Rómulo |
Rómulo
Edmundo Martínez Rivadeneira, 43 años 00:45
9 de noviembre de 2008
Glasgow 13T/15 19h00,
9 de noviembre de 2008 glasgow 4T/15 17h00,
16 de noviembre de 2008 glasgow 3T/15 Muerte
cerebral, donante de órganos Ablación
hepatorenal/corneal 19h20, 17
de noviembre de 2008 Transplante
hígado: Quiña
Gamboa María Gabriela, 19 años Hospital
Eugenio Espejo 9no piso cama 19, Fibrosis
hepática congénita. 20
noviembre de 2008 Patronato Municipal San José Transplante
corneal Luis Martínez Guerrero, 15 años
Keratocono
y leucoma. Transplante
riñones NN NN Transplante
córnea izquierda NN NN. Una densa crinolina negra el cielo oriental revestía El fuego de las hogueras se convertía en inesperados ojos de la espesura Se arrastraban los torrentes bramando rítmicamente Chillaban, croaban, cantaban, rugían los animales de las sombras El eco de los tambores del otro lado del Upano llamaba a los guerreros con el atavío de plumas y lanzas para el rito del advenimiento Sevilla Don Bosco esperaba el nacimiento del caciquito blanco El tigrillo heredero de los misterios andinos y de la quimera del dorado Un cortejo de unchipos encrestando sus vitriólicos oasis matapalos bebiendo la savia de los que a su sombra se arriman anunciaban con voz herrumbrada desde la perpetuidad de su raigambre el inminente alumbramiento. La primera bocanada de aire en esa noche de lava pirotécnica quema tus pulmones insuflándote la savia de la naturaleza trasunta el dolor en la caricia anhelada que devuelve el aliento Los labios de Teresa Tumultuosos se aprietan besando tu tierna cabeza sangrante ese 3 de julio de 1965 en que a la vida desciendes. Pequeño Macabeo asistido por Don Ayo, Partero del pueblo. Hilvanador de historias con milillos, mullos y semillas. Escultor de arenas dormidas por el vaivén del Upano. Purifica el santuario con matico, hierba mora, hierba luisa, humo
de tabaco, palo santo, ishpingo, canela, exhorta cánticos y ensalmos espantando a los malos espíritus y deseándote una vida larga y provechosa a ti, el cuarto de la estirpe. Te nombra Rómulo como el afuerano gestor de tu existencia y esa es la rúbrica que estampillará tus decisiones. Mashumbra, cacique-shamán de los shuaras te bautiza con su sangre Te reconoce como el hijo de la hija del colono Temístocles Rivadeneira Esa
walkiria de amazónicos senos y fiera nobleza tigra
encastada de cielos rugientes y selvas fragosas barro
levantino en el bastimento de su esencia desbordó
sus cálices para poblar la exuberante caverna. Te sahumeria con los secretos del yagé. Te vaticina tu destino en un trance por los relámpagos sellado. Cual un jaguar indómito y tímido ante la mirada inquisidora cercado por los afectos nacientes y las voces de tus antepasados, te escabulles entre la maleza rugiendo con tu voz de gatito rubio y dejas que el murmullo te ensimisme en la extrañeza. El
gran shamán te revela los secretos de la selva
Aprendiste
a rastrear las huellas de las anacondas y tigrillos. Cazaste
el fuego del volcán en su vómito enfurecido. Dominaste
los remolinos de las salvajes torrenteras. Poseíste
las entrañas de la selva y sus recónditas cavernas. El
sol te besó tantas veces con sus flamígeros labios y
tantas veces te agobió su demasiado abrazo candente. Perdido
entre los cañaverales libabas
el jugo de esos inagotables bejucos y
tus shigras se repletaban de las frutas que
a tu paso colectabas Los
kikuyos y murciélagos te
maravillaron en las oscuridades como
los fogonazos del Sangay en la distancia. Cual un ceibo de tronco liso, amplio y caprichoso que estalla en orgía de ramaje en su copa lejana Magnánimo como la mañana que se derrama al ser tocada por el sol Como el aroma irresistible de la guayusa, humilde y obstinado como la hierba que se la arranca y a crecer vuelve atrevido y bravo remontando como río en la crecida de las lluvias; el espíritu de la selva; su degüelle tzántzico y exorcista: fueron los sacramentos que te confirió Etza desde su tiempo inexpugnable. Delirios de ternura y amor como arena desparramada prodigabas Chaval de inquietudes infinitas y deseos que se evanescen perdido en las palabras y los conceptos que se funden en el silencio fuiste alejándote del rugido de los jaguares, de tu selvática esencia. Indigente de un mundo que se empeñó en destruirte fuiste cazado por los espíritus contrariados y sus pérfidos cofrades, reo de escandalosas noches entre alucinaciones