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Soy amante de tus curvas en secreto,
no puedo dejar de contemplarte,
no puedo resistir que mis errantes pasos,
me jalen a tu encuentro para espiarte.
Así soy, inofensivo y adorador.
Humeante como sombra me confundo
y me escondo entre los árboles del patio,
me meto a sus raíces en lo oculto,
para crecer un tiempo en tu jardín de viento,
para observarte en las noches de penumbras,
cuando en tu cama estás siendo dibujada
curva a curva por la línea de la luna.
Voy creciendo embelesado con tu forma,
toda ella voluptuosa a diario veo,
al ir naciendo mis ramas en las noches,
la inspiración de tu perfil desnudo
en mi duro cuerpo va apareciendo.
Mientras te miro en mi escondite de vigilia,
voy recreando tu figura en mi ramaje,
cada uno de mis troncos crea tus curvas,
cada rama moldeando en mí tu forma:
los frutos de tu piel huelen a ti,
las hojas de tus labios me seducen con tus besos.
Cuando termine este año la escultura,
habrá dejado terminada tu silueta,
y yo, convertido en el árbol amante de madera,
podré seguirte contemplando en este patio,
por fin podré tenerte entre mi cuerpo
y estar soñando que por siempre
en ti me sigo yo adentrando…
20
de mayo 2005
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