El arte de la magia |
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En Santiago había un deán que tenía codicia de aprender el arte de la magia. Oyó decir que don Ulan de Toledo la sabía más que ninguno, y fue a
Toledo a buscarlo. |
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El arte de la magia. De la magia que da permiso precario para escribir cartas de amor. A un pollo mojado. A un campesino. A un hombre que no tiene nada que ver conmigo todo que ver conmigo todo que hacer. Un hombre que me descubre, que empieza a mirarme. Un hombre que me olfatea. Un hombre que sufre su pesa de bronce en cada bolsillo. Un hombre que cuando se desvive por mi cuerpo sabe cómo sacudirse las pesas (en el suelo, lejos, asemejan gelatina prescindente). Un hombre. |
Kato Molinari
Una
hormiga / Un halcón
Ediciones Último Reino
Buenos Aires, 2004
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