus tonos…el Sutra que dice: "Palabras de amor sencillas y tiernas /que echamos al vuelo por primera vez, /apenas tuvimos tiempo de aprenderlas/recién despertábamos de la niñez. "Nos bastaban esas tres frases hechas/que entonaba un trasnochado galán,/de historias de amor, sueños de poetas,/a los quince años no se saben más. |
.."Nieve" es
una historia celebrada en las alturas que ata los claros- oscuros de dos
artistas complementarios que el destino reúne: el uno de la palabra, Yuko,
joven e impulsivo, lírico inigualable, y el otro, un Maestro del pincel,
un anciano pintor, ciego y lleno de policromías. Seres irrepetibles que
se descubren en los extremos, en los espacios de virginidad eterna
reservados para el descanso perpetuo de su Diosa común, la que reposa en
transparente cofre y sugerentes velos, recostada sin recato en las
llanuras blancas, allí donde se funden en besos sin fin las nubes y los
hielos. Un cantar de cantares lleno de siglos y silencios. En
Nieve, el tiempo se detiene. Para su odiosa tarea, la literatura recobra
la magia de la tradición. Brotan recuentos milenarios de una cultura
exuberante y siempre misteriosa. La obra de Maxence Fermine es sutil,
entrañable, una que ha de reposar cerca de cada leyente. Novela de amor
que enamora, en la que los cerezos, los pájaros, y el viento le dan
escenario, música y atrevimiento a unos pezones que flotan libres y
sedientos en busca de unos labios poetas, hambrientos. Concebida para
seres esencialmente solos: escritores y lectores sensibles, Nieve no
contiene letras aptas para espíritus desequilibrados. Pensamientos extraídos
a la naturaleza, usurpados a las cuatro estaciones. Literatura sinfónica
de justísimas y perfectas notas, de palabras acopladas una a una para
hilvanar trances de amor y poesía. Nieve es fugacidad, heridas incurables, marcas en lo convexo de cada cuerpo. Y depurada ternura, sensualidad pulcra y exquisito talento, caligrafías tejidas en caricias. Funambulismo literario. El riesgo latente. De un lado, la vara sostiene al escritor, del otro al lector, quien al final es el que ha de cruzar o no el abismo, el que ha de mantener el ritmo y el aliento, el oxígeno. La ‘petit’ novela es una ascensión a las más altas cotas del arte. Se debe gozar de la aventura, de vivir el minuto de llegar a la cima y los latidos de estar en ella, de poseerla con tiento, que es muy frágil. Hay que avanzar con los cinco sentidos. Cada roce ha de ser cauto y constante, sin prisas y sin pausas por las 105 páginas que hacen el cuerpo de Nieve, condensadas por Anagrama, en sexta edición fechada en junio de 2006.Nieve es una obligación de cumplimiento inmediato que el lector que se respete honrará con deleite. "¿Una mujer? –inquirió Yuko. -Sí, una mujer. Porque el amor es con mucho la más difícil de las artes. Y escribir, bailar, componer música y pintar son lo mismo que amar. Funambulismo. Lo más difícil es avanzar sin caer." Pág78. |
BIOGRAFÍA.-Maxence Fermine, escritor francés, nació en Albertville en 1968. Vivió su infancia en Grenoble y luego se radicaría por trece años en París. Estudió en la Facultad de Letras un tiempo. Dejó la universidad para vivir en África. Se estableció luego de un periplo por otras ciudades en Alta Saboya, donde reside actualmente con su esposa y sus dos hijas. Con una carrera literaria corta en el tiempo, Maxence Fermine ha conseguido un gran éxito de crítica. Su primera novela, Nieve -que publicó a la edad de treinta y un años- le supuso desde el principio su consagración. En su estilo se percibe la búsqueda de la pureza, la utilización inteligentísima de los recursos, la reducción y limpieza del lenguaje. Esto, aunado con una fortísima sensibilidad para la belleza, hace que sus hermosos cuentos se conviertan en pequeñas joyas que dejan ebrio de poesía al lector. Ha publicado en español: ‘El Apicultor’, ‘El violín negro’ y ‘Opio’. |
Dr.
Oswaldo Paz y Miño
20 de abril de 2008
Gentileza
de "Desde la Acacia: la vitrina de los libros y autores"
http://lavitrinadeloslibrosyautores.blogspot.com/
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