Enunciación del día de los muertos |
El día primero
de noviembre los mejicanos festejan con placer, construyen sus altares y
ponen dulces de todo tipo a sus muertos, quieren agasajar las ánimas: las
de los niños llegan a las doce del día y luego continúan el día dos de
noviembre homenajeando a las ánimas de los muertos mayores. Muchos
mejicanos pasan la noche en el cementerio se emborrachan y disfrutan. Al día
siguiente se ven los hombres levantándose y tratando de escapar de su
resaca, “la resaca de todo lo sufrido”.
En el día de los Difuntos,
en la Iglesia católica dicen interceder ante Dios con oraciones,
sacrificios y limosnas por las almas del purgatorio para que abandonen
esta morada y vayan al cielo, ese día permite recuperar muchas costumbres
populares precortesianas.
Entre algunos pueblos latinoamericanos en el Día de los Muertos se
realizan numerosas ofrendas, especialmente de comida, bebidas y flores
para complacer a los familiares difuntos y obsequiarlos con provisiones
para su largo camino por el inframundo, según las creencias de las
religiones prehispánicas. A los sacerdotes católicos
se les permite decir tres misas de difuntos ese día. El día dos se fabrican con
materiales muy básicos, una serie de figuras que representan esqueletos.
Los niños tocan a las puertas de las casas para pedir sus calaveras de azúcar,
se disfrazan de varios modos y es muy común que usen el vestuario que
representa a la muerte, una mujer con su guadaña. Adornan las casas con
papel de seda y celofán de colores. La calavera de azúcar y el candelero
de cerámica también son objetos muy típicos del arte popular mexicano.
Dulces y caramelos son fabricados en forma de calavera y no es causa de
temor para los niños, es un juego donde la familia se divierte. La
cultura mejicana está cargada de matices, mitos, leyendas, y un despertar
intenso de su modo de ver la vida como contraparte de la muerte. |
Odalys Leyva Rosabal - 18 de noviembre de 2007
odalysleyva@pprincipe.cult.cu
de su libro “Pacanda”
Editó Frente de Afirmación Hispanista, A. C., México, 2008
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