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Amén de mariposas |
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Primer Tiempo
Cuando supe que habían caído las
tres hermanas Mirabal
(Lapislázuli a cuento de todo emblema ruidoso
Comprendí
inician su naufragio
en medio de la espuma
pensadora
y que grandes ejércitos reconocidos en el planeta
comienzan a derramarse
en el regazo de la duda
pesarosa
Es que
Cuando supe que tres de los espejos de la sociedad
y comienzo del día
habían caído
asesinadas
¡oh asesinadas!
a pesar de sus telares en sonrisa
a pesar de sus abriles en riachuelo
a pesar de sus neblinas en reposo
(y todo el día lleno de grandes ojos abiertos)
roto el cráneo
despedazado el vientre
partida la plegaria
¡oh asesinadas!
comprendí que el asesinato como bestia incendiada
no se detendría ya
ante ninguna puerta de concordia
ni ante paredes
ni ante rendijas
ni ante paroxismo
de los progenitores iniciales
porque a partir de entonces el plomo perdió su rumbo
y el sentido su rango
y solo quedaba en pie
la Humanidad
emplazada a durar sobre este punto
escandaloso
de la inmensidad
del Universo
Supe entonces que el asesinato ocupaba el lugar del
que en la luz de la casa
comenzaba a aclimatarse
el puerco cimarrón
y la araña peluda
que la lechuza se instalaba en la escuela
que en los parques infantiles
se aposentaba el hurón
y el tiburón en las fuentes
y engranaje y puñal
y muñón y muletas
en los copos y de la cunas
o que empezaba entonces la época rotunda
del bien y del mal
desnudos
frente a frente
conminados a una sola
implacable definitiva
decidida victoria
muerte a muerte
¡Oh asesinadas!
No era una vez
porque no puedo contar la historia de los hombres
que cayeron en Maimón
y Estero Hondo
a unos pocos disparos de Constanza
en el mismo corazón del año 1959
puesto que todo el mundo sabe que somos el silencio
aun en horas de infortunio.
No era una vez porque no puedo contar la historia
silencio
de una vértebra llamada Esclavitud
de otra vértebra llamada Encomienda
de otra vértebra llamada Ingenio
y que de una gran vértebra dorsal le descendió completa
la Doctrina de Monroe.
No contaré esta historia porque era una vez no la primera
La espada tiene una espiga
que invade el cañaveral
la espiga tiene una espada
Pero un día se supo que tres veces el crepúsculo
de los regazos y los biberones
de su maternidad navegadora
navegable
por el espejo de su matrimonio
por la certeza de su vecindario
por la armonía de su crecimiento
y su triple escuela de amparo
habían caído en un mismo silencio asesinadas
y eran las tres hermanas Mirabal
¡oh asesinadas!
entonces se supo que ya no quedaba más
que dentro de los cañones había pavor
que la pólvora tenía miedo
que el estampido sudaba espanto
y el plomo lividez
y que entrábamos de lleno en la agonía de una edad
que esto era el desenlace de la Era Cristiana.
¡Oh dormidas!
El mes de noviembre descendía sobre los hombros
dando
sombra.
¡Oh eternas!
El péndulo palpitaba las horas del municipio
Pero aún no era el fin Segundo Tiempo
Cuando supe que una pequeña inflamación del suelo
en Dallas
en Texas
me dije
como era presidencial
el nuevo mes de noviembre
ya millones de seres tocaron lo imposible
ya millones de seres ya millones de estatuas ya
comprendieron de súbito
que el asesinato
no ha sido
ni un fragmento de minuto
calculado solamente para las cabezas semicoloniales
y sustantivas
de las tres hermanas Mirabal
sino
que este inédito estilo de la muerte
de manos de hermanos
(para todo el siglo)
muerte sana y artesana
(para todo el mundo)
provista de catálogo
(para todo el tiempo)
de numero de serie o serial number
y venida de fuera o made in usa
fría inalterable desdeñosa desde arriba desde
esta muerte
esta muerte
asume contenido universal
del ser humano
en cuyo espectro solar figuran todas las formulas
y todas las instancias puras
del individuo
tal
como va por la calle
ciclamen platabanda metempsicosis
canícula claudia clavicémbalo
cartulario venático vejiga
trepa caterva mequetrefe
primicia verdulero postulante
palabras todas sustitutivas
palabras pronunciables
en lugar de presuntas actitudes
y todas las maldiciones y protestas
y las posiciones geométricas igual
que la rotura del sentido igual
que la rotura de una biela igual
que el desgarrón de la barriga igual
mente todo desquiciado y ron
pido todo maligno y amargo
todo reducido a sombra
y nadidad y oscuridad
y estadidad
palabras mentirosas llenas
de contenido impronunciable
y desechos de organismo
de cualquier muchacha igual
que de cualquier cochero igual
que el choque de la portezuela
del catafalco igual
fue esta universal investidura de la que no esta exento
nadie nadie
ni yo
ni tu
ni nosotros ni ellos ni nadie
podridamente nadie
nadie
desde el mismo momento que fueron golpeadas
ciertamente
profesionalmente
maquinalmente
tres de las hermanas Mirabal
hasta llegar
en punto
exactamente
al
fin fin fin
de la Era
Cristiana
(Oigamos
muchas unidades navales en todos los océanos inician
su hundimiento después
de deglutir los archipiélagos
de miel envenenada
comienzan a reintegrarse
a sus viejos orígenes
de sudor y clamor
en el seno de las masas
populares
en el más
Porque
y calles enteras de urbes imperiales llenas de transeúntes
y artilleros atormentados por la duda bajo el cráneo
y camioneros rubios de grandes ojos azules
la muerte
de ciertas
mariposas
porque la vida entera se sostiene sobre un eje de sangre
y los grandes imperios deben medir sus pasos respetuosos
cuando hay una hora en los relojes antiguos y los modernos
de ciertas ciertas
debilidades amén de mariposas |
Auditórium
Revista cultural informativa
Año IV, Nº 9, 1994
Santo Domingo, República Dominicana
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