El ardor de la sangre
Dr. Oswaldo Paz y Miño 

Novela inédita, corta, intimista, rural, bellísima. Apuntes autobiográficos incluidos por una autora de culto: Irene Némirovsky. Letras que han permanecido en la sombra sesenta años, en los recovecos de un baúl, escondidas por la autora, quien fuera asesinada por los nazis. Palabras de la humanidad recuperadas. Descarnada narrativa publicada por Salamandra, ciento cincuenta y ocho páginas de un acierto editorial histórico. Libre voz, provocadora, transgresora. Signos tallados por las manos de una mujer valiente. Párrafos de tonos subidos por el arte depurado. Novela iniciática para seguirla descubriendo. Fluidos memorísticos del amor. Recuentos de alguien que bien podría ser uno de vosotros, lectores y lectoras de esta página, si ahora camináis por el otoño de la vida.

 

Un tomo de prevenciones para los más jóvenes, que creen que sólo a ellos les está concedido el derecho y el placer de amar. Flamas que os insuflarán vida y os sacarán de los marasmos y rutinas, que os provocarán cavilaciones y descensos a vuestras memorias más secretas. Con el ‘Ardor de la sangre’ convocareis, a flor de piel, imágenes que creíais perdidas, amores que dabais por muertos, nombres que -de tanto repetirlos- esparcisteis en el viento y asumíais olvidados. Evocaréis con temblores: manos, labios, ojos, aromas, muslos, caderas y vaivenes, cortes verticales y agonías que bien conocen los amantes, los amados y los dueños de las heridas. Pondréis en primeros planos los mejores y más caros instantes de vuestros deslices, de vuestras largas o cortas infidelidades, aunque hayan sido platónicas, imaginarias, solitarias y placenteras. Y en el aislamiento del autista, que todo lector adicto lo es, vibraréis entre lágrimas y soledades, y os lamentaréis en cuerpo y alma por todos los besos perdidos, no robados y mal dados, por todos los cuerpos que -pudiendo tocar sin agravios- no tocasteis. Y os dolerá a fondo el no haberos entregado, allí donde hubo cómo, a quien quisisteis, y por haber consumado el amor con quien debisteis. Si os queda tiempo todavía para amar, al ritmo que impongan las ganas de uniros en uno, al amante que ahora os inquieta, no dudéis en aupar las caricias, los gemidos y los azotamientos tiernos y los olores en los instantes de pasión, que son fugaces y mortales como todo lo humano. La Parca, no escoge ni pregunta, sólo cumple su natural obligación. Quien ame, no se detenga. El amor no es siempre inteligente ni cauto ni prudente. Sí es arrollador, brutal, provocador, sensual e instintivo. Que los deseos no se queden en la lengua, que se junten a otra y alboroten. Y hagan pirotecnias. Mientras haya asombro, hay vida. No es siempre el amor, mandamiento de dos, como reza la gente, como proclama la sociedad, inerte y pacata. El amor no tiene esquemas. Sí es anárquico e impredecible, audaz y detallista, respira. No se ha hundido en el fango del aburrimiento. Es medianamente confiable. Antonio Gala dice: “El amor es eterno mientras dura”. De vosotros depende. 

“Acto seguido me reí de mi propia emoción. ¿En definitiva, cuál es la cuestión? ¿Quién conoce a la verdadera mujer? ¿El amante o el marido? ¿Son realmente distintas la una de la otra? ¿O están sutilmente mezcladas que resultan inseparables? ¿Están hechas de dos sustancias que una vez combinadas forman una tercera que ya no se parece a las dos? Lo que sería tanto como decir que a la verdadera mujer no la conocen ni el marido, ni el amante.” Pág. 119 

Biografía:  recibió una educación exquisita, aunque tuvo una infancia infeliz y solitaria. Tras huir de la revolución bolchevique, su familia se estableció en París en 1919, donde Irène obtuvo la Licenciatura en Letras en la Sorbona. En 1929 envió su primera novela, David Golder, a la editorial Grasset, dando comienzo a una brillante carrera literaria que la consagraría como una de las escritoras de mayor prestigio de Francia. Pero la Segunda Guerra Mundial marcaría trágicamente su destino. Deportada a Auschwitz, donde sería asesinada igual que su marido, Michel Epstein, dejó a sus dos hijas una maleta que éstas conservaron durante decenios. En ella se encontraba el manuscrito de Suite francesa, cuya publicación en 2004 desencadenó un fenómeno editorial y cultural sin precedentes: la novela se tradujo a treinta idiomas, obtuvo numerosos premios —entre ellos el Premio Renaudot, otorgado por primera vez a un autor fallecido— y fue uno de los libros más leídos en casi todos los países donde se publicó, con más de un millón de ejemplares vendidos en todo el mundo. En España fue galardonada con el Premio del Gremio de Libreros de Madrid y también cosechó un sorprendente éxito comercial, con más de 90 mil ejemplares vendidos en España y Latinoamérica

Irène Némirovsky 

(Kiev, 1903-Auschwitz, 1942)

Dr. Oswaldo Paz y Miño
Gentileza de "Desde la Acacia: la vitrina de los libros y autores"
http://lavitrinadeloslibrosyautores.blogspot.com/

16 de marzo de 2008

Autorizado por el autor

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