Anadiómene |
Único
sismo en la nada Única
presencia que la niega — Límites
perfectos que germinan irrumpen En
los espacios del caos
Piel
que abre las aguas El
ímpetu de arterias hacia sus bordes Hacia
el brillar de las sustancias transformados La
mirada La
mirada que es mirada La
surgente Fin
de las formas Ya
es la forma Latiendo Urgente
carne de sed De
oros de bronces de pulsos de puñal
Latiendo
ascienden Su
cosmos hacen La
iluminación La
expansión La
densidad La
intensidad La
ascensión Selva
y diáspora de poros Magma
de la realidad Piel
latidos La
forma La
insurgente forma El
cuerpo El
absoluto cuerpo
Color
que es vida perfecto mar .. Femme
nue, femme noire ,
Vêtue
de ta couleur qui est vie
De
ta forme qui est beauté
Léopold
Sédar Senghor Explayada Desnuda Majestad
tendida
Los
muslos de tu esplendor Entran
forman Destinan
El
vacío y sedición de las aguas Al
suelo feraz de tus orbes Verdascas
arenas sargazos Toda
la violencia y depredación de brutales infinitos Se
pliega ordena Redime En
el perfecto mar de finitud Del
negror e imperios de tu cuerpo
En la cima de una montaña negra .. ¿En
cuál latitud
En qué historia
No hay nadadores descubiertos
En la cima de una montaña negra ¡Apártense
suaves palabras
Verbo revela toda tu metáfora
Di el secreto de combinaciones y finales
En el conflicto de tu infinita reproducción — Había
un río Unas
piedras unas ascuas Había
una noche nosotros No
había más Luego
tú un griot algún tambor regio Sobre
animales suntuosos ejercen su miseria Cánones
dirán o enigmas esparcen Clavados
en sus pechos en sus lomos brillantes La
húmeda conmoción de sus entrañas y miembros Despojada
Sangre votiva
Sangre vacía Sangre
oculta Evaporada
en solo una atmósfera De
imágenes convertidas Ciega
función
Pero
son aspas enjoyadas Esas
liturgias en frente de las ráfagas No
inventes tu ultraje No
confieses en la historia No
admitas latitud Unos
soplos una herida la entrega El
gemido de la encarnación En
la misma carne Luces
totales Nova
en el cosmos travestido
Nadadores
desnudos entre negras arenas Por
las aguas cálidas En
constante adiós
Estatuas abrazadas
........
De
tierra De
fríos y veranos De
tormentas — Ven
con tus ramas confusas de voces Liberta
el canto en esta piel de lluvias Detén
tus pasos Detén
los míos Nos
unirás viniendo Te
reuniré llevándome Manos
que nuestras hambres nunca alcanzan Ojos
en los que no sacia el mirar Sueños
trashumados por los espacios de mármol Gestos
que van y mueven la intemperie del tiempo Más Aun
reclaman
Entre columnas ... Existe
un mundo Donde
nos estamos esperando Un
mundo Iluminado
y descubierto Un
mundo De
los seres magníficos que crean
El
mar más libre el mar más húmedo El
mar más cierto Un
mundo Adonde
escapan los peregrinos secuestrados Más
lámparas y salmos De
todos nuestros mundos Un
mundo De
pulsos y espacios y palabras Que
nunca han existido Entre
columnas
Siervos ..
Cada
fragmento —el agua íntima,
el
ojo que nos ama
Luis
Marré
Siervos
de paraísos
Siervos
de abismos — Y
en cualquier estar Donde
el otro vive Hojas
de aire lluvias transfiguradas Zumos
de tormenta Trasgos
de agua íntima y carnes del diluvio Persecución
del claror Bordes
y centro De
un infinito que dura?
Tres instantes .. Esos
astros Espasmos
incesantes En
medio de noche nunca acabada En
los lados de la noche Que
era la noche que fue luz Sin
música Sin
fuerza para el silencio Sin
estatuas que de pronto destellaran — Poblaciones
de un drama sin nadie Lo
remoto de lo que se acerca vuelve a ser lejano No
busques no yerres Por
esas noches aparentes Ebrios
Ebrios
de tanto y de nada De
un temblor un destello Nos
fuimos de un lugar sin encuentros Había
un astro esperando otra luz Un
fuego claro pendiente del asombro Estampida
de animales ante otras miradas Debió
haber Por
eso Te
llamaré Entre
tanto ser y tanta nada Entre
tanto yo y tanta noche Entre
tanto error y tanta espera O
entre algo y verdad No
encuentro mis manos viéndolas Y
presienten las tuyas Hay
un vértigo de fieras Mordiendo
esas estrellas del absurdo Te
llamaré Te
llamaré Necesito
un claror en las manos Entre
certeza y tiniebla de ese torbellino
Donde
viva nuestra calma
En
lo que no sé Si
a partir de este momento Empieza
la historia Estrellas
con nombre Aun
te llamaré Espera
mi voz No
hace falta que respondas Tu
voz será la mía En
una sola noche Una
sola noche sin instantes Te
llamaré
En
la misma locura de esos astros En
el drama de la noche que nos mira Te
encontraré Noche
real tierra de luz Mañana
plena Manos
ciertas en la noche develada
Intramuros
..
Romba alta una notte
di caldi insetti
Salvatore
Quasimodo Velada
incierta entre muros abiertos A
las alegorías de otras alegorías Farándulas
percusión de figuras Espectáculo
de litúrgica casi noche Y
llega la desconocida o viene Transpirando
su anhelar de avenidas Rodeados
de insectos de junio Cruzados
por rondas de payasos Nos
besamos hasta no escucharlos Nos
unen guitarras sepultadas
Besarnos
otra vez es desunirnos No
seremos de esa noche amurada que resuena Tú
invades y también voy a tus fondos Hacia
esos senos tras los cuerpos que expanden a los cuerpos Así
anónimos sin aquí sin vernos Unos
muros sin límites tenemos en los brazos — Escucha
ese canto sin cantos Qué
libre se ha quedado la noche Qué
silencio hechiza los insectos Qué
feroz será el espacio que nos mueva
Cuerpo
presente .. Aura
de sensaciones Tensiones
de espejismos resonancia de brillos Sílabas
en los poros encumbrados Oraciones
que intentan entrar en la sangre — Mis
palabras En
tu cuerpo Jazzean
por la piel sin fin Nombres Minusnombres
ultranombres que desesperan La
fijación de tus mundos En
el árbol de la piel sin fin Frases Minusfrases
ultrafrases Espacios
rotos alientos exasperados Nervios
que te erigen — Para
apagar el cosmos que te condena a sombra Brotan
las palabras de los cuerpos míos |
Mario Martínez Sobrino
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