y vértigos reo del amanecer amordazado hasta la inconciencia de tu desenfreno. ¿Qué incertidumbre doblegó tu carácter indómito Macabeo del Kílamo? ¿En qué momento tu signo invalidó el vaticinio del shamán los cánticos, las sahumeriadas, los cataplasmas? Te precedieron tus padres en la vida y en la muerte. Los muertos no mueren, suben y miran por nuestros ojos y sus sueños se realizan en el escenario de nuestras ambiciones. No comprendiste las señales de su alarma convocándote al sosiego. Te faltó carne, te faltó valor, te faltó voluntad, te falló la palabra. Dando tumbos, esquinazos, abatido en las aceras, persiguiendo quimeras entre sombras bamboleantes descontrolado, despersonalizado y solo erraban tus días en completo abandono estrellándote contra el planeta. La memoria del pavor se confrontaba con la inmediata transgresión; falsa calma para engañar al tiempo, esperar las noches y hundirte en el abismo desbocado de tu angustia. Escarbaste más allá de las sombras buscando una respuesta el aullido enloquecedor que traspasaría tu garganta en el último espiro; el hundimiento aberrante de la cuchillada que derramaría tu vida; la eviterna embriaguez allanando el derrumbe o quizás el milagro que te rescataría de esas nefandas tinieblas. Fulminado por la ignavia los deseos corruptos tu voluntad revocaron perdido entre las brumas turbulentas de tu desplome esperaste el momento de la oscuridad perpetua. Para detonar tu cerebro no levantaste tu mano ni deslizaste la cuerda alrededor de la persistente condena Ese llamado te tentaba desde el trance sicodélico de tu indigencia desde la crisis en su médula, desde la impotencia de tus convicciones. Ilimitadas
perversiones a tu espíritu cautivaron necesidades
compulsivas a la sombra emergieron Captura
de percepciones alteradas viviendo en
un mundo imaginario; Abate
tu audacia la restricción del cerebro, Indaga
tu instinto entre alcoholes y vahos relámpagos
de rock ácido en las guitarras estallan heavy metal, deathmetal flotando en el láser. Al ritmo de acelerados latidos el viaje se inicia cóctel de éxtasis líquido estimula y perturba spinello, píldoras de la paz, barbitúricos heroicas líneas derrotando al café energizante; estaciones emotivas que agradan y degradan infierno de inquietudes, ansiedades y psicosis. Te
arrastran, te desploman, te depravan, te arruinan Alucinadas
noches en el vértigo de alientos se desmayan; Tórnase
irredenta tu audacia en la caída. Voluntad
sometida no impugna a la hiena del escándalo a
carcajadas de tu dolor maldito la soledad se burla. Ausencias,
lejanías, memorias como dardos del recuerdo. Los
espectros intentan fundirse en el acordeón de tu mirada se
agolpan las imágenes sin alma en
una lujuriante estampida. Invadido
por deseos disfrazados no
consigues develar la vanidad refractada; Ese
abanico de intrigas, ese devorador siniestro, el
maquillaje circunstancial ha
legitimado en iterados tormentos alteridad
soterrada que el artificio exige en el escenario circense
de la ficción humana. Espejo,
espejo, ojo delator de verdades encubiertas Por
qué el dolor que lo oprime no
denuncias en tu ojo dilatado? ¿Por
qué la muerte de su estirpe reflejas, impávido sin alma? ¿Cuáles
son los rostros que el asesinato develar no puede? ¿De
que máscara los delitos se desbandan? ¿Qué
Dios gobierna la fe de sus sentidos? ¿Será
Satanás manifestándose en el camino? Tu pecado un epitafio cincela y el continente traspone Allá al otro lado de las montañas y de los océanos Ella vive en la tregua inmarcesible que dividió sus destinos Allá subsiste el tiempo que Macas te otorgó en ignaro deliquio. Tus fantasías se desbandaron cual tornado en Apocalipsis. Sin brújula, ni cenit, sólo umbría desoladora y mortal. Tantos tajos concibiendo distancias más hondas que los abismos Tanto desamor por la devota fidelidad de tus latidos. Tú, un hombre forjado por la zarpa poderosa de los iwias probado en las mandíbulas de la espesa bestia selvática, has desarticulado los lazos, has resignado la sangre, dolorido por los infamantes rechazos que te aniquilaban con una sensación de vacío existencial, de soledad necesitado de afecto, de reconocimiento fascinado por la concupiscencia, esclavizado en el delito, atrapado sin argumentos que tu acabóse aboguen; irremediablemente te condenaste a la adicción perversa de esos tóxicos devastadores, a la baja tolerancia de las normales