Lo
que hoy constituye el Santuario Histórico de Pomac(h), en la costa norte
de Perú, con unas 4,000 has, por 1532 seguramente era una densa área de
bosque que formaba parte de una enmarañada jungla seca que los españoles
no se atrevieron a explorar; si lo hubieran hecho, Pizarro hubiera
encontrado a unos ocho kms al Este de la sede del cacicazgo de Jayanca que
él visitó, el centro religioso y la necrópolis mas rica de América
andina, cuyas tumbas ya habìan sido profanadas desde la época de
dominación inca (ca.1460 d.C) y con seguridad sostengo, que fue la
despensa que permitió a Atawallpa cumplir su promesa de oro y plata.
El
complejo de pirámides y cementerios sagrados de Pomach es comparable, en
América, solo con el de Teotihuacán en México; Pomach alcanzó
prestigio en el área andina como centro de peregrinación de altas élites
religiosas y políticas alrededor del año 800 d.C, poder que perduró
quizás, hasta el año 1100 d.C., constituyendo el epicentro del primer
Estado andino con caracteres muy particulares, dominando desde lo que hoy
es el Departamento de Lima hasta la parte septentrional del actual
Ecuador.
El Vocablo Pomach
El autor ha logrado transcribir paleográficamente antiguos
documentos muchos años extraviados que datan desde el año 1565
referentes a la antigua hacienda Cicán, hoy conocida como Batán Grande,
en el Departamento de Lambayeque; es interesante constatar los nombres
muchik-antigua lengua nativa que se conservó hasta inicios del siglo XX-
con el que eran denominados varios lugares que aùn conservan sus
toponimios nativos; Pomach deviene del lexema “Pogmachaech” que
significa “Idolo de Piedra”(Pong= piedra; Machaech= Idolo),
significado que guarda relación con la antigua leyenda de Ñaymlap que
fue publicada por el cronista español don Miguel Cabello de Balboa en
1586 y después por el cura Modesto Rubiños y Andrade en 1782 que la
recogió sin consultar con la obra de Cabello; la narración se refiere a
un mítico líder que desembarcó en las playas de Lambayeque con un séquito
de seguidores trayendo un “ídolo de piedra verde” llamado “Llampallec”;
quizás, el “Pomachaech”(el “ídolo de piedra”) que fuera adorado
en sagrado culto en los templos monumentales que hoy son parte del
Santuario Histórico; los personajes citados en la leyenda, podrían ser
los mismos que han sido profanados en sus profundas tumbas (de hasta 15
mts de profundidad) desde épocas prehistóricas con el consiguiente
saqueo de su parafernalia sacra, que ha sido codicia no solo de buscadores
furtivos de tesoros ocultos, sino tambien, de arqueólogos que jamás
vieron tanto tesoro junto.
Las Pirámides y el Bosque
Los
sabios sacerdotes cicanes, que devenían de larga tradición de iniciados
templarios que dominaban la filosofía, medicina herbolaria, arquitectura
e ingeniería hidráulica, astronomía, etc, desde el Formativo andino (ca.1,000
a.C), no pudieron escoger mejor lugar para erigir el conjunto de pirámides
monumentales: un bosque seco casi impenetrable, con una ruta secreta solo
conocida por la élite cultista, un cielo siempre limpio con acceso visual
a todas las constelaciones del trópico, clima siempre seco que permitió
conservar el adobe y el algarrobo por siglos, acceso directo a recursos
naturales de flora y fauna en abundancia y un río con mucho caudal en los
meses de verano conocido por ellos como “Lamcarlech”, que los
escribanos y cronistas deformaron como “La Leche”, que sostenemos que
en muchik significa “Cabeza o cabecera de Agua”(Lam= agua; Carlech=
cabeza);los cicanes que no eran otra cosa que los hijos o nietos de los
que forjaron el gobierno de estados regionales moches o mochicas en la
costa norte de Perú desde el año 100 d.C hasta su caída en el 550d.C,
son la continuidad cultural de una misma raza a la que hemos diferenciado
con diferentes nombres sólo por definir parámetros cronológicos; la
tradición arquitectónica e ingenieril cican, es herencia de los viejos
maestros que erigieron las monumentales pirámides del Sol y de la Luna en
