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Era época de luchas intestinas, pobreza , costos militares para resistir ataques de gobiernos vecinos, había que pagar un nuevo Estado
también la gente lo sabían, que si se dieran cambios serían para otros.
De la Independencia, nada. Nuevos Patrones llegaron. Las Disensiones con Guatemala se arreglaban en las capitales y no en el campo, no obstante el grito de protesta indígena surgió se armaron y levantaron. Y los pueblos Nonualcos se alzaron negándose a ser reclutados, fueron encabezados por un Anastasio Aquino. En aquella época los indios trabajaban el añil; era la industria fuerte de entonces y se cuenta, que fue agravada con fuertes impuestos.
En 1832 el gobierno reinante decidió aplastar al dirigente indio Aquino y su gente que se alzaba contra el ejército.-El Presidente del
país era entonces el Dr. Mariano Prado.
Se relata que fueron unos cuatro mil hombres con los que contaba Anastasio Aquino, armados de lanzas fabricadas con espinas de huiscoyol, y que
también disponían de algunos cañones fabricados por ellos mismos habiendo derrotado a las fuerzas del Ejército en varias ocasiones.
Su propósito era aplastar al poderío blanco, que había robado todo lo que era de los indios nonualcos.
Por eso decía el Indio Anastasio:
"Porque todo lo que existe en la extensión de estas tierras pertenecen a mis hermanos que viven en la miseria".
Sus palabras aparecieron en coplas de la época, que siempre cantaron.
En Tepetitán, Anastasio Aquino emitió un célebre decreto titulándose Comandante General de las Armas Libertadoras de Santiago Nonualco.
Sin embargo esa gran epopeya tuvo su trágico final, por la traición que lograra el curato de la época, siempre unidos a los oligarcas, que con gusto mediaban para convencer a la población de no seguirlo, y deseaban aniquilarlo, al final, de acuerdo con el gobierno, estuvieron buscando la mejor manera de hacerlo caer hasta que en febrero de 1833 le derrocaron.-Anastasio Aquino fue fusilado en la ciudad de San
Vicente, su cabeza separada y mostrada en una calle como castigo por revoltoso.
Su muerte trajo consigo tiempos de desprecio hacia los campesinos que ya eran acusados de rebeldía y peligrosidad ; su trato fue infame.
Los años siguientes fueron de largos é indescriptibles sufrimientos.
II
Compa, cuénteme lo que sabe de su abuelo, viejo combatiente al lado del gran comandante Anastasio
Aquino.
III
Bueno solo si usted lo quiere. Como todo indio de la época, no debía tener instruccion, eran varias razones pero una era la disponibilidad que había de usarlo reclutándolo y hacer su platada, (servicio militar).-Pues fíjese que los campesinos no poseían ni el mínimo valor como seres humanos, mataban a cuantos querían cuando se les ocurría, nadie se ofuscaba. La historia oficial no se atrevería nunca a escribir una historia real, ya no digamos la del Indio Aquino. Realmente habría mucho qué escribir.
Pues mire después de terminada la guerra del levantamiento , mi abuelo, Silverio, cierta vez muy enfermo y sobretodo lleno de profunda tristeza, fue denunciado, y poco después, sin juicio, fusilado, juntamente con otros de igual suerte, acusado de haber sido seguidores y cómplices de Anastasio Aquino. Fue fusilado en 1834. En vida su trato recibido como trabajador fue infame, era tambien trato igual para cualquier otro campesino. Las causas de su enfermedad, fueron torturas, golpes y excesivas horas de trabajo.
Su vida familiar fue destruída. Sus horas de trabajo fueron de sol a sol, Su alimento debió ser insuficiente igual que su miserable vestimenta.-
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Cierto vez contó mi abuelo a mi papá lo siguiente:
"el patron fue a defecar, entró y subió a la tabla y al acurrucarse del cinto se le safó la pistola cayendo dentro del inodoro para sorpresa y enojo del Patrón, y gritándome me exigió que me metiera "dentro" y la buscara llamando al mismo tiempo otros dos campesinos para que me agarraran de los pies y me metieran despacio de cabeza para buscarla.
Al rato de manosear toda la caca pude encontrarla y despacito los campesinos me sacaron y traía mis brazos embadurnados de caca y vomitando la porquería, pero logré pararme.
Nadie quiso darme ayuda, y se reían de mi. Hasta que una niñita me llevó un guacal* de agua y medio pude lavarme.
Desde entonces creo que mi abuelo enfermó de tristeza. Con los días, un amigo de mi abuelo le pidió al doctor de la finca que atendiera a mi abuelo y no quiso.- Voy a regresar en quince
días le dijo y se fue.
Pero cosa extraña, al dia siguiente, estaba el médico en casa del patrón pidiendo como refugio. Se oyó que había cometido no sé qué delito y le buscaban afanosamente.-
Entretanto para tristeza de mi abuela y de mi padre, mi abuelo murió.
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"Días después fíjese que avisaron al patrón, que hallaron muerto al médico, con un tiro en el cerebro. Creían era suicidio. Pero el que lo buscaba lo encontró y arregló cuentas; como dicen.- Cosas pasaron en ese tiempo.
El Patrón puso un nuevo empleado en la hacienda: Un enfermero. A esa habitación llegaba la mujer del patrón solicitando cierto medicamento sin receta y se la daba, tanto, que ella consumía el producto todos los
días pero al final su corazón se resintió, esta mujer murió también de balazo.
Hubo escándalo general. Capturaron al enfermero y debían tomarle declaración y dijo que los productos le fueron dados con instrucciones para consumirlos, pero fueron ingeridos de una vez .Sobre el disparo en su pecho no aclararon si fue antes ó después de la ingestión, pero la muerte ya había hecho su aparición
irrevocable".
Con los dias el Patrón fue descubierto ser el autor de la muerte de su esposa y debió de ser condenado , desesperado se suicidó con la pistola que mi abuelo le sacó del inodoro, disparándose certero balazo que le ocasionó la muerte instantánea cayendo a los pies de su propia hija.
Con el correr de los tiempos la hija casó al enfermero y tuvieron lindos niños y uno de ellos fue bautizado: Silverio Anastasio.
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