frustraciones. Tu falta de proyectos de vida te impulsaron a transgredir las normas sociales y la ley transmutaste tu personalidad tantas veces al filo de la paranoia, te humillaste ante la infecundidad del carácter. Te llama la tierra, el patriarca, el duelo. Se han edificado tus sueños en deleznables cimientos. Se ha consumido tu flama sin irradiar su esplendor. Se ha postrado tu búsqueda porque el mañana es incierto. Gritaba tu sangre, vociferaba tu impaciencia. Tu nombre voceaba la noche desde esos mefíticos antros. La tragedia el alma exiliaba a pasos ingentes. De todos los afectos sucumbías degradado y proscrito. Mar salvaje zarandeando tu rostro, denunciaba el tormento que tus evocaciones ahondaba. Querías acabar, estrellar tu vida sin brújula ni sentido Embarcarte en el navío que zozobraría noche adentro donde ni la voz ni el latido se escuchasen donde perdurarías recluido en el silencio. El delirio aún no había raptado tu alma ni tu conciencia querías liberarte de las cenizas de tu idolatría querías expulsar los demonios que tu cerebro carcomían Buscaste en los templos la palabra divina, el albedrío perdido prosternado ante el séquito de santos y dioses ninguna plegaria, ningún ensalmo, ninguna eucaristía levantaron tu alma de los continuos desplomes. Los retumbos del Sangay las incógnitas no te revelaron cataplasmas de malicawa, baños de serpientes, ritos shamánicos en las ceremonias de la boa y el jaguar no expulsaron la ponzoña que navegaba por tu sangre. Sólo los hombres que reconocen su ineludible destino lloran como tú ante el cadáver de su propio crepúsculo. Al
aullido de la tragedia quisiste anticiparte, a
la risa sardónica, a la bala, al
cuchillo, al veneno, a la traición,
al
espanto el pavimento ensangrentando. Te refundiste en el frívolo argento que
delataba tu historia y
encontraste los cadáveres de tus desvergüenzas insepultos
en el vórtice inmutable de tu condena girando
y bamboleándose como títeres sin tiempo. Del
asesinato de tu inocencia fuiste cómplice, cometido
con premeditación y sin asco para seguir viviendo en la incuria de los días, para seguir devorando corazones no natos en
el frenesí de una demencia incontrolable. Espejo
inexorable tu memoria lo delata, los
sucesos sobrevienen en tu ojo misterioso; déjame
penetrar tus laberínticos resquicios, déjame
gemir por su existencia defraudada, deja
que su cobardía el olvido la sepulte. El
tiempo triturador te ha ido transformando sin
olvido ni indulgencia con sus aspas fantasmáticas. Esa
lupa acrecienta tus escindidas existencias legionarias
insurrectas no se integrarán jamás. Con
un fragoso bramido la existencia se desploma, incinerada
por la metáfora absurda del sino. Aplastada
por la impotencia sucumbieron las penurias, sin
gritos, ni gemidos, ni el pavor amordazando. Desde
entonces el dolor furiosamente se encresta reclamando
su tributo en violencias
extremadas. 8 de noviembre de 2008. En El Porvenir agazapada yace la desgracia. La cara del asesino permanecía encubierta. 11 de la noche la tribuna de la desventura montaba la función. Inicio de los acostumbrados ritos y sacrificios otra noche tutelada por el consumo de vahos deletéreos y alcohol otra noche en que la memoria sería estrangulada El frío y la neblina derrababan su mordedura hiriente. La montaña con su imponente silueta parecía abalanzarse proyectada al fondo de la cuesta sigilosamente observaba: marginales ratoneras, lumpesca plaga del sistema disoluto guarida de la escoria, de la degradación, del asesino arrastre ibérico, soberanos de la infesta podredumbre, inframundo, delirante poder de las cloacas. El viento espiraba los hurtados olores de aquellos cuchitriles Marihuana, base, cocaína, crack palo santo, tabaco, alcohol, vómito,
detritos Imprecaciones, amenazas, se perdían en los nauseabundos laberintos Precede la chispa a la deflagración, el sonido al estruendo Cruce de provocaciones, miradas encendidas que acorralan Un golpe, otro, te
bates contra la jauría que sus dientes afila te bates contra los buitres que desenvainan sus garras. Tus puños vigorosos a los matreros sin tregua castigan. Te defiendes de cada golpazo, de cuchilladas sinuosas. Caes, te levantas, te yergues, aspiras y furibundo arremetes. Te preservas de los pendencieros, tu integridad proteges. No le alcanza el coraje a tu cuerpo vencido. Rúbrica
