Amigos protectores de Letras-Uruguay

Si quiere apoyar a Letras- Uruguay, done por PayPal, gracias!!

La caída de las máscaras
Gustavo Enrique Ortiz Clavijo
geortizc@unal.edu.co

Las máscaras que acompañaron México, las que comentaba Paz y solazaban el orgullo simbólico de esta nación, estas caretas de juego, fiesta y dolor, pareciera han caído.

Tal vez han caído algunas, pero la necesidad de las máscaras es necesario en el aprendizaje humano de las significaciones. Para el juego, la semiosis ilimitada de los deseos humanos, oscuros y claros, citadinos y otros de oficina.

Las campanas darán el grito de Dolores en unas horas y ese grito aún no ha cesado, la revolución que con orgullo han calzado en todas las épocas y metido en la sangre de cauda uno de los ciudadanos de  México, esa alegría no ha cesado, no se han dormido en la protección del Estado y dejado todo a la suerte.

Son ciclos de consumo que vive el posmodernismo, pero hay algo, allá abajo, encima de la tierra y florecido en todos los magueyes, que la ira de la violencia no se fija, por su infinita prepotencia, el amor a su historia.

Vale que si.

México es un país que llevamos dentro de la sangre de preferencias lectoras, simbólicas y afectivas de este blog ESTACIONPOETAS. Tantos poetas, poemas, novelas, películas y poéticas hemos vivido al torno de este nombre mágico y de esta región sin límites, donde los sueños nunca jamás podrán morir.

Agradecemos en el alma a tantos académicos que han hecho este amor por México, no solo por parte de nosotros sino de muchos. Agradecemos al arte que dimana de tanta alegría que puede guardar la tierra mexicana. Gracias a Fernando Del Paso por haber abierto mis necesidades lectoras como literato en mi tesis; gracias a los Pumas, por ser el mejor equipo de fútbol; gracias al tequila por demasiados buenos momentos; gracias a Roberto Reséndiz, a Lina Zerón, Leticia Cortés, Margarito Cuéllar y tantos que la lista sería tantos post como la historia de ESTACIONPOETAS ha posibilitado.

El maestro que nos ha entregado como un regalo, el sentir mexicano, gracias a Fabio Jurado.

Por más que intenten aguitarnos el día, los violentos y los corruptos, México es superior en sus personas por encima de toda circunstancia mala. No más sangre, no más violencia interna, otra revolución del 68 necesitamos.

El mundo giró a una necesidad rebelde, de pensar  libre cuando económicamente no se podía pensar, hacer fortines políticos dentro de los discursos académicos y educativos, hacer sentir al individuo por encima del esquema del poder, saber que México eran los mexicanos y no un partido, no un poder y era un  México que alimentó a toda América como ejemplo, con transgresiones valerosas, como los hechos de la Plaza de las Tres Culturas, el levantarse después de un brutal terremoto; con productos visuales o signos de consumo como fueron Cantinflas, Chespirito o Vicente Fernández. O por las lecturas más sosegadas como José Emilio Pacheco, Fernando del Paso o el ensayista incansable, Octavio Paz. A los dos primeros, a los que el azar y el destino y la perseverancia nos permitió conocer.

Pues ahora México en su revolución se va a repetir. Lo juro.

Compartimos un fragmento de nuestra novela más amada y ya analizada en un anterior post y escrita por Fernando Del Paso.

"Con el tiempo, mandamos hacer una pared especial para colgar la fotografía y más adelante, cuando habíamos ahorrado lo suficiente, mandamos hacer tres paredes más… Como es natural, mandamos hacer una ciudad alrededor de nuestro edificio y decidimos  que fuera la ciudad de México por la simple y casi única razón que  ya habíamos nacido en ella… tuvimos que mandar hacer –también  a la medida– un tiempo antes del retrato y un tiempo después"

Ir a índice de crónica

Ir a índice de  Ortiz Clavijo, Gustavo Enrique

Ir a página inicio

Ir a mapa índice de escritores