Extraños de piedra

Tania Pagés Palma

De espaldas me recorre el tiempo

se ha deleitado en la caída de mi mente

en todo un oleaje que va y viene a mis costas

que acaricia insistente mientras se propagan los minutos

Hay eco de rugidos y sombras

ecos de recuerdos que apenas se mojan y

transitan indiferentes cuando juega esta sal que ya no daña la mirada

de un rojo antiguo, fundido

Unos ojos convertidos hoy en acuario de pececitos milagrosos

          adormilados

que aún no me brindan deseos

 No pude pedir un ÉL mayúsculo

 como cuando cae una estrella en una noche de extravío fugaz

no me dieron nunca una tarde de encuentro feliz

y la mesa consideró la retirada

Me han ofrecido el suelo

la amplitud sísmica de las lágrimas y…

la oscuridad siempre

la tiniebla esponjosa entre triste y mojada con sus brazos abiertos

Un tiempo que se gasta traicionando mi alegría

 metamorfoseando en arena mis recuerdos

 la huella de su nombre y un inútil sueño

que se mezcla al sol como riesgo de soledad

            para dos extraños de piedra

Tania Pagés Palma

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