-Julio C. Tello (El Comercio
29/01/1937) informa que en 1845 en el antiguo Museo Nacional de Lima
había un notable ídolo de oro de 10 quilates procedente de una de
las takas de la región de Lambayeque que fuera adquirida por el
general Alejandro Deústua de poder de un huaquero. Este ídolo, por
la descripción del Dr Tello, suponemos, que debe de haber sido
similar a los llamados “tumis de oro”.
-Petersen llevó al Museo Etnográfico de Berlín su colección de
objetos de oro, cuyas piezas proceden de Lambayeque, figuran en ella
collares, máscaras y unos cántaros que proceden de Eten.
-Objetos de oro procedentes de cementerios precolombinos lambayecanos
componen la colección del comandante Barton que se encuentra en uno
de los museos de Francia (Tello ob.cit.); estas piezas son similares a
las de Petersen.
-Hermann Gaffron envió en 1907 a la Academia de Ciencias de Munich la
cantidad de 4,500 piezas de oro con figuras repujadas procedentes de
Lambayeque (Tello ob.cit.); en esta colección figura un hermoso vaso
de oro similar a los encontrados en Batán Grande por don Guillermo
Aurich Bonilla cuyas fotografías me mostró, que fueran exhibidos en
la Casa Welsh en 1937.
-En 1912 Mr James Curley exhibió en el Museo Británico un vaso de
oro que pesaba 1,623 gramos y que según la leyenda que explicaba el
objeto, había sido encontrado en Illimo “construido sobre un
antiguo cementerio” (Tello ob.cit);al parecer, la referencia del Dr
Tello, se refiere a las huacas batangradinas, tal como se refería a
las encontradas por los huaqueros Bances y Granados.
-Manuel Casimiro Chumán Velásquez, famoso montonero ferreñafano era
posesionario de una colección de piezas arqueológicas, es así que
en 1929, es decir, diecinueve años después de la gesta montonera,
ofrece en venta al gobierno tres máscaras de oro y otras piezas
diversas “procedentes también de Illimo” (Tello ob.cit.).El
montonero pasó por tierras batangrandinas durante el movimiento
insurgente de 1910.
-El 9 de setiembre de 1907 un joyero de Chiclayo le ofreció a don
Enrique Bruning la venta de una colección de objetos de oro y el 23
del mismo mes, le comunica que había conseguido otra mas valiosa que
la primera; finalmente, Bruning adquiere las colecciones que contenían
187 máscaras, 45 vasijas, 37 láminas cónicas, 34 pendientes de dos
tamaños y 594 cuentas huecas;lo siguiente, anotado por Tello,
confirma lo que sostenemos acerca de la confusión que el investigador
sanmarquino generó respecto a Illimo; pronto se informaría que
“los objetos habían sido recogidos por los indios de Illimo en un
barranco de la waka De la Cruz (o La Merced), producido por las
lluvias”.
-L a colección Bruning fue inventariada por Tello en 1919 y su peso
en oro alcanzó los 6,583 gramos, con múltiples objetos, en 1920 don
Moisés Ezcurra, por encargo del gobierno, hizo un nuevo inventario
dando como resultado un peso total de oro de 7,024 gramos; una parte
se encuentra en el Museo Etnográfico de Hamburgo y fue estudiada por
Gustav Antze en 1929;Tello anota que había otra colección de Bruning
encerrada en una caja de fierro en el Museo de Lambayeque bajo la
tutela de don Rodrigo Delgado; según se afirma en este informe, los
objetos procedían de las huacas De la Cruz, Las Ventanas y cerro
Zapamé.
-Pocos años antes de 1937, un muchacho llamado Floro Morrofú, de 15
años, junto con notros muchachos, encontró en la hacienda El
Almendral de propiedad de la familia Ganoso, en Chongoyape, un lote de
objetos de oro dentro de una zanja formada por el rebalse de una
acequia; Morrofú de inmediato empezó a jugar con los objetos junto
con sus compañeros a quienes distribuyó una corona, una pulsera y él
se puso a manera de polainas las láminas encarrujadas de oro, restos
de grandes vasos; apareció en caballo uno de los hermanos Ganoso,
quien fue atraído desde lejos por el brillo del metal que lucían los
muchachos; se acercó a ellos logrando rescatar solo algunas piezas
que algunos le obsequiaron y otros huyeron para cambiarlas en las
tiendas por bizcochos; Ganoso recuperó las demás piezas con no pocos
esfuerzos, comprándolas a algunos joyeros y otras personas, al poco
tiempo (1921 ó 1922, según informantes del lugar) Ganoso encontró
otro ajuar similar en una excavación para reforzar el reservorio de
agua potable de Chongoyape, a tres metros de profundidad, hallando
tres cadáveres echados o extendidos; a los pies encontró una
preciosa bandeja y hermosos brazaletes, sortijas y prendedores de oro;
ahora esta colección se encuentra en el Museo de Indias Americano,
Heye Fundation de New York.
