Elegía al silencio
Diego Mora

Se me antoja tu nombre
justo ahora 
Ávido de palabras 
impulsado a transcribir
versos lejanos de siglos perdidos
a robustecer la carne
embestir a todo académico
Vislumbrar presencias
en la orilla de la calle
Escribir como animal en celo
como jauría voraz
o secta suicida 
escribir como falso profeta 
ebrio de nostalgia 
sin calor en noches aciagas
Escribir como peste bíblica
como discípulo sensato a la luz de la vela
como perro callejero 
rascándose la mala noche
Escribir en sigilo
con los pies inmóviles
testigos del fraude 
Escribir por venganza y por rencor
                          por despecho
Escribir de aburrimiento y de grandeza
escribir como última alternativa
escribir noctámbulo
    sonámbulo
en pesadillas y en sueños lúcidos
Escribir dedicatorias 
anuncios comerciales
escribirse Tomy Forever
en el brazo y la entrepierna
o un signo apocalíptico en el alma 
Escribir historias de terror 
y guiones de películas porno
Escribir: "los pájaros de la noche
        agitan nuevas alas
        cuando duermo 
        en tu oquedad"
Encontrar la despedida 
en una servilleta usada
escribir un e-mail
un testamento
un pagaré
un cheque sin fondos
Escribir y describir los relojes oxidados
que aún presume la señora chiquitica 
Escribir de corrido y de cursiva
escribir mil veces muerte en una hoja blanca
hasta que parezca oscura
Escribir por curiosidad mi nombre al revés 
y contemplarme de siete años
Escribirte en tu día y en tus días
Escribirte como pretexto 
caricias con adjetivos y signos de exclamación
Leer tus neologismos entre mis dedos
los pactos que recitamos al oído 
y aprendemos de memoria 
Seguir escribiendo sobre esta carne febril
y nombrarte sin palabras 
para prescindir de toda lengua
excepto la tuya.

Diego Mora

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