Estado Social Naciente |
Definitivamente,
en el constitucionalismo contemporáneo predomina un elemento unificador
que se manifiesta en la clara toma de conciencia, en la acentuación de la
dimensión social de la persona. El hombre no es considerado sobre todo
como individuo con derechos absolutos de libertad, sino como
ser
social
,
esto es, como parte integrante de la sociedad en la que vive, titular no sólo
de derechos de libertad, derechos civiles, políticos y económicos, sino
igualmente de derechos culturales, ambientales, sociales, que le permitan
desarrollar su propia personalidad en el ámbito de las formaciones
sociales, como la familia, la escuela, el trabajo, la política.
Justamente,
nuestra actual Constitución contempla la protección integral a la
familia, a la maternidad y la paternidad; al matrimonio, a los niños, niñas
y adolescentes, a los jóvenes y las jóvenes; la garantía del pleno
ejercicio de sus derechos a los ancianos y ancianas; el derecho al
ejercicio pleno y autónomo de sus capacidades y a su integración
familiar y comunitaria a toda persona con discapacidad o necesidades
especiales; el derecho social fundamental de la salud; así como el pleno
derecho a la seguridad social; sobre todo el Artículo 87 reza muy enfática
y razonadamente: "Toda persona tiene derecho al trabajo y el deber de
trabajar", en una directa evocación o alusión a la advertencia
paulina: "el que no quiera trabajar no coma". |
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Nuestra
Constitución, con milenaria visión, se preocupa por asegurar más que
una libertad formal y más que una igualdad formal, una libertad y una
igualdad sustanciales, mediante la intervención concreta del Estado. De
hecho, el Estado está llamado no sólo a reconocer y garantizar los
derechos de los ciudadanos, sino a asumir un conjunto de responsabilidades
y compromisos en el ámbito de la organización de las relaciones económico
- sociales, para hacer que todos los ciudadanos puedan gozar de sus
derechos y cumplir con sus deberes de solidaridad social.
Estamos,
así, delante de un
Estado Social
que a partir de una simbiosis de carácter
democrático-social sintetiza los derechos de libertad, igualdad y
justicia social, asumiendo la obligación de remover los obstáculos de
carácter económico y social que impidan a los ciudadanos el pleno
desarrollo de su personalidad y potencialidades individuales y sociales.
Mediante una actividad directiva y coordinadora, el
Estado Social Naciente
proveerá y facilitará los instrumentos idóneos para que todos los
ciudadanos puedan gozar del progreso económico del País, para con el
cual ellos contribuyen con su trabajo material y espiritual.
Estado
Social Naciente
en cuanto nuevo paso evolutivo nacional, afianzado en una
solidaridad social, fundada en el valor universal de la persona en su
doble dimensión individual y social, dispuesto a resolver los problemas
sociales, en la amplia perspectiva de un mundo "globalizado",
dentro de los fraternos lindes latinoamericanos o regionales, mediante
nueva visión, nuevos instrumentos, nuevas leyes, nuevos métodos, nuevas
creaciones.
Estado
Social Naciente
en cuanto auténtica transición social fincada en una
solidaridad alternativa y en una exploración de lo posible y lo factible
dentro de los rieles de la presente hora histórica del Proyecto Nacional.
Empeño
de todos, entonces, ha de ser el que las ideas superiores, matrices, de
Libertad, Igualdad, Justicia y Solidaridad Social, se tornen una realidad.
Otro modo de ver, de vivir o sobrevivir, en cuanto reconstrucción histórica,
donde la verdad y el
saber social
sean normas de ser en concomitancia con
una real praxis liberadora, razón de ser de nuestra más legítima elección.
El
Estado Social Naciente
, de cara al porvenir del pueblo de Venezuela, en
ejercicio de sus poderes creadores e invocando la protección de Dios, el
ejemplo histórico de su Libertador Simón Bolívar y el heroísmo y
sacrificio de sus antepasados aborígenes y de los precursores y
forjadores de una patria libre y soberana, signa el hormigón de su
esperanza, su razón de ser, en la
Constitución
de la República Bolivariana de Venezuela.
El
pueblo de Venezuela, en ejercicio de sus poderes creadores, con el fin
supremo de consolidar la República —constituida en un Estado democrático
y social de Derecho y de Justicia, que propugna como valores superiores de
su ordenamiento jurídico y de su actuación, la vida, la libertad, la
justicia, la igualdad, la solidaridad, la democracia, la responsabilidad
social y en general, la preeminencia de los derechos humanos, la ética y
el pluralismo político— finca, así,
su porvenir en una solidaridad fundada en el valor universal de la
persona en su doble carácter individual y social, sobre todo en la
acentuación de la dimensión social, con derechos y deberes de
solidaridad.
A
pesar de quienes se oponen a un plan general de liberación, en
reconstrucción histórica, en concomitancia con una real praxis
liberadora, asistimos al renacimiento de un país: nueva vía donde el
viento del tiempo sopla a favor del hombre con la esperanza de que la ruta
sea la más justa y la propia tripulación la que defina las líneas
maestras del devenir.
En
vigilia creadora, en desafío histórico cultural, en auténtica renovación
creativa, decididos a echar adelante la nueva historia, con las mejores
energías a medida de hombre en cuanto Proyecto Factible, los venezolanos,
conscientes de sus objetivos, artífices del hombre nuevo, darán razón
al tiempo: al
Estado Social Naciente
—paso definitivo nacional,
regional, continental.
Empeño
de todos ha de ser el que las ideas matrices de Libertad, Igualdad,
Justicia y Solidaridad, se tornen
compartida realidad, donde la verdad y el
saber social sean normas de ser de nuestra más legítima elección.
“Sólo dedicándose a la sociedad, puede el hombre encontrar sentido a
su vida, corta y arriesgada como es.” (Albert Einstein).
El
Estado Social Naciente
, juntamente con la viabilidad física y la social,
define de una vez por todas, en aceleración evolutiva, la viabilidad política
en función del
Socialismo Nacional Creativo
, del
Humanismo
Socialista
,
pendiente del desarrollo de las potencialidades del hombre, encargado de
plasmar su propia historia en cuanto creador de sí mismo y creador
social. Una y otra institución, particularmente la Universidad, deben estar constantemente ligadas a las metas productivo-creativas del Proyecto Nacional, de cara a la sociedad en conjunto, al país socialista, al servicio de las fuerzas sociales que levantan el nuevo orden nacional. Integrante de una sociedad socialista creativa, el venezolano contribuirá al logro de los cambios en la sociedad proyectada, convirtiendo las fuerzas del mundo físico en herramientas de su libertad. Con orgullo en alma, pecho y corazón: ¡Hasta la Victoria Siempre! |
Pablo Mora
Profesor Titular, Jubilado, de la Universidad Nacional Experimental del Táchira.
pablumbre@hotmail.com
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