-En el informe publicado en la revista “Arqueológicas” Nº 10 del
año 1967 se da cuenta de un total de 177 piezas de oro, 63 de plata,
86 de piedra y 1964 de cerámica habidas en 1945, los pesos totales
son diferentes ya que en 1924 se arrojaba un total de 5894 gramos, en
1926 se dieron 6026 gramos, en 1932 6124 gramos, en 1937 5,771 gramos
y en 1945 5893 gramos; todo este material procedía de huaqueo
clandestino y en lo que a metales se refiere el estilo es Sicán
Medio, procedentes –como refiere el mismo Bruning en carta fechada
en 1920-21 de mayo-del cerro Zapamé en su mayoría, esta colección
la comenzó a reunir el coleccionista en 1876, año en que vino a Perú;
hay que anotar que si Bruning no vendió desde un principio su colección
al extranjero, como al Museo de Berlín, fue por la ley que prohibía
la venta de antigüedades peruanas al extranjero y por la guerra
mundial de 1914;pero en este último año escribe a don Víctor Larco
Herrera (en carta del 28 de diciembre) ofreciéndole en venta su
colección, al no concretarse esta venta, empieza a negociar con el
gobierno peruano.; fue de mucha ayuda para Bruning la colaboración
del doctor Alberto A. Giesecke, quien concreta la venta de su colección
por R.S n 1075 del 16 de Julio de 1921 y a solicitud del propio
coleccionista, el gobierno le compra la casa por 1,000 Lp (Una Libra
peruana= 10 soles oro) en 1925 para que ahí funcione el museo; este
mismo año emprende viaje a Alemania y “como recuerdo se lleva un
lote de objetos de oro para el Museo Etnográfico de Hamburgo”
(Tello: “Arquelógicas” n° 10, 1967) privándonos de tener quizás
el mejor museo de oro precolombino de América-
-En 1936 se hizo una excavación en Huaca La Merced, en donde
resultaron muertos diez peones, quienes murieron sepultados por un
derrumbe, en este mismo año se encontró el gran “tapado” de
“Lan Ventanas”.
-En 1944 en Huaca El Corte de Pomach se encuentran 11 platos de oro o
cuencos metálicos (inf. personal del Sr Mesta, quien hizo la excavación),
el hacendado le reclamó que faltaba una pieza, pues, debería
completar la docena.
-En 1961 se extrajeron valiosos objetos de oro Sicán del llamado “Médano
de los Benites” en la parte sur de Pomach.
-Dos felinos en una sola pieza de piedra con ojos de turquesa de 8 cms
de largo aproximadamente, se extraen en Batán Grande; los felinos tenían
dos cabezas opuestas
en los extremos labrados en roca rojiza en posición de descanso; la
pieza llegó a manos de un brujo llamado Roberto Tezén en Mórrope.
-En 1936, en Las Ventanas, huaqueros de Batán Grande huaqueros de Batán
Grande encuentran quizás, la máscara mas grande de la q ue se tiene
noticia, de estilo Sicán Medio; la máscara tenía debajo otras siete
cuyos tamaños se iban reduciendo conforme llegaban a la cara del
muerto, todas iban engrapadas firmemente (inf. personal del Sr José
Aurich Bonilla; Chiclayo 1985).
-Entre 1934 a 1935 los batangrandinos Juan Santoyo y saturnino
Alburuqueque (hermanos de madre), encuentran un tapado en la huaca
“La Quinta” en Batán Grande; las piezas fueron fundidas por
Benjamín Guerrero quien hizo un total de once bolas de oro.
-En 1965 en el lado noreste de Las Ventanas, por indicaciones de un
brujo, se huaquea un montículo que posteriormente Asborn Pedersen
llamaría “Huaca Menor” (“El ajuar funerario de la tumba de
Huaca Menor de Batán Grande, Lambayeque, Perú, Actas del 41 Congreso
Internacional de Americanistas 2:60-73, México); las tumbas
aparecieron debajo del nivel freático y nuestros informantes nos
dicen que fue uno de los tapados mas fabulosos encontrados en Pomach,
es sorprendente la cantidad de “naipes” que aquí se hallaron, los
mismos que eran desechados pues no les daban valor comercial; hasta
hace pocos años todavía se podía encontrar aquí, algunos
“naipes” sobre la superficie, que el autor recogió; la excavación
fue financiada por don Edmundo Aurich Bonilla.
-En 1925, José Wenceslao Díaz, conocido como “Cunca”, encontró
en forma casual casi en la superficie, seis jaguares de oro de estilo
mochica (Víctor Baca Aguinaga, La Industria 13 de Julio de 1978);
fueron identificados en un comienzo equivocadamente como de estilo
Chavín; se encontraron en la huaca “La Capilla” o “Huaca
Grande”de Pampa Grande en 1925 y fueron un total de siete; se
encuentran distribuidos en diferentes museos del mundo, uno en Perú,
otro en Milwake,etc-De cerro Zapamé proceden las piezas de la colección
Baessler, entre trofeos y chapas de oro con representaciones de peces
y huzos (Raúl Porras Barrenechea: 1967 en “El Oro en el Perú”
del Museo Miguel Mujica Gallo.