Ñacato, verdugo Ñacato, nefando Ñacato turba Ñacato como hormigas te muerden, se cuelgan arañan tu rostro, tus brazos; doblegan tu fuerza, te postran. Adefesios salvajes descargan el estigma del lumpen El horror escenificó en un destello los postreros momentos. Imprecaciones y gritos, retumbaban en ese pestífero agujero. Pavel
Patiño, Voltaire Maquilón, José Narváez, Orlando Freire Inmóviles, inconmovibles, ingrávidos, incongruentes espectaban el desigual combate. Alucinados y embrutecidos sin poder articular con coherencia bamboleantes, mareados, como el trompo en sus moribundos giros. Amordazados el cerebro por tanta inhalación, esnifada, vaharada que les había embotado el pensamiento, no alcanzaron a comprender que no estaban alucinando que esta visión no era un efugio de sus irrealidades que no era el autoatentado forjado por sus mentes extraviadas. Pusilánimes, despojos viles, títeres descabezados. No les quedaba valor más que para fornicar con las ratas No les alcanzaba el aliento más que para sostener su calamidad No les alcanzaba el pánico más que para tragarse sus propios detritos. ¿Cómo podían estas sabandijas dopadas, mutiladas del grito ante la muerte cimentar una ofensiva? ¿Cómo podían estos infestos descerebrados con los pensamientos pulverulentos producir un artificio? ¡Pobres bichos, apestados, zombies de su propia consunción! Tú con la fuerza irrevocable de tus puños; los matreros con el amedrentamiento de cuchillos y garrotes tú sin más armas que tu enardecido coraje defendiendo la afrenta que cruzó el rostro de Patiño te desafiaste a ti mismo en un trance de ciega potestad ¡cobardes! miserables, individuos de hiena madre verdugos infames del que decían ser amigo ratas inmundas disfrazadas de hombres no intentaron librarte de esa pendencia ignominiosa Indefenso, reducido por el ataque avieso el golpe homicida tu cabeza fractura … el tremendo garrotazo cruzó tu parietal derecho doblándote, nublándote en la inconciencia sin retorno. Te desplomas amortiguado, …doblando tu humanidad castigada… Oscuridad en el azaroso sendero de tu desesperación desatada Estremecido el suelo se tiñe de tu languidecido espíritu Los asesinos Ñacato han ultimado al tigrillo bajo el manto mefítico de las incógnitas sombras Peor resaca que la complicidad de tu asesinato será el ancla que no podrán levar por su incuria. Infames, indigentes descastados del inframundo, urdir que la gravedad confabuló con una falta de equilibrio que tu cuerpo vencido en una vertiginosa y mortal caída se estrelló contra el pavimento destrozando tu cerebro y te hundió en el estremecimiento de una eterna soledad donde ahora tu pavesa evidencia el efímero paso del ser. Y los Ñacato, cualquier día, en cualquier lugar descoyuntados, despedazados… Liquidado como tantos cadáveres que de las calles se rescatan; cubierto por la densa bruma que encubre tu ejecución horrenda uniformados ungidos del protocolo mundano de su investidura recogen tu cuerpo masacrado sin piedad y sin sentido tu cuerpo ensangrentado por el absurdo canibalismo del sistema victimado por la cobardía de los que decían ser tus amigos. ¡Aún respiras! ¡Aún tu cuerpo preserva el calor y la conciencia! ¡Rápido! ¡un hospital!, ¡sálvenle la vida que extraviada galopa! ¡Pobre
hombre! ¡otro atropellado por lanzarse a la autopista! ¡P
o b r e h o m b r e! ¿¡a
t r o p e ll a d o! ? ¡Ciegos! ¿Cómo pueden confundir el asesinato con el suicidio? Hospital Eugenio Espejo. Se devela la violencia de tu último sábado. Aún consciente y dolorido en la camilla te desplomas Una neblina infranqueable ha devorado el resplandor de tu mirada, te separa de la vida que ya no percibes y que se niega a abandonarte. Aletargado, latiéndote aún el corazón que reanima tu espíritu extenuado empieza tu calvario, tu pasión y tu muerte, Rómulo. Hileras de enfermos esperando la panacea que restituya su equilibrio médicos, enfermeras, heridos, familiares, murmullos a reventar deambulaban por la sala de emergencias del hospital. Demolida ante una capillita improvisada esperaba inútilmente las palabras redentoras Epicrisis: Glasgow
13T/15, 0h45, 9 de noviembre
de 2008 Paciente
en malas condiciones generales Cabeza
hematoma subdural agudo, parietal derecho hipotermia,
bradicardia sinusal hipofonética, disrítmica pulso
42, frecuencia respiratoria 24, tensión arterial 120/50 deterioro
vertiginoso a las 11h45, glasgow 4T/15 Pronóstico reservado se anotó en la anamnesis que fue dimensionándose Se
