Ayer, en la Feria del Libro de Bolonia, se conocieron los ganadores del Hans Christian Andersen 2018, el premio más importante del mundo para la literatura infantil y juvenil. Los distinguidos fueron la escritora japonesa Eiko Kadono y el ilustrador ruso Igor Oleynikov. Muchos fueron los que siguieron la transmisión via streaming desde la Argentina, ya que esta edición guardaba un interés especial: Entre los seis ilustradores finalistas se encontraba Pablo Bernasconi. La única ganadora local del “Pequeño Nobel” hasta el momento es la cordobesa María Teresa Andruetto, que lo obtuvo en 2012.
Los libros de Kadono aun no fueron publicados en la Argentina, aunque sí se vio aquí la película de animación japonesa El delivery de Kiki, basada en una saga de la autora, con una pequeña bruja como protagonista. La obra de Oleynikov también es muy prolífica y se extiende en la animación. “Y bueno, ganó Rusia. Pero fue muy lindo lo qué pasó acá, se sintió (de verdad) justo a pesar de los deseos”, escribió Bernasconi en las redes sociales desde Bolonia, y entre los agradecimientos sumó “a la gente de Alija” (la asociación que nuclea a la literatura infantil y juvenil), a María Elena Walsh, Liliana Bodoc y Gustavo Roldán, “y especialmente, a todos los autores y promotores de nuestra LIJ que construyeron este rincón luminoso en el que nos encontramos hoy. Estamos abriendo esta puerta porque alguien se ocupó antes de conseguir las llaves”, destacó.
Hoy se anuncia otro premio importante para la LIJ: el Astrid Lindgren, para el que están nominados por la Argentina Andruetto, el ilustrador Istvansch, el poeta radicado en México Jorge Luján, el programa Abuelas Cuenta Cuentos, de la Fundación Mempo Giardinelli, y el Cedilij (Centro de Difusión e Investigación de Literatura Infantil), de Córdoba.