Crucifixión del silencio |
Los alfileres que tengo en mi garganta son más viejos que mi grito Venas rotas por mi eco La mudez ya no me duele El plomo de mis ojos ya no pesa porque hoy me levanté temprano escalé con una cruz hasta el altiplano crucifique mi cuerpo roto eche a caminar de regreso y pude ver mi voz volando. |
Américo
Ochoa
Poeta y narrador salvadoreño residente en Costa Rica.
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