Moche-al sur- y tambien las de Sipán con su famoso mausoleo descubierto
por el ya célebre “huaquero” Erniel Bernal Samamé en 1987, que por
rara coincidencia en la larga lista de profanadores de tumbas, tuvo un
final desgraciado: fue asesinado por la policía una madrugada en el sitio
de Huaca Rajada, delante de su esposa y menores hijos; estuvo presente en
tal infortunado acontecimiento el arqueólogo Walter Alva; las pirámides
de Pomach fueron erigidas utilizando miles de adobes de barro no cocido;
los adobes eran marcados con diferentes signos según era la comunidad o
grupo, tal vez, a cargo de un líder religioso; lo particular es que no
fueron dispuestos o apilados simplemente; las pirámides tienen una
fundación o cimiento constituido por gruesos troncos de algarrobos (Prosopis
pallida) entrecruzados, conformando lo que podríamos denominar
“zapatas”, luego se construían cámaras cuadrangulares de adobe que
eran rellenadas con tierra y bastante donnax (conchitas de mar), así como
piedras,etc; las cámaras eran selladas y remataban en una parrila de
algarrobos nuevamente; la siguiente plataforma era de dimensiones menores,
y así sucesivamente; una plataforma se comunicaba con la siguiente
mediante rampas, no utilizaron la escalera, aunque la conocían, tal como
ha quedado de manifiesto con la gran escalinata del Templo de las Columnas
La Lucía erigida aprox .en el año 1,000 a.C en la parte norte de Pomach;
en la cima, generalmente construían recintos utilizando columnas de
algarrobo que eran dispuestas en cajones de adobe rellenados de arena, dándoles
propiedades antisísmicas; los templos eran adornados con frisos y pintura
mural que daban al templo una vista majestuosa; hoy se conocen varias de
ellas con los nombres de: El Loro, La Rodillona (100mx100m y 35 mts de
altura), Las Ventanas (que dieron en 1936 los famosos “Tumis de
Oro”),Las Botijas, La Mayanga, El Santillo,La Soledad, Caracol, La Castañeda,
Las Polocas, La Chepa, Chólope, La Monja, De Arena, El Corte, El Moscón,
El Abejero; cuando cayeron las torrenciales lluvias de 1983, ví
desaparecer poco a poco a la famosa “La Merced” con la que se
“descubrió” la riqueza de Pomach en ofrendas sacras en 1936, cuando
el huaquero illimano Hipólito Granados, no se sabe porqué razón, decidió
excavarla;
también
he visto desmoronarse a la huaca “La Loayza” en aquel año; algunos
nativos observaron piezas de oro que caían cuando el turbulento río La
Leche se llevaba por pedazos la conocida “huaca”; la religión prehispánica
tal vez fue un medio para consolidar el poder autocrático de sus clanes
de orígen mítico; una angosta canaleta revestida con tiestos o pedazos
de vasijas rotas unía las pirámides de La Rodillona y El Loro; el fluido
que discurría por ella no era agua…era sangre humana; el autor ha
detectado la evidencia de la existencia de un pasadizo subterráneo o tal
vez una cámara secreta aún no excavada; se sabe que parte de las piezas
de oro, plata , tumbaga (oro y cobre)y bronce arsenical que se han
extraido de las profundas tumbas de Pomach se exhiben en varios museos de
Perú y del mundo; miles han sido fundidas, como ya he dicho, desde épocas
prehispánicas; en el saqueo no se han inhibido ni siquiera algunos arqueólogos
que han excavado intensivamente, algunos por casi veinte años
consecutivos, los ricos cementerios de Pomach; cada tumba no guardaba solo
el féretro momificado del Señor Principal o Fillca, sino que, era acompañado
por todo un séquito de mujeres jóvenes y niños y animales como el perro
y la llama; las ceremonias seguramente duraban varios días y noches; el
autor sostiene que los ritos eran consagrados al Dios Sol, no a la Luna,
como equivocadamente hipotetizan algunos investigadores peruanos y
norteamericanos, especialmente; el autor ha encontrado en los viejos
documentos citados que “Cicán”, palabra de la extinta lengua Sec (Sechura,
en el Departamento de Piura) significa “Hermano” y no “Casa de la
Luna”(Maeda: “Cicán en la documentación colonial temprana: un análisis
contextual para la elucidación de la cosmovisión religiosa de la cultura