desconoce cinemática del trauma. Tu corazón retumbaba a un débil ritmo irregular El golpe tu cráneo había triturado y tu encéfalo reventado estabas sumido en las tinieblas de un letargo incognoscible tus pupilas midriáticas sin reflejos tu ausencia denotaban sangrante hilillo imparable fluía por tus oídos escoriaciones y arañazos en tu rostro, moretones en tus brazos, limaduras en tus rodillas delataban el ajusticiamiento ejecutado por tus asesinos. Asomada a la ventana de ese imperturbable cristal que se desnudaba segundo a segundo ante mis ojos estupefactos vivía la demencia de un mundo vertiginoso y anárquico ¡me devastaba tu impotencia hermanooooooo! subordinado a la vida artificial que controlaba tus exánimes latidos grité con todo el odio que mi dolor ha procreado maldije la inoperancia del sistema y a sus siniestros titiriteros vivimos el circo del horror en su perversidad más refinada un conciliábulo de dementes y asesinos y corruptos y violadores se beben nuestras vidas sangrándonos la esperanza Culpables somos por creer que el destino revocar podemos ¡qué ingenuidad más fecunda! ¡qué farsa implantada en la médula! ¡Revelémonos a la deglución de estos buitres! no dejemos que nos arranquen el coraje de vivir en este tiempo amargo. Es hora de marchar, de enarbolar la protesta no más sangre sacrificada en el altar de la cobardía no más enlutados por la violencia sin tregua que puebla las calles ¡queremos vivir! sin miedo, sin temor al exterminio de las ilusiones. OJOS:
presencia de reflejo palpebral, pupilas
anisocóricas Derecha
midriática 7mm arreactiva a la luz, izq
de 3mm hiporreactiva CAE
otorragia izquierda CUELLO:
móvil CARA:
escoriaciones superficiales pequeñas BOCA:
no HÚMEDAD PRESENCIA DE tet Tórax:
Expandible, buena entrada de aire CORAZÓN:
RS CsR Abdomen
suave depresible RHA
más extremidades Hemiparosia
braquiocrural izquierda, 215 Glasgow
4T/15 (M2 01 V1T) TAC
CEREBRAL Hematoma subdural agudo F-T-P derecho PROCEDIMIENTO
OPERATORIO Asepsia
y antisepsia Colocación
de campos quirúrgicos Incisión
de Falconer derecha Profundización
de herida quirúrgica Craniectomía
parietal mediante 4 agujeros de trauma Duotomía
arciforme Hallazgos
antes descritos Evacuación
más lavado de hematoma subdural Control
de hemostasia con surgirle Colocación
de drenaje subdural Plastia
de duramadre con gálea Control
de hemostasia. Cierre
por planos La camilla se deslizaba seguida por un cortejo de miradas Yacías inmóvil, conectado al artificio que llevaba aire a tus pulmones, tu cabeza vendada, ligeramente ladeada, la cirugía evidenciaba lloré, lloré al comprobar la mutilación de tus sentidos ¡te llamé! ¡te grité!¡te toqué! ¡te besé! ¡estreché tus manos tibias e inertes! Me abofeteó esa catalepsia de tu expresión ausente y sedada Las puertas, los guardias, los médicos impidieron mi paso hacia ese cenotafio donde te torturaban donde te apartaban de mis súplicas, de mis quebrantos Días interminables ibas y venías por todo el hospital sobre esa jaula sin barrotes Deterioro neurológico, sin respuesta al tratamiento me gritaban Glasgow
3T/15 La válvula descompresora que liberaría la presión sobre tu encéfalo aquella craniectomía no evacuó ningún riesgo conjeturado la transición hacia lo inevitable estaba ya decretada los reportes médicos, jamás alentadores, no apostaron por tu vida cada día el monstruo de la oscuridad su álgido aliento soplaba y yo desde este lado de la angustia por tu regreso clamaba yo tu madre, tu hija, tu hermana, tu mujer, tu amiga, tu esclava Todas las fuerzas invocando la sanación de un solo hombre ¡Tú! Tú doliéndome las ausencias de nuestros padres Tú doliéndome la indolencia de nuestros hermanos Tú mi pequeño hermano, mi hermano menor en el sopor más profundo ignorabas el drama de tus últimos latidos tu piel intacta, suave, blanca, cubría el deterioro de tu organismo; me impedía percibir el derrumbe que extraían por tu boca masas purulentas, fétidas denotaban tu isquemia cerebral la tan temida sentencia de tu partida inevitable. Los esfuerzos por rehabilitarte se fueron extinguiendo cuanto más se acrecentaba mi pánico de perderte irremediablemente. Afuera en el bullicio, la ciudad se estremecía con sus descaradas impiedades Afuera los caníbales afilaban sus colmillos para desgarrar los corazones Allá en la intemperie, tu garganta prorrumpió con su extraviado grito. Simón y Marcelo comprobaron que tu final su marcha iniciaba doloridos, con el espanto carcomiéndoles la descendencia arrebatada, regresaron al lugar de tus ancestros para orar en el oráculo de Etza 16
