23 de agosto 2008. Jefferson no calló. Su palabra enorme.
Dr. Osvaldo Paz y Miño J.

En la competencia democrática que los canales de la televisión nacional, tuvieron, por cada uno estar mejor que otro en la difusión de la información Olímpica, sin duda que al podio llegó “RTS” CANAL 5 en Quito pues logró la máxima presea, al entrevistar a los pocos minutos, de que el mejor deportista ecuatoriano de todos los tiempos, lograse la segunda medalla olímpica: Jefferson Pérez Quesada, fue abordado, in situ, por las reporteras del medio citado, a las que entre lo mas sustancial, de todo lo importante que dijo el atleta, el hombre con más peso moral, de este país fue:

“No sé si aún en mi Ecuador es esta la bandera; no sé si aún en mi Ecuador es este el escudo. Como ahora andamos con nueva Asamblea cambiando todo; a lo mejor no queremos que nos cambien la cabeza y nos confisquen la lengua”.

Y ha dicho todo. Ha dejado otra lección escrita. Ha sido rotundo, inteligente y profundo. No se ha callado. Su mensaje ha sido “Montalvino”, y su coraje ejemplar.

Ha resumido el sentimiento y la palabra de millones de ecuatorianos, que no tienen la ocasión de expresarse.

Y frontal, lo que muchos de los que hacen opinión, eluden ser, y edulcoran sus “comentarios” o divagan. Las sentencias del campeón han cumplido con el lema olímpico; Citius (lo más rápido) fueron conocidas por el orbe entero en segundos; Altius (a lo más alto) llegaron a los que “ostentan todos los poderes”; Fortius (lo más fuerte ) causaron gran impacto social. Jefferson Pérez “nunca le mentirá al Ecuador” lo ha ratificado con hechos. Su palabra para el pueblo es más verdad que una catedral. Es el líder indiscutible de la Patria. El referente del buen hacer dentro y fuera de ella.

El que más y mejor la representa. Sin boato, guardaespaldas, ni violencia. Es el Hombre que tiene como consigna NO dividir al Ecuador. Más bien unirlo por los cuatro costados. El Ecuador le sigue la pista con admiración, respeto, amor y esperanza.

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