arqueológica”; revista “Umbral” nº 9; Universidad Nac.”Pedro
Ruiz Gallo”, Lambayeque) como equivocadamente postuló en 1922 el alemán
don Enrique Brüning(ver tambien: www.ilustrados.com) ; la disposición de
las pirámides parecen haber tenido tambien relación con la Vía Láctea;
algunas constelaciones como “La Cabrilla” podrían haber regido la
distribución de algunas de ellas; al autor sostiene que las piramides
monumentales distribuidas en el Departamento de Lambayeque tienen alineación
perfecta en donde se utilizó el método topogràfico y geodésico de la
triangulación; se puede constatar uniendo en linea recta los puntos de
ubicación de las principales pirámides de la época moche documentadas
en la Carta Geográfica Nacional de Perú (hojas D y E); se unen así las
pirámides de Sipán con Colluz y Sinán en Eten; Sipán con huacas Arbulú
y huacas de Luya y éstas con Sinán; un estudio sistemático de tipo geodésico
abundaría en detalles lo sostenido y seguramente tendríamos similares
observaciones como las que ha hecho André Pochan con la de Keops y
tambien Rodolfo Benavides en torno a la gran pirámide de Gizeh; aún
quedan tumbas intactas en Pomach; las profanadas hasta el momento se han
ubicado fuera de la construcción piramidal, a diferencia de la estructura
de Sipán en Huaca Rajada, que fue un mausoleo (ca.100d.C al 550d.C); es
posible que algunas de las tumbas-quizás, de las mas ricas- fueron
excavadas y luego sepultadas para dar paso a la construcción de la pirámide;
es decir, debajo de los templos monumentales de adobe marcado podrían
haber tumbas intactas; terminada la construcción se duispusieron otras
tumbas rigiéndose por la arquitectura del monumento; las tumbas excavadas
en 1991 y 1995 en Huaca El Loro, se ubicaron en las esquinas constituida
por la rampa principal de acceso y la plataforma-base de la pirámide; el
mismo patrón debe de haberse utilizado en las sepulturas de las otras pirámides;
lo particular en las pirámides de Pomach es que no tuvieron galerías ni
cámaras interiores; algunos huaqueros creyendo lo contrario, excavaron
las estructuras haciendo “túneles” en su infructuosa búsqueda de
alguna cámara funeraria; algunos, después de excavar verticalmente
varios metros, hicieron “conejeras” o excavaciones horizontales,
varios han muerto ante el derrumbe de los suelos arenosos; el huaqueo
clandestino ha sido casi totalmente paralizado, pero, Pomach ya no solo es
amenazada por el huaqueo o el fenómeno El Niño oscilación sur; mismos
peruanos vienen invadiendo sistemáticamente las áreas boscosas para
inmediatamente depredarlas ante la paciente mirada de autoridades que se
ven hatadas por la complaciente legislación peruana; pero Pomach, ya no
es solo patrimonio peruano, es propiedad de la humanidad toda y es
necesario declararlo como Patrimonio Cultural de la Humanidad.
Cerro "La Calera" en Batán Grande: enclave del Complejo metalúrgico más importante de la Costa Norte de Perú.
Por
entonces me había trazado el objetivo de escalar las majestuosas montañas
de esta tierra que me vio crecer aprovechando la temporal estadía de
fines de semana en la solariega casa de mi padre don José Maeda
Montenegro, conservacionista pionero que me introdujo en el fascinante
mundo de la investigación y de la incesante e incomprendida labor de la
protección de nuestro patrimonio cultural.
El
descubrimiento
Fue
en enero de 1984 que inicié la exploración del gran cerro “La Calera
”, conocido por los lugareños por la producción artesanal de cal (óxido
de calcio); por entonces tuve que atravesar el denso bosque de aprox.1,200
hás pobladas mayormente de algarrobo, zapote, bichayo y cuncuno; el
bosque se tornaba casi impenetrable después de cruzar “El Zanjón”,
cauce natural que es producto de las aguas de las quebradas de los cerros
que conforman la planicie aluvial conocida como la “Pampa de Chaparrí”,
toponimia derivada de la majestuosa montaña temida por sus famosas
leyendas de “encantos”, hoy, la primera Reserva Natural Privada de Perú.