de noviembre de 2008, paciente
hemodinámicamente variable, Piel
sana. 15h50
Paciente de 43 años con diagnóstico de TCE grave, 8
días en UCI con mala evolución clínica al
momento no se observa reflejos
óculo cefálicos, los
cuales están ausentes, prueba
de apnea positiva reflejos
óculovestibulares ausentes, Glasgow
3T ( M1 VIT O) TA= 108/60 TAM= 92 mmHg Fc= 110x Neurológico:
ECC= 3T/15 pupilas
de 5 mm de diámetro sin respuesta pupilar. Paciente
de quien ya se habla con familiares para
la posibilidad de procurar órganos: se
está manteniendo buena función
de
perfusión para la donación. 17
H00. Paciente con muerte cerebral apoyado
de ventilador, se
aspira secreciones por TET amarillentas
en moderada cantidad con
pupilas isorreactivas, arreflécticas, abdomen
suave, depresible, diuresis
por sonda Fowley en volúmenes variables y
de características normales. Baja
a quirófano para transplante de órganos Ablación
hepatorenal/corneal 19h20, transplante
hepático a Quiña Gamboa María Gabriela, Hospital
Eugenio Espejo 9no piso cama 19, Fibrosis
hepática congénita. En
la ciudad de Quito, Ecuador, a 16 de noviembre del año 2008 y
posterior al diagnóstico de Muerte Cerebral y con autorización libre
y Voluntaria y a título gratuito, los familiares de quien en vida respondió
al nombre de Rómulo Edmundo Martínez Rivadeneira autorizamos
el retiro de tejidos y órganos sólidos que
con fines de trasplante sean requeridos para el manejo de
pacientes con patologías crónicas. Se
procederá a realizar el retiro de: Córneas, riñones e hígado. La
ablación se realiza con fines de transplante para
efecto de donación cadavérica. La
naturaleza del procedimiento conozco y acepto y una vez que he
sido informada en calidad de HERMANA, que mi familiar se
encuentra en muerte cerebral cuyo
concepto se me ha explicado adecuadamente y
ya se han realizado las pruebas clínicas y EEG que la confirman reitero
que acepto que los órganos y tejidos de mi familiar sean
removidos quirúrgicamente para ser transplantados a
los pacientes que se beneficien del procedimiento… El horror estremeció mi sangre como una demoledora pólvora Zarandeándome cual una hoja en la tempestad me azotó el dolor Caí en un abismo turbulento que me arrastraba a la demencia ¡No podía respirar! una mano invisible me estrangulaba ¡Otra aplastaba mi pecho! ¡oprimiéndome el corazón con iracundia! Las lágrimas en violenta catarata inundaron mi rostro Azorada por la cruel declaración del carnicero del quirófano Comprobé con mis ojos y mis manos que tú, Rómulo, ¡ya no eras más! ¡Ya no eras más!… Tu espíritu había abandonado tu cuerpo rendido El último reflejo que sostenía tu martirio se había extinguido Cesó tu respiración, cesó tu vida, cesó tu pasajera estancia Cesó tu autoinmolación en las sentinas donde tu vida derrochabas. Dicen que al fin descansas, que ya no sufres ¿Descansas de una vida a la que voluntariamente no renunciaste? ¿No sufres un dolor que no buscaste? ¿Quiénes te privaron de esa existencia que era tuya? ¿Por qué Dios que tanto a sus hijos ama consintió tu asesinato? ¿De qué seguridad habla el estado? ¿Será tu muerte otra percepción? Te han sofocado el aliento innombrables sabandijas tu vida pendió de un cataléptico pentotal hasta que cesó el suministro. Ese 16 de noviembre a las 17H00 se derrumbó el firmamento. Ni la más dolorosa punción encontró respuesta Ya no osciló tu pecho con la espontánea respiración que te sostenía Te abracé con pavor, con amargura, con ingenua credulidad de que hubiese sido tan sólo un efímero espasmo. ¡No! ¡No quería aceptar la evidencia de tu terrible quietud! Esa serenidad de ultratumba, esa presencia ausente Tu cuerpo céreo, sin aura, opacado por la guadaña de la tenebrosa raptora no podía negar su propia extenuación. Rómulo, doné tus órganos como un homenaje de vida por tu sacrificio Para que vivieras la existencia que te raptaron para que latiera en otros cuerpos tu presencia para que tus ojos discriminaran los espejismos desde la mirada de Luis para que los demás comprendan que el dolor es la reencarnación para que aquellos que te recibieron si algún día leen este poema sepan que fuiste tú el milagro detrás del asesinato. NOTA
DE EGRESO DE UCI MARTÍNEZ
RIVADENEIRA RÓMULO HC:
60085 FECHA
DE INGRESO A HEE: 09/11/2008 HORA 00:50 FECHA
DE INGRESO A UCI: 09/11/2008
HORA: 22:15 FECHA
DE EGRESO UCI: 16/11/200/
HORA 19:00 DIAGNÓSTICO
INGRESO: TCE GRAVE+LOE Hemorragia
subdural aguda hemisferio derecho+ craniectomía Descompresiva. DIAGNÓSTICO
DE EGRESO: TCE GRAVE + LOE Hemorragia
subdural agudo hemisferio derecho + craniectomía Descompresiva. HIC
REFRACTARIA Morgue Hospital Eugenio Espejo Ya tu cuerpo vulnerado por el bisturí de las amputaciones franqueada tu demolición por el veneno que marchita y enajena Solitario sobre la loza esperaban tus restos su tránsito hacia la eternidad Cínicamente la muerte con sus mandíbulas infestas empezaba a corromperte. Hace doce horas tu corazón paralizó el latido y el flujo de tu sangre Vinieron los salvaguardas de la ley para rotular tu cadáver escribieron en algún papel los hallazgos que las horas habían patentado. Te trasladaron a la morgue policial y certificaron tu acabamiento. ACTA
DE LEVANTAMIENTO DE CADÁVER FECHA
Y HORA. Lunes 17 de noviembre de 2008 11h45 LUGAR:
Morgue Hospital Eugenio Espejo AUTORIDAD:
Fiscal de turno CASO
REPORTADO POR: CMAC-101 FECHA
Y HORA DE LA MUERTE: 16
de noviembre de 2008 19h00 EXAMEN
VISUAL EXTERNO DEL CADÁVER: HOMBRE
43 años de edad talla 1.80 cm. PESO 160 lbs. TIPO
CONSTITUCIONAL: Normal PIEL
COLOR: blanco CABELLO:
CASTAÑO DESCRIPCIÓN
DE LAS PRENDAS DE VESTIR: Envuelto
en una sábana blanca, cuerpo desnudo. SIGNOS
POST MORTEN: Cuerpo:
frío Rigidez:
No Livideces:
si Signos
de putrefacción: No Tiempo
aproximado de muerte: 12 horas aproximadamente. Probable
manera de muerte: a determinarse Probable
causa de muerte: a determinarse Entrega
del Cadáver: Vehículo:
Ambulancia 107 CONDUCTOR:
Cbop. Yasig Efraín PERSONAL
QUE ASISTIÓ AL LEVANTAMIENTO: Cbos
de Policía Carlos V. Jumbo C. Cbos.
De Policía Henry Romero Arrastrando las cadenas de mi dolor, ajena al ojo del mundo me abismé en la oscuridad de tu eclipse, un sol negro se posó en tu vida el día aquel que se nubló tu mirada no fulguró desde entonces ningún relámpago que te estremeciera Los hechizos del shamán invocando los poderes de la vida El rugido espasmódico de los jaguares presintiendo tu desgracia El trino lúgubre de las aves desde el fondo de la espesura La encabritada insurrección de las aguas del Upano aturdidas
galopando, clamaban por el abatimiento del cuarto de la estirpe. La noche otra vez me sorprendió monologando con tus recuerdos Escudriñando en el arca donde escarbaba buscando tus huellas. Tu acostumbrada prudencia ante los intempestivos eventos ¡Oh Rómulo! ¡Hermano! Ni un solo tormento del vía crucis donde el garrote destrozó tu cerebro Ni una sola profanación del santuario de tu cuerpo Ni una sola morbosa indagación para permitir el trance hacia tu eternidad Ni una cobarde manipulación más de tus despojos hubiera permitido… ¡Créeme hermano! la justicia se empecina y la dignidad apesta como los albañales los derechos mancillados no son visibles, hasta la última palabra te mutilan en vano supliqué misericordia para tu cuerpo sacrificado vinieron como carroñeros siniestros a devorar tu carne hundieron la sierra en tu desfigurada cabeza descerrajándote el cráneo sólo para legitimar que la violencia social es un engendro de la infamia ¡Cobardes! No pudieron escribir la verdad de tu ajusticiamiento Hurgaron tus despojos, riéndose como hienas Tú, santuario de tu cuerpo, tu propio santuario por última vez fue hollado mortificado, desentrañado, vilipendiado, autopsiado. Sólo una sábana blanca cubría la lívida y fría desnudez de tu cuerpo desheredado de todos los honores y de todas las piedades. Impotente y llena de prejuicios ante el salvajismo de tu muerte ya no te toqué, ya no te hablé, ya no te di el abrazo que nos separaba… …para siempre. Me refundí en la cobardía de mis lágrimas ocultando mi angustia Esta ráfaga que me zarandeó, que me arrastró, que me aniquiló se enmascara en las entrañas de aquella noche turbulenta. Noche en la que tu asesino Ñacato reventó tu existencia amarga. Imprequé en contra del verdugo y quise arrancarle las entrañas Lapidarlo, arrastrar su fétido aliento clavada de odio y venganza Hundirlo en el ácido del desprecio esperando que se corroyera hasta el último grito Pisotear sus despojos en esa proscrita danza de extrema locura. Luis, Luigi, Williams y yo, te custodiamos hasta los Jardines del Valle en el silencio de esa ciudad donde los muertos irremediablemente se refugian Los guías de ultratumba en el último ritual que transmutaría tu sacrificio sin estremecimiento, ni congoja, te sumergieron en las entrañas del fuego y que tus restos en ese acto de purificación y acabamiento yacieran imperturbables en el columbario de la memoria. 18 de noviembre de 2008, 14h00, recibí el cofre que guardaba tus cenizas Vinicio, Christian y yo, nos sumimos en la solemnidad del silencio. Una inmensa soledad me invadió desde el derrumbamiento de mi alma. En ese pueblo sin esperanzas donde la muerte catequiza a los espíritus renació el dolor de otros duelos. Surge
como una ola, se
detiene, se
recrea, me
hurga, infinita
finitud de mi vivencia, me torturas. Bajo
ese cielo permanente, indefensa me descubro tan
próximas mis raíces, intemporales y serenas. Teresa
y Rómulo en la otra realidad perviven al
otro lado del reflejo donde los astros no penetran en
la eternidad de los silencios
y la bruma del olvido heredera
de su estirpe me celebro a la sombra de su muerte. Oráculo
siniestro sopló la nieve cósmica de los sueños y
en una perpetua desmemoria traspasaron
esa escultura degradante protegida por la niebla. Tus padres, habitantes del recuerdo, pasajeros de la lóbrega caverna, te esperaron e iniciaron el viaje hacia el reino de la afonía imperturbable ¿Y tus hermanos? ¿Y tus amigos? ¿Y tu hija? Sólo yo, tu madre, tu hermana, tu hija, tu amiga, tu viuda, huérfana del jaguar blanco que se perdió en la ciudad sin límites. Ausencia, nadie, nada más que la lluvia lavando los tormentos. …/… Luis Martínez Guerrero, diagnóstico: Keratocono y leucoma Córneas delgadas y frágiles que degeneran vertiginosamente Solución inmediata: transplante de córnea de donante cadavérico Tus ojos se iban cubriendo de una oscuridad sin retorno extrañas sombras se iban tragando los últimos halos de luz la espera centuplicada en el limbo de las angustias palpitaba. Derrotaba el tiempo los soles obstinados de esa búsqueda sin tregua; las mórbidas brumas que se habían descoyuntado en su bostezo. La garganta de la noche te corrompía con su aliento de loba te empujaba al abismo inescrutable de ese mundo sin contornos. Estalla la tragedia que arrastra a Rómulo al letargo absoluto a esa estación sin conciencia, sin sentidos, sin fulgores donde los latidos no legitiman la existencia donde la respiración se subordina al mandato del cerebro al protocolo que los médicos inventan para justificar su oficio Inducido a un sueño sin imágenes para preservar sus órganos Rómulo desde la derrota de su tiempo te legó sus ojos te donó aquello que jamás soñaste podía nadie dártelo en una transustanciación corpórea y etérea transmigró su alma en tu mirada para que tú , sobrino, erigieras la obra inacabada de tu vida para que te perpetuaras a través del milagro de su sacrificio para que en cada despertar su mirada en la tuya se eternice. El inminente tránsito hacia la lobreguez de los espíritus te concedió la terrible certeza de espantar las tinieblas… que habían devorado el cuerpo martirizado de tu dador ¡Ah! Feroz emisario de la muerte que aplastaste la esperanza ¡Ah! Siniestra realidad que amputaste el latido para crear la luz No debo imprecar, y lo hago dolorida Sé ¡Oh Dios! Que no puedo revocar tus mandatos atroces Sé ¡Oh Dios! Que nuestras vidas no son nuestras ni tuyas ¿Por qué oculto de nuestras percepciones nos inflinges tanto mal? Devuélvenos la inocencia y no nos tortures con el exilio. 20 de noviembre de 2008, Patronato Municipal San José expira la zozobra y renace la esperanza 8 de la mañana el quirófano preparado espera a su paciente la noche anterior, tu sueño Rómulo vigilaba tocó tu corazón con su hálito impalpable largamente te acarició, te transfirió la serenidad de su espíritu te habló desde un silencio suspendido no eran sus palabras las que a través del espacio se desplazaban era su propia esencia que lo abarcaba todo su amor trascendido, puro, etéreo e indestructible su mirada luminosa, profunda, clara, se integró a tu mirada tus ojos llenos de luz buscaron su presencia… Rotenbach observó el protocolo y ejecutó magistralmente el transplante que renovó tu sentido mutilado. Ninguna amenaza, ningún rechazo, ningún desconcierto conspiró contra la predestinación de todas las voluntades. |
Khira Martínez Rivadeneira
17 de enero de 2009
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