La narrativa legendaria clásica cuenta que el gigante Anteo obtenía su
fuerza del contacto permanente con su madre-tierra que le transmitía su
fuerza. A Hércules, que debía derrotar al temido gigante, le bastó con
levantarlo entre sus fuertes brazos y lograr que sus pies no tocaran la
tierra; de tal manera lo hizo débil y logró aniquilarlo.
Hoy, se plantean proyectos faraónicos de Salud sin esbozar las
necesidades programáticas que le den sustento, sin apoyo en las
necesidades del país, sentimos que si alguna necesidad es esgrimida en
apoyo de esas ideas -cuasi fantásticas- solo serían las correctivas que
están al final de un esfuerzo serio de salud. No son las que comentamos
las que deben acompañar prioritariamente a la población para que, con
buena salud, acompañe al esfuerzo productivo nacional. Entiéndase que
cuando decimos “prioritariamente” no desechamos el desarrollo sucesivo
de hospitales de tercer y cuarto nivel, sino que poniendo los bueyes
delante de la carreta señalamos, aunque suene redundante, que lo primero
es lo primero sin discusión.
Los proyectos que se conciban para dar satisfacción a la demanda
complicada que requiere de niveles sucesivos de mayor especialización,
deben acatar el principio de territorializacion de la oferta sanitaria.
Esto, que suena a verdad de Perogrullo, hay que repetirlo machaconamente
por que pareciera desatenderse deliberadamente, pero tiene sus causas…
En rigor de verdad en un Estado que posterga el esfuerzo productivo real
de bienes y se transforma en hogar de banqueros y mercachifles,
arruinando la productividad agroindustrial nacional, no hay lugar para
la producción de salud sino para su reparación, siempre que pueda
constituirse en una mercancía más en las transferencias rutinarias de un
mercado que no crea sus propios bienes.
La mejor política sanitaria de producción de Salud, se hace a extramuros
de los hospitales. Expongamos las políticas necesarias y los servicios
correspondientes:
Política de Educación: Con base en una correcta educación general se
implantan la educación para el autocuidado y la seguridad; la educación
para la alimentación y nutrición.
Política Alimentaria: Implica acceso a la alimentación y educación para
la producción auto sostenible
Políticas Organizativas Sociales: Para la participación; la vacunación
como derecho; la recreación sana reclamada como necesidad; la demanda de
provisión de servicios básicos disponibles y accesibles, reclamados como
derecho y necesidad estratégica para la producción; el reclamo del
seguimiento de los grupos de riesgo en sus lugares naturales de
inserción social
El recién nacido junto a la madre
El niño junto a su familia
El escolar en su centro formativo
El preadolescente en su centro formativo y recreativo
El joven en sus organizaciones de interés
El trabajador en su centro fabril
El adulto mayor en instituciones sociales concebidas por tipo de riesgo
especial.
Lo anterior no opera en desmedro de las construcciones que se hagan en
apoyo del abanico de servicios así concebidos, pero si condiciona su
utilidad, su proyección de servicios y su disponibilidad geográfica. Lo
demás debe concebirse en correlación sucesiva de importancia
correspondiente a la magnitud poblacional que es responsabilidad de los
distintos niveles de complejidad. Cuando una patología demande excesivos
recursos debe resolverse en institutos de cuarto nivel, de concentración
de referencias y no abarrotando los hospitales generales.
Hablemos de los ejecutantes del trabajo: ¿Cómo puede el Estado afincar
al personal en las áreas demandantes sin cambiar el escalonamiento
concebido. Simplemente haciendo que el año cumplido en las áreas
precisadas sea el equivalente de año y fracción, para que el tránsito
hacia el final del escalafón premie el cumplimiento de las tareas en
donde el Estado las demande. ¡Bueno, pero se trata de otro Estado, otro
gobierno y otra gente, ese es el reto! |