Después de escalar casi 350 metros de agreste pendiente, llegamos al
extraordinario complejo arquitecturado con roca caliza, cuya parte central
se ubica en el segundo de los tres sectores en que hemos dividido el
complejo por razones topográficas. Desde aquí, el dominio visual del
valle La Leche es impactante, con acceso directo al control de los canales
prehispánicos intervalles Raca Rumi y Taymi que derivaron agua desde el
Chancay hasta La Leche pasando por la actual taza de Tinajones y
atravesando la gran pampa en donde los canales se confunden con las fallas
geológicas que identificamos en 1988 (J.Maeda A: 1988). El complejo de
ingeniería y arquitectura pétrea resultaba ser indudablemente, el mas
grande y mejor conservado de los valles lambayecanos, que mereció primera
página en el diario La Industria de Chiclayo (25.01.84) y atención
especial en un simposium nacional (1986).Con el apoyo de Concytec (1985)
recorrí varias veces las quebradas y la agreste topografía de “La
Calera”, midiendo, recolectando tiestos (alfarería prehispánica) cuya
clasificación e identificación la hice con asesoría del arqueólogo
Izumi Shimada, fotografiando, etc, bajando casi al anochecer. Últimamente
nos inquieta la idea de volver, después de casi veintiún años.
Descripción del complejo arqueológico
“La
Calera” forma parte de un conjunto de cerros que conforman una larga
formación orogénica con presencia de recintos amurallados ubicados en el
margen sur del río La Leche que constituyeron un bien diseñado sistema
de administración y control de un vasto Complejo Agro-industrial que
incluyó la distribución de caudales de agua para uso agrícola ,la
explotación de minerales metálicos (cobre, arsenopirita) y no metálicos
(cal, como elemento fundente y constructivo; caolín, etc), la producción
metalúrgica en gran escala y la explotación evidentemente racional y
sostenida del bosque seco, que hasta los años setenta e incluso ochenta,
hicieron de Batán Grande el “Paraíso del Algarrobo” no imposible de
conservar aún. Para una mejor interpretación y elucidación del conjunto
arqueológico y su ecosistema logramos el escalamiento y la exploración
de la estribación andina que corre desde Ferreñafe hasta Chongoyape, es
decir, casi 50 kms longitudinales de cerros amurallados que la tradición
cultural Muchik conoce como “Cerros Machos”(Jorge Sachún Cedeño:
inf.oral Julio 2005) asumiendo las murallas circulares como “collares”
de los Apus o los Alec Pong (Piedra o Cerro Sagrado) de los Muchik que
bautizaron precisamente a la Pampa de Chaparrí como “ Patpong” o
“Patapón” (Pat=entrar, Pong=cerro), la “entrada de cerros” que también
bautiza al sitio de Pátapo. El proceso constructivo con roca caliza que
combina recintos cuadrangulares, rampas, murallas en talud con altura de
5.5 mts, monolitos con depresiones cóncavas, petroglifos, etc, es siempre
el mismo en los cerros que logramos documentar de Oeste a Este: TresTomas,
Luzfaque (Lochfac), Tambo Real (extenso complejo de recintos de roca diorítica
que recorrí también con Christopher Donnan y después con Anne Helsley,
ambos arqueólogos), Cabeza de León (petroglifos), Cerro del Venado en
Motupillo (monolitos de diorita con depresiones cóncavas que pudieron
tener uso como observatorios astronómicos llenando con agua las
concavidades que cual espejos reflejaban las estrellas para reproducir así
algunas constelaciones), Huaringa, Chumiñán, Colorado (petroglifo :ver
J.M.A 1982), El Poncho, La Chanamé, Patapón y Cerro de Arena; al Chaparrí
nunca pude escalar, a pesar de que estuve cerca mas de una vez. En la
superficie de las partes altas del cerro recogimos tiestos (perfiles de
alfarería que incluyen jarras de la fase moche V parecidas a las
reportadas por Kent Day en Pampa Grande en 1975 así como cerámica
utilitaria de Cican, siendo abundante la presencia de alfarería
