Un
diario ‘voluble’
Enrique
Vila Matas diagnostica ‘El mal de Montano’ para los enfermos de
literatura, ‘patología’ que da título a una de sus más emblemáticas
novelas, la cual reseñamos en esta revista cultural el 25 de febrero de
2007. Desde esa fecha hasta este día nuestra adicción por lo vilamatiano
ha ido ‘in crecendo’ de tal forma que se nos ha sentenciado el
desahucio. Los seguidores de este “clásico instantáneo", como lo
llama con toda certeza el mexicano Juan Villorio, se incrementan, ‘urbi
et orbi’, se multiplican, los miembros de la ‘Sociedad de los Shandy
del Templo Mayor’, movimiento tan secreto al que, cuenta Villorio, nadie
puede estar seguro de pertenecer. Como todo diario, este llamado
‘Voluble’ se ha escrito en cuadernos.
Vila Matas en confesión, las bitácoras siempre se escriben para alguien.
La intimidad expuesta a los ‘voyeurs’, desde el ‘taller del escritor’ privándonos del deleite de fisgonear. La lectura tiene de ello mucho. A mi mente han venido los maravillosos ‘Cuadernos de todo’ de Carmen Martín Gaite, publicados por Areté, que prometo para una siguiente entrega.Vila Matas sin peto y con la adarga al brazo. Desenfadado expone, cuenta de sus exploraciones al abismo interminable de las letras, impulsando en sus temas preferidos la lectura y la escritura, columnas de su ‘Catedral Metaliteraria’.
