Me voy |
Me voy, no porque haya dejado de quererte sino porque el aire que te cubre me atormenta y la razón que rige tus latidos te
han convertido en un infierno. Me voy en busca de esa paz que tus afanes no me brindan, lejos del fuego abrasador que alcanzo a ver en lo más hondo de tus ojos. Me voy a repensar tu vida en la distancia para tratar de descubrir el momento en el que devastaste el futuro de pan, de cantos y de uvas que había soñado para los años del reposo. Me voy a buscar tu piel en otra piel, a escudriñar el tiempo en otro tiempo, a trabajar con las palabras sin el acoso del miedo, a disfrutar otros caminos menos pedregosos, y a defender mi derecho a cabalgar con los jinetes del recuerdo. Me voy tras la vida que florece en otros patios, en busca del amor que perdiste el día en que te pusieron a cantar una canción que no era tuya. Me voy a conocer otros colores y otros pájaros, a contemplar otras mañanas, a embriagarme de otras risas y a bañarme en otras aguas, menos procelosas que las tuyas. Me voy sin rencores, ni amarguras, con mi alma tranquila porque nada tuve que ver en tu desgracia, porque fuiste tú --enceguecida por el oro— la
única culpable de tu llanto. 2005 |
Antonio
Mora Vélez
amoravelez@yahoo.com
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