utilitaria o doméstica de la fase Chimú-inca e Inca provincial, asociada
a las construcciones pétreas principalmente. La ocupación intensiva de
“La Calera” se dió entonces , desde la fase tardía de Cican (ca.1250
d.C) y su funcionabilidad como centro administrativo y de control de esta
parte del valle conocido antiguamente como “Lamcarlech” (Cabecera de
Agua) o La Leche para los escribanos mal entendidos en la lengua muchik,
fue continuo incluso durante la fase inca provincial (ca.1460 d.C). Su
asociación física con Cerro Blanco, antiguo yacimiento de cobre y arseno-
pirita a un Km. de distancia aproximadamente, hacia el Este- y con Cerro
La Huaringa, en cuya parte baja lado Oeste se ha documentado el taller
principal de procesamiento metalúrgico para producir bronce arsenical,
hacen de “La Calera” un enclave estratégico y un bien concebido
proyecto de ingeniería que mantuvo el control de la producción
industrial de bronce y laboreo metalúrgico de oro, plata y tumbaga (oro
con cobre) que, desde Batán Grande, conocido como Cican desde 1596
(archivo documental del autor), se distribuyó mediante la red de caminos
que unían a la capital del Estado cicano (ca.800 d.C -1100 d.C) con
Pachacámac y la parte norte de Ecuador, en donde Olaff Holm (1966-67)
reportó pioneramente las “hachas-monedas” que tal vez, sirvieron de
especie de monedas aún en la colonia (M.Rostworoski:1970), recuerdo haber
visto cantidad considerable de estas piezas metálicas de tumbaga en una
tumba “huaqueada” el lado sur-este de huaca “Las Ventanas”, que
Asborn Pedersen rebautizó como “Huaca Menor”(1976); se cree que ha
sido la tumba mas grande y rica en parafernalia ritual encontrada hasta el
momento.
La fortaleza de “La Calera”
Sin
duda impresionante…el “Choquequirao” costeño diría yo. Para llegar
a la unidad central en la cima del sector II, la pendiente se hace menos
agotadora mediante plataformas escalonadas en las que se ubicaron recintos
pequeños. La impresionante construcción tiene orientación norte-sur; el
ingreso es un corto pasillo flanqueado por dos rampas, una hacia el Este y
la otra hacia el Oeste; ambas rampas ascienden salvando un total de nueve
niveles de plataformas que en conjunto constituyen una estructura que
semeja a un anfiteatro ;las rampas finalmente tienen acceso a recintos que
a su vez se comunican mediante pasadizos de 1.50 mts de ancho y 2.50 mts
de altura. El uso que debe de haber tenido el “anfiteatro” diversifica
las funciones del complejo arquitecturado, emplazándose estratégicamente
en la agreste topografía del yacimiento calizo. Durante su vida útil,
“La Calera” tuvo una vista impresiónate con sus estructuras techadas
con caña brava y barro; dentro de los recintos aún se pueden encontrar
restos de estas techumbres totalmente calcinadas, que indican un virtual
incendio, quizás, ante un eventual abandono posiblemente pacífico; por
lo menos, en superficie, no hemos encontrado restos de osamentas humanas
que puedan indicar lo contrario. En el Sector I un recinto cuadrangular
recuerda el diseño inca, evidenciando ocupaciones contínuas de grupos de
poder. Las estructuras mas impresionantes constituyen sin lugar a dudas sólidas
murallas con una altura de 5.20 mts-o mejor dicho hipotenusa- que hacen un
talud de 1: 3 significando entonces un ángulo de inclinación de 60
grados, que es su buzamiento exacto; un simple cálculo trigonométrico
nos indica una altura-vertical absoluta- de 4.50 metros. Pero, no solo las
proporciones monumentales son impactantes: las murallas en talud han sido
construidas precisamente al borde de las fuertes pendientes; solo una
angosta acera de aproximadamente un metro de ancho separan los gruesos
muros de los precipicios .La monumentalidad del complejo construído
sugiere importante inversión de fuerza de trabajo y un régimen de
autoridad planificado y piramidal.
La
ingeniería de la construcción merece atención aparte; si las murallas
hubieran sido verticales, su vida útil quizás hubiera sido muy corta;
estas estructuras en su parte superior, rematan en un parapeto que es el límite
frontal de una acera, desde donde los observadores dominaron visualmente
el entonces denso e impenetrable bosque seco, casi el mismo que atravesé
por los años ochenta, hoy lamentablemente depredado en más de un millar
de hectáreas. Todo el complejo fue construido utilizando la roca caliza
partida en su clivaje o crucero natural que le otorga su forma paralelepípeda
lista para ser asentada “en seco”, sin utilización de mortero alguno;
en algunas partes se utilizó el mortero de arcilla que dio suficiente
estabilidad a todas las estructuras; precisamente, hemos visitado el
varios sitios del valle durante el evento de El Niño de 1983, uno de los
mas fuertes que yo recuerdo, tan intensos en la zona de Batán Grande como
el que observé todo el año 1998 en Piura. La presencia de gente
especializada es evidente en “La Calera”; el hallazgo de hasta dos
monolitos con depresiones cóncavas de roca caliza, similares al de
diorita que documenté en cerro Motupillo (J.M.A:1986) sugieren
observaciones astronómicas; las depresiones que llenas de agua funcionan
como espejos utilizados en las noches, permite observar las estrellas en
reflejo; han sido documentados en diferentes sitios: Chavín de Huantar,
Udima, Penachí, etc, asociados a construcciones formativas (ca.1000 a.C);
tanto en “La Calera” como en Motupillo, los monolitos están en
contexto espacial con construcciones con ocupación intensiva bastante
tardía. Finalmente, la ubicación de posibles hornos de cal precolombinos
o simples depósitos en la parte nor-este del cerro-Sector III-
reconstruyen todo un Complejo Agro-industrial que tuvo intensiva función,
principalmente metalúrgica, casi quinientos años consecutivos desde
abarcando todas las fases Cican (650-700 d.C-1100 d.C), Chimú e Inca
provincial, tal como hemos aceptado la injusta diferenciación estilística
de los arqueólogos, principalmente alfarera , metalúrgica e iconográfica
del pueblo Muchik, que como cultura y raza vive aún…teniendo hasta hoy
en día, obviamente, mucho más que las cinco fases que definió don
Rafael Larco. Con mucha razón y sabiduría muchik, el antropólogo Víctor
A. Rodríguez Suy Suy ha preguntado “…¿y a qué fase pertenezco
yo?”.
(*): Presidente de Ciencia y Cultura Andina (CICAN) e-mail: josemaedaas
hotmail.com
Bibliografía
Holm,
Olaff :* 1966-67: “Money Axes from Ecuador” Folk 8-9, Copenhagem.Maeda
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Industria ,04 Octubre, pág 02. * 1984 : a).- “Complejo arquitectónico
descubren en La Calera” * La Industria, 25 de Enero, pág 01. * b).-
“El Complejo arquitectónico de La Calera” * La Industria, 04 de
Febrero, pág 02. * c).- “Cerro La Calera y el Conjunto Agro-industrial
del Horizonte Tardío en el Valle La Leche” * I Simposium sobre
Arqueología en el Dpto Lambayeque”.Organizado por : Centro de Estudios
Arqueológicos de Lambayeque (CEAL) y CONCYTEC. * 1985 : a).- “Estudio
de Arquitectura e Ingeniería de construcciones en cimas de cerros en el
Valle La Leche. * Informe presentado a CONCYTEC, Lima, Perú. * b).-
“Horizonte Intermedio Tardío” en: “Presencia Histórica de
Lambayeque”,edit. Eric Mendoza S;con: I. Shimada, James Vreeland y
otros. * 1986 : “Monolitos de Batán Grande” La Industria, 26 de
Enero, pág 02. * 1988 : a).- “Falla Geológica absorbe agua del Valle
La Leche” La Industria, 08 de Junio, pág 01. b).- “Falla Geológica
causa pérdida de volumen de agua de un río” El Comercio, Lima, 11 de
Junio, pág 01, año 149,Nº 79125. c).- “Falla Geológica en el Valle
La Leche” La Industria. 14 de Agosto, pág 02. Pedersen, Asborn: 1976 :
“El ajuar funerario de la tumba de Huaca Menor de Batán Grande,
Lambayeque, Perú”. Actas del 41º Congreso Internacional de
Americanistas ,2